¡Oye, Stiles!

38

Audrey. 

Malia enciende el generador. —De acuerdo, está haciendo algo, ¿preparado?—. Le pregunta a Scott. Él entra en el generador, su mirada se posa en nosotros. Subo la palanca que enciende el congelador. —Recuerda, se pondrá lo suficientemente frío para matarte. Así que si algo no se siente bien o como que no está funcionando...—. Scott interrumpe a Lydia. —Va a funcionar—. Afirma. 

— Espero que no digas eso porque crees que sabemos lo que estamos haciendo—. Dice ella. — Lo digo porque sé que van a resolverlo —. Dice Scott. Lydia asiente indicándome que suba la potencia. — Oh, de acuerdo, está bien, sí es frío. Realmente frío—. Dice Scott titirando. — ¿Qué se supone que tenemos que hacer? ¿hablar con él? ¿ayudarle a recordar? ¿esperar que se convierta en una paleta helada de Hombre lobo?—. Cuestiona Malia. 

— Tenemos que guiarle. Mantenerlo concentrado—. Muerdo mi labio posicionándome frente a la cápsula con Scott dentro. —Scott, tienes que pensar en él. Concéntrate en Stiles, intenta imaginarlo en tu cabeza. Piensa en cómo luce, cosas que dijo—. Scott comienza a temblar. —Lydia, no me gusta cómo se ve—. Digo mirándola. 

— A mí tampoco—. Indica Malia. — Esperen, deben darle unos segundos más—. Nos dice, Scott apoya su mano en el vidrio. — Voy a sacarlo de ahí—. Dice Malia. — ¡Espera!—. Lydia la detiene.  

— Scott, ¿puedes oírme?—. Scott levanta la mirada mostrando sus ojos de Alfa. — Está perdiendo el conocimiento, mantén los ojos abiertos—. Ordeno. — Creí que se estaba durmiendo—. Lydia golpea el hombro de Malia para hacerla callar. — Eso intento—. Murmura Scott. 

Suspiro de frustración. —Si cierras los ojos, vamos a perderte. Debes mantenerte despierto, Scott—. Digo. —Intenta encontrarlo en tus recuerdos, puede ser cualquiera, ya sea bueno o malo—. Scott se muestra inquieto y perdido, casi asustado, poniéndome más nerviosa. 

— ¿Qué le pasa?—. Pregunta Malia. — No lo sé—. Contesta Lydia. — No se ve bien, parece...perdido—. Comenta Malia. —Debe estarlo, los recuerdos están llegado a él de golpe. Ya sabes, demasiada información. Es como si intentara sacudir un cajón de recuerdos, siempre terminarán sacudiéndote a ti, te abrumarán de tal manera que te sentirás inseguro—. Comento. 

—  ¿Qué podemos hacer para ayudarlo?—. Pregunta Malia. —Audrey, intenta que se concentre en tu voz—. Me ordena Lydia. —¡Scott, escúchame! Debes concentrarte—. Un sonido llama mi atención, Malia niega tomándome de los hombros. —Yo iré a ver, ayúdale—. Asiento. 

Malia nos mira. — ¿Un relámpago?—. Pregunta Lydia. — Tal vez—. Contesta Malia. Mi mirada se posa en un Scott que está tapando sus oídos. — Esto no está funcionando, sus recuerdos pueden llegar a matarlo—. Comenta Lydia. 

—Debe haber otra forma de hacer esto, ¿la hay?—. Cuestiona Malia. — Creo que es la primera vez que todos intentamos abrir una fisura dimensional espacio-tiempo, no tenemos experiencia alguna—. Malia asiente. — Voy a sacarlo—. Niego rápidamente. 

— Aguarda, estamos tomando algo de experiencia de esto. Audrey lo dijo, hipnosis, usará imágenes para guiarlo por sus memorias. Como, un hueco de escalera. Los escalones te hacen descender de un año de tu vida al siguiente, así se hace la regresión—. Comenta Lydia. — Entiendo. Así que él debe imaginar algo. ¿Qué le decimos?—. Sonrío.