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Audrey,

Yo elegí quererte y asumir las consecuencias. Elegí que seas tú quien llene mis días de sonrisas.

Elegí temblar en ti, de ti, contigo. Elegí tu voz, elegí coleccionar instantes y que dejes huellas en mí.

Elegí tener el corazón de hierro, para proteger lo que llevo dentro...Y dentro de él estás tú.

Elegí obedecer impulsos y volar sin red de protección. Elegí arriesgarme.

Mi corazón te eligió a ti.

Pero es mucho más difícil que eso. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse.

La eligen, te lo juro, los he visto.

Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte hasta los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.

¿Cómo sé que te amo?
Porque si me tocas, el corazón se me acelera. Porque si me hablas, me sacas una sonrisa. Porque si me besas, me haces tocar el cielo.
Porque apareciste de repente y poco a poco te convertiste en mi vida. Por eso sé que te amo.

Siempre tuyo,

Stiles.


Audrey


El sonido del despertador retumba en mis oídos, me remuevo entre los brazos de Stiles intentando no despertarlo. Aunque si una manada de elefantes pasara, el chico de lunares no se despertaría. Una vez que he apagado el despertador, camino hasta el baño. En el camino a la ducha tomo el cepillo de dientes; tenía demasiado sueño como para detenerme a cepillarme. Meto el cepillo de Stiles en mi boca mientras me desvisto, me adentro a la ducha.

Alargo la mano para alcanzar la toalla, una la enrollo en mi cabello y otra en mi cuerpo. Dejo el cepillo en su lugar, me aseguro de secarme los pies antes de entrar de nuevo a la habitación. Salgo del baño, mi mirada se posa en un Stiles con las piernas y brazos extendidos, ocupando toda la cama. Su boca está abierta y unos suaves ronquidos salen de esta. Ladeo mi cabeza. ¿Cómo puede dormir así?.

Me seco el cabello para luego secar mi cuerpo. Abro el armario de Stiles; hace una semana había estado aquí, la ropa que traje ese día debía estar en alguna parte. Encuentro mi ropa interior entre sus boxers, cuando me la he puesto, un silbido llama mi atención. —Audrey, has alegrado mi mañana—. Escucho su voz adormilada.

—Dijiste que hablaríamos con tu padre, no tenemos tiempo que perder—. Stiles se incorpora en la cama, me observa fijamente mientras estoy vistiéndome. —No perderemos el tiempo, yo lo llamaría aprovecharlo al máximo—. Se pone de pie, extendiendo su mano. La acepto y de un movimiento rápido me jala hasta él. Ataca mis labios formando un beso apasionado.

—Scott está desaparecido—. Le recuerdo, Stiles se separa de inmediato. —Está bien, pero esto no se queda así—. Me advierte. Beso sus labios para luego dejar un camino de besos hasta su cuello, Stiles reprime un gemido tomándome de los hombros. — Audrey—. Suplica, me separo de él para caminar hasta la cocina.

¡Oye, Stiles!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora