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Ethan.


Hola, por favor, deja tu nombre y número de teléfono después del tono. Pide la voz computarizada de una mujer del otro lado de la línea.

— Yo, de nuevo. Prometiste que no llegarías tarde. ¿Sabes cuánto tiempo he tardado en conseguir entradas para el espectáculo? Exactamente el mismo tiempo que estamos juntos. Porque así soy yo. Así que, por favor, no seas el chico que llega tarde al aniversario, ¿de acuerdo? —. Digo mirando el sello de las entradas.

Fijo mi mirada en la parte baja del edificio, esperando el auto. — Sólo llega antes de que llegue el auto—. Pido antes de colgar, suelto un suspiro.

— Yo de nuevo. El auto está aquí. Pero tú no. ¿Sabes qué pasa si llegamos tarde? Cierran las puertas. Por favor, llega ya—. Pido para luego colgar.

— Han cerrado las puertas. Llegamos 10 minutos tarde y cierran las puertas después de los 10 minutos. Lo que significa que no veremos el espectáculo. También significa que te has olvidado de nuestro aniversario. Lo que también significa que voy a matarte—. Cuelgo.

La puerta se abre de golpe, el aroma característico de Jackson inunda mis fosas nasales. Una mujer aparece frente a mí con un arma. Dispara y algo se clava en mi pecho, suelto un suspiro, mi aliento se torna morado.

Ella me patea cuando he caído, me toma del cabello. —Es tan guapo como el otro—. Indica para luego golpear mi cabeza con el objeto más cercano; el piano.

— ¿Sabes que tenemos que hacerles preguntas antes de matarlos? —. Cuestiona el hombre que la acompaña. — ¿Eso lo dijo él o lo dices tú? —. Cuestiona la mujer. —Sabes quién lo dijo—. Responde el hombre.

Ella se agacha. —Así que, oímos que tu novio y tú han estado buscando otros hombres lobo. Nos gustaría saber los nombres—. El hombre le lanza unas cuerdas. —Átalo—. Ordena a la chica.

Noto que Jackson ha sacado sus garras. —Debiste usar acónito amarillo—. Le aconsejo. — ¿Qué? —. Cuestiona el hombre. —El acónito normal no funciona con él. Porque no es solo medio hombre lobo, también es parte Kanima—. Respondo.

Jackson se desata, toma la cubeta de hielo y golpea al hombre dejándolo inconsciente. —Y las dos partes están enfadadas—. Dice. La chica dispara, pero Jackson detiene la bala. Se abalanza contra la chica, ésta lo acorrala junto la ventana y cuando quiere empujarlo, Jackson la empuja.

Siguen peleando hasta que la mujer toma un recipiente. —No. No. Eso es una antigüedad...—. Ella se lo lanza a Jackson rompiéndolo. Jackson la toma del cabello y la lanza al sillón. —La lámpara no—. Ella termina estrellándose contra ella, rompiéndola.

Jackson la toma del suelo, ella intenta ahorcarlo con sus piernas, él la levanta. —Cuidado con las...— La lanza contra el estante — fotografías.

La mujer queda inconsciente en el suelo, Jackson se agacha a mi altura. —Acababa de enmarcarlas—. Comento mirándolo a los ojos. —No puedo creer que de verdad creyeras que olvidé nuestro aniversario—. Me quita la aguja llena de acónito del pecho.

— Auch—. Me quejo, él me besa en los labios, le correspondo.


Scott.


El hospital está lleno de distintos aromas, entre ellos puedo distinguir; nerviosismo, miedo y el que más me pone inquieta es el aroma de la muerte. — Creo que es coagulopática. Necesito otra sutura—. Escucho la voz del doctor. — La bala no alcanzó la aorta ascendente. El braquicéfalo está intacto.

¡Oye, Stiles!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora