¡Oye, Stiles!

18

Audrey. 

Aparco mi moto con la mirada puesta en los gemelos que hablan con Scott, estos me miran fijamente cuando bajo de ella y me acerco hasta mi amigo. —No pensé que te juntaras con la basura, Scott—. Comento fulminándolos.  —De hecho, solo hago una excepción contigo—. Sonrío, él mira a los gemelos nuevamente. —¿Volvieron a la preparatoria?.

— No, sólo queremos hablar contigo—. Enfatiza uno de ellos. —Eso es un cambio de ritmo para ustedes. Porque usualmente hieren, mutilan y matan—. Dice Stiles llegando al otro lado de Scott con los brazos cruzados. —Necesitas una manada, nosotros un Alfa—. Dice el otro.

— ¿Por qué aceptaría?—. Cuestiona Scott. —Te harías más poderoso—. Suelto un bufido, mis dos amigos me observan. — Se me viene algo a la mente, ustedes dos sosteniendo las garras de Derek y luego Boyd, muerto—. Escupo enfadada, pero cuando doy un paso adelante, Scott sostiene mi mano. 

Les dirige una mirada mortal. —Lo siento, ellos no confían en ustedes y yo tampoco—. Se abre paso entre ellos mientras jala de mi brazo, los observo burlona hasta que entramos al instituto, me zafo de su agarre fácilmente. —¡Estuviste asombroso! Empiezas a tomar buenas decisiones, pequeño saltamontes—. Exclamo emocionada. 

Scott deja escapar un suspiro de alivio. —¿Lo dices en serio?—. Asiento frenéticamente. —Reconozco un Alfa verdadero cuando lo veo, y digo que cada uno tiene algo particular, eres inigualable—. Espeto, noto que Stiles llega a su casillero, Scott tiene la mirada en un punto fijo del pasillo, específicamente en Kira Yukimura. —¿Qué estás mirando?—. Le pregunta Stiles.

— ¿Yo?—. Stiles asiente. — Tú. ¿La estás mirando a ella?.

— ¿Ella quién?—. Continúa preguntando. — Ella. Kira. ¿Te gusta?—. Scott titubea antes de responder. — No. Quiero decir...Sí. No está mal, es nueva—. Dice.

Sonrío. —Invítala a salir—. Le aconsejo, Stiles asiente de acuerdo. —¿Ahora?—. Pregunta nervioso. —Sí. Ahora—. Dice Stiles cerrando su casillero y poniéndole su candado. —¿Ahora mismo?—. Ruedo los ojos. 

— Ahora mismo—. Afirmo. — Scott, no lo entiendes. Eres un Alfa, todos te desean. Eres como la chica atractiva que todos quieren—. Dice Stiles. Scott enarca sus cejas en mi dirección. —¿La chica atractiva?—. Repite confundido, niego demostrándole de que no sé con exactitud que está hablado. —Eres la chica más atractiva—. Le guiña un ojo.

Caminamos hasta la clase de Economía, Stiles se veía ansioso por ver como reaccionaría el entrenador ante su broma. Tomo asiento junto a una de las ventanas, me sorprendo al ver que Stiles toma asiento en la fila a mi lado. —¡Hijo de perra!—. Reprimo una carcajada, su oficina estaba detrás de la puerta junto a la pizarra del salón. —Noche de travesuras, noche del diablo; como sea que lo llamen. Malditos delincuentes. 

— ¿Creen que es divertido que arrojen huevos a mi casa en Halloween?—. Cuestiona. — Se supone que la casa de un hombre es su castillo, la mía parece un maldito omelet—. Golpea la mesa de su pupitre. — Oh, esto. ¿Otra vez?—. Toma la pequeña caja y la pisa, rompiendo lo que había dentro. Eso había sido duro, el chico Greenberg le había hecho un regalo. 

El resto de la clase se la mantuvo de mal humor. —Audrey—. Murmuro Stiles, pero estaba anotando lo que el entrenador había escrito en la pizarra. —Audrey—. Repitió mi nombre un poco más alto, lo ignoro nuevamente. — Audrey, sé que me escuchas—. Lo miré de reojo y el estaba prácticamente encima de mi pupitre. —Siéntate, no quiero ir a detención nuevamente, tengo cosas que hacer—. Le reprendo.