Conmigo.

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Capítulo veinte.

  — ¿A qué te refieres? ¿por qué estoy alterandote? — pregunté. Mis ojos comenzaban a cerrarse de manera sorprendente, por más que lo intentase, mi cuerpo necesitaba descansar— 

—   Los padres de Bambam creerán que estamos... Bueno, es raro. Sólo cierra la boca y duérmete.

 —  ¿Quieres dormir conmigo?  —Jaebum volteó y suspiró. Podía irritarlo en cuestión de segundos-

  — ¿Qué te pasa? Actúas como si fueras otra persona cuando estás así.

—  Bueno, sólo estoy... No lo sé. Ni siquiera estoy pensando qué decir. ¿Quieres o no?

  Jaebum caminó hacia mí y se recostó. Me dio la espalda. Cerré los ojos y esperé dormirme, pero al parecer me acostumbraba de a poco al alcohol y ya no me sentía tan confundida. En cambio Jaebum, creí que el dormía, no se oyó ni un suave ruido hasta que se movió. Supuse que ahora estaba recostado justo mirándome. Mi estómago daba vueltas.

— ¿______? —Jaebum me habló. Quise responder pero solo conseguiría algún insulto a cambio- Fastidio, ¿respiras? —Jaebum sonrió. Sentí ese maldito cosquilleo. ¿Qué le pasaba a él?— Claro que duermes, ¿cómo es posible que siendo tan pequeña bebas tanto? —Bufó. El tono que estaba usando, a pesar de ser leve y hasta casi un susurro, era el más dulce que había escuchado en él. Lo comparé mentalmente con el tono con que le hablaba a Nora, pero ni siquiera se aproximaba, este era nuevo. Completamente opuesto al que solía utilizar conmigo— ¿Qué demonios hago aquí? ¿tiene sentido? —El inquilino deslizó una mano sobre mi cintura y se acercó un poco más. Sentí su cuerpo pegado al mío. El se sentía aún más grande que cuando me abrazaba en momentos... apropiados— Lo siento, idiota. Siento... haberle dicho eso a mis amigos. ¿Sabes?... Lo he pensando y creo que lo he dicho porque...  —¿Debía oírlo? Él lo decía porque pensaba que estaba dormida, no porque quisiese que lo escuchara. Volteé aún con los ojos cerrados, fingiendo que dormía, y me acurruqué en su pecho. Para mi sorpresa, Jaebum sólo se quedó en silencio y abrió sus brazos. Sentí su corazón fuerte latiendo rápido, volvió a abrazarme. Logré dormirme pensando en que al final, era más agradable llevarnos bien, que pelear.—

Desperté antes que Jaebum. En realidad estaba segura de que había conseguido el sueño sólo en dos ocasiones y no habrían durado mucho más que cuarenta minutos. El cosquilleo en mi estómago, el sangrado de mi labio inferior de tanto mordisquearlo, el perfume de Jaebum impregnado en mi nariz. Nada colaboraba, pero se sentía bien.

Desde que conocí a Jinyoung,  no imaginé a otro hombre a mi lado. Fue sumamente extraño, pero a la vez conmovedor. Sus pequeños ojos aún cerrados, su fino cabello sobre ellos y los piercings. Era Im Jaebum. ¿Qué hacía durmiendo conmigo? ¿qué quería decirme? ¿por qué vino por mí? 

Una de sus piernas se enredaba en mi pantorrilla. Sus  manos seguían resguardando mi cintura,  de vez en cuanto, Jaebum me acariciaba y el mundo me daba vueltas. Aún no podía comprender porqué esos sensaciones aparecían cuando él actuaba así, me preguntaba si él también sentía lo mismo. 

Jaebum podía ser mi nuevo amigo, junto con Bambam. Pero él no querría serlo, ¿debería crecer y tratar de comprenderlo? Los amigos se comprenden, Bambam y yo lo hacemos a la perfección. Pero él es diferente, es mayor. Jinyoung era un hombre complejo, nunca llegué a entender sus intenciones y ambiciones, incluso se había ido, y ni siquiera fui capaz de notarlo. Pero Jinyoung era mi novio. Jaebum es alguien que después de algún tiempo, conozco mejor... ¿debería esforzarme?. Quizás Mark tenía razón, sí sentía algo por él. Por eso lloré, por eso lloro a veces... Por eso me duele su indiferencia. Tal vez esperaba ser su amiga, que me apreciara, que me protegiera. Con Bambam, Youngjae, y un Jaebum idealizado, no necesitaría el regreso de Jinyoung, tendría amigos increíbles junto a mí. 

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora