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Scott.



"Hola, soy yo otra vez. No sé por qué no puedes llamarme. Quizá porque crees que me estás castigando. Pero ha pasado mucho tiempo. Es demasiado. Y no es sobre nosotros. Algo le está pasando a Beacon Hills, a la gente de aquí. Es que... necesito saber que todos con los que estás están bien, así que, por favor, ¿podrías llamarme?. Una llamada, es todo lo que pido y si no puedes llamarme, entonces...voy a conseguir mi respuesta, de todas maneras. Eso significa que iré ahí. Si no recibo una llamada tuya, iré ahí. Así que intenta recordar que también es mi manada". El mensaje de voz del teléfono se acaba, lo cierro.

— ¿Le quitaste esto a uno de los cadáveres del bosque?—. Cuestiona Theo. —Fue Malia—. Dice Liam. — Sí, había seis cadáveres y uno de ellos no tenía cara—. Contesto.

— Vale, entonces, el que no tenía cara, ¿crees que es la mujer del teléfono?—. Pregunta Theo. —Quizá—. Respondo. — Es lo mismo que le pasó a Aaron. Se quedó con su cuerpo, básicamente le quitó la cara y su ADN. Entonces, eso significa que, quien sea esta mujer, podría ser la otra mitad del Anuk-ite—. Comenta Mason.

— Lo cual significa que solo es la mitad del problema. La otra mitad ya la conocemos, Aaron—. Indica Theo. —Pero no sabemos dónde está—. Comenta Liam. —Vale, esperen. ¿No se supone que debemos separar las dos mitades?. Si conocemos una mitad, vayamos por ella, es decir, por Aaron—. Dice Theo.

Mason niega. — No estoy de acuerdo con Theo, pero creo que sería más fácil rastrear a Aaron que a la voz de un teléfono—. Dice. — Eso es estar de acuerdo con Theo—. Asegura Liam. — Sí. Pero pensé en intentar suavizar un poco el golpe—. Theo lo mira incrédulo.

— ¿Está todo el mundo tan completamente impresionado por que pueda tener razón?—. Cuestiona Theo. — No, solamente no nos gusta—. Indica Liam. — Quizá todos tenemos razón, quizá deberíamos buscar a los dos, a Aaron y a la mujer del teléfono. Es decir, ya que están de acuerdo...—. Mason me interrumpe.

— Espera, te refieres a mí y...—. Mason mira a Theo, asiento. — Sí. Ustedes encontrarán a Aaron—. Ordeno. — Liam y yo intentaremos descubrir qué voz es la del teléfono—. Indico.

—Si encontramos alguna mitad, quizá no tengamos que luchar en absoluto. Detener el Anuk-ite... —. Lo interrumpo. — Detendrá la guerra—. Completo.



Charlotte.



Malia destapa el cuerpo. —Bueno, sigue aquí, sigue muerto—. Dice. — ¿Qué más se supone que teníamos que hacer?—. Cuestiona. — Descubrir cómo un sabueso del infierno me guió al bosque para encontrar otro cadáver sin rostro mientras estaba técnicamente muerto—. Comenta Lydia.

— Técnicamente—. Repito. — No creo que me hubiera guiado allí, si estaba completamente muerto—. Asegura Lydia. — No creo que deberíamos estar aquí, esperando que vuelva a la vida—. Indica Malia.

— No tenemos que esperar si podemos descubrir cómo fue capaz de llegar hasta mí—. Dice Lydia. —¿Cómo hacemos eso?—. Cuestiono. —Voy a tener que preguntarle.

¡Oye, Stiles!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora