¡Oye, Stiles!

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Audrey. 

La señora Satomi me mira con preocupación. —Debes tener una manada, Audrey. Sabes que puedes morder a alguien y podrás tener betas a tu disposición. Eres débil en estos momentos, Derek podrá ser tu amigo por siempre. Pero el también necesitará una manada pronto, y futuros problemas se acercan si no das el paso para tu futuro—. Explica cruzada de brazos

— No quiero dañar a nadie, aún no es el momento de dar ese paso. No sé cuidarme ni yo misma, y mucho menos protegeré a mis betas. Lo pensaré, pero no puedo prometerte nada, quiero estabilidad en mi vida por primera vez—. Exclamo frustrada. Sí, muchos cazadores querían cortarme la cabeza y colgarla en sus paredes con orgullo. Kate Argent es un gran ejemplo de ello, pero necesitaba tiempo para prepararme. Era una gran responsabilidad

Satomi sabía que no le obedecería, nunca lo he hecho. Ni cuando tenía 5 años obedecía a Derek, mucho menos a los 16. —Debo irme, tengo un mal presentimiento—. Comento preocupada, Derek no me ha llamado ni escrito en toda la semana, sé que no quiere preocuparme. Pero lo conozco tanto que sé que está en problemas.

Me despido de la amable mujer, el camino era algo largo y esperaba llegar antes de que saliera nuevamente el sol. Odiaba cuando hacía uno de mis viajes y horas después de llegar, tenía que ir a la preparatoria. Un teléfono llama mi atención y hago una mueca cuando noto que es el mío. Atiendo sin ver quién era, una vieja costumbre. 

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— ¿Qué quieres?—. Pregunto a la persona del otro lado. Mientras abro la bolsa de galletas que me regaló Satomi y tomo una, sería un viaje largo y tenía hambre. — Me hago vieja esperando tu respuesta—. Comento divertida, escucho que deja escapar un sonoro suspiro.

— Eh, soy yo, Stiles. No has asistido en una semana y pensé que estabas en problemas. ¿Todo bien con la amiga que ibas a visitar? Derek nos comentó, espero que no te moleste —. Habla rápido y se encuentra nervioso. Enarco mis cejas. 

—  De hecho, sólo estoy a 453.4km. Es decir, en 4 horas y 17 minutos estaré allá con ustedes, sé que me echan de menos y quise volver—. Comento apoyándome en un árbol y dándole una mordida a la galleta. 

— Puedes decirme dónde exactamente estas y te buscaré, no tengo problema alguno—. Lo pienso unos segundos ante su generosa propuesta. — De acuerdo, te enviaré un mensaje con la dirección, gracias Stiles—. Cuelgo y camino devuelta hasta la casa de Satomi, no era buena con las direcciones cuando mucho llegaba a casa. 

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El resto del viaje estaba en silencio, observaba a un Stiles tenso. —¿Qué ha pasado?—. Le pregunto intentando sacar un tema de conversación. Me mira de reojo para luego volver a fijarla en el camino. —Los Argent han aprovechado que te has separado de Derek y lo atacaron, logramos salvarlo, dicen que un puma entró al instituto, resulta que era el Alfa. Jackson y Lydia lo vieron, pero solo fue afectada esta última. Tenía una foto en su teléfono de este, Derek confirmó que era él. Scott ha confesado su amor profundo a Allison, te llevaré al instituto ya que Derek nos ha citado allí y creo que te he puesto al día—. Lo miro perpleja. Casual, faltas toda una semana a clase y fueron a Hogwarts, abrieron la cámara de los secretos nuevamente, les dieron clases privadas de pociones y Draco Malfoy fue su profesor. 

Comienza a reír ante mi expresión. — Cuéntame de ti, ¿algún novio?—. Me mira de reojo y dejo escapar un suspiro. — No, pero tuve un amigo vampiro, era demasiado lindo, pero no me gustaba—. Admito, sonríe.