¡Oye, Stiles!

23

Stiles. 

Aunque para algunos suene algo delicado, Audrey no podía estar bien luego de que su mejor amigo desde que era pequeña no la reconociera, hasta quisiera atacarla. Nos dirigimos hasta la estación de policía donde están ambos. Cuando hemos entrado, la busco con la mirada pero papá se posiciona frente a mí. —Quiero que seas honesto conmigo—. Comienza a hablar, rasco mi nuca, bueno, eso era algo complicado. —¿Estuviste viajando en el tiempo?—. Cuestiona.

— ¿Qué?—. Pregunto confundido.  —Porque si me dices que los viajes en el tiempo son reales creo que no podré soportarlo, renunciaré y haré que me internen en Eichen House—. Sigue hablando con expresión de cansancio. 

— Lo encontramos así—. Me defiendo. —¿Dónde? ¿Nadando en la fuente de la juventud?—. Pregunta sarcásticamente, oh, con que así se sentía. —No. Lo encontramos en una tumba, en un templo azteca debajo de una iglesia, en medio de un pueblo que fue destruido por un terremoto. 

Papá se pasa las manos por el rostro. —Dijiste que fueron a acampar—. Dice mirándome fulminante, sonrío. —Lo hicimos, pero en México—. Dejo escapar un suspiro. —Debemos hablar con él. 

— Hasta ahora no ha dicho palabra alguna a nadie, pero no dejó que Audrey se fuera—. Camino hasta la oficina. —¿A qué te refieres con eso?—. Pregunta Scott. Él se encoge de hombros. Entro en la oficina, ambos nos observan. Audrey está sentada en la silla a su lado, mientras que Derek está hablando con ella. Scott se acerca.

Luego de intercambiar algunas palabras, él enarca sus cejas. —¿Por qué me iría contigo?—. Cuestiona hacia Scott. —Hubo un accidente, perdiste la memoria, pero podemos ayudarte—. Contesta.  — ¿Cuánta memoria?—. Pregunta. 

— Mucha, confía en nosotros—. Scott hace brillar sus ojos, Derek se muestra sorprendido. — Eres un Alfa, de acuerdo. ¿Quién eres?—. Su mirada se posa en la castaña que está mirando su teléfono. — ¿Quién es ella? ¿Quién es él?—. Audrey alza la mirada. 

— Somos los que evitamos que te manden a prisión—. Contesto. — Déjanos ayudarte—. Dice Scott. El chico comienza a negar. — Derek, deberás confiar en nosotros, no tienes otra opción—. Intenta convercerlo Scott. 

Derek asiente. —¿Quiere que confíe en ustedes? ¿Dónde está mi familia? ¿Dónde está Audrey? Una niña de al menos 9 años, castaña de ojos oscuros. Parecida a su amiga, incluso huele como ella—. Se comienza a desesperar.  —Ella no está con nadie más que conmigo. Debo buscarla, no puedo dejarla sola, le teme mucho a la oscuridad y la familia de su amigo siempre la trata mal. 

— Hubo un incendio—. Comienza a hablar Scott, Derek lo mira fijamente, esperándose lo peor. —Están bien, tuvieron que irse de Beacon Hills. Audrey está con ellos, lejos de todo peligro. Vamos a llevarte con ellos en cuanto recuperes tus recuerdos—. Audrey lo está fulminando, Scott traga saliva nervioso. 

Derek tiene los ojos cristalizados. —Oye, todo estará bien—. Audrey despeina su cabello. —Cuando vuelvas a verlos será como siempre, tu madre en la cocina haciendo galletas. Tus hermanos molestándose entre sí, aquella niña subida en un árbol probablemente. Como una familia común y corriente de lobos—. Dice con una sonrisa.

— ¿Cómo te llamas?—. Pregunta mirándola fijamente. — Audrey, es un placer—. Responde rápidamente, Scott la mira con una ceja alzada. Derek sonríe. — Lo sé. Probablemente esté subida en un árbol luego de haberle hecho una broma a Cora, espero que no se lance o mi madre le regañará. Gracias por intentar animarme, Audrey—. Ella asiente dejándolo con los policías, camina hasta nosotros.