Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Una noche más

Las semanas pasaban y yo seguía sin contarle a Jaebum lo sucedido con Jinyoung. Cada vez se hacía más difícil, más aún cuando mi ex novio y su prometida llegaban a casa de visitas, o salíamos a comer juntos.

— Entonces, ¿dejarás el modelaje? _____, es un desperdicio. Tu cuerpo no volverá a ser el mismo una vez que tengas niños... —Comentó Zara. La cena se estaba tornando tediosa. Jaebum lo había notado y me ofreció irnos, pero yo no estaba dispuesta a aceptar mi comportamiento infantil.-

— Eso no es cierto. Yo he conocido mujeres que siguen trabajando aún después de tener niños y se ven muy bien. —Dijo Jaebum. Jinyoung clavó la mirada en él-

— Bueno, debes saberlo perfectamente...

— Cariño, ¿qué dices? —Zara sonrió nerviosa. Supuse que no sabía lo de Jaebum y su suegra.-

— Jaebum y mi madre tuvieron una relación hace unos años... —Escupió Jinyoung. Froté mi frente. Debimos habernos marchado-

— No fue una relación...

— ¡Ugh! ¿ustedes tenían sexo? —Zara puso su mejor cara de asco. Me reí, pero Jaebum me intimidó con sus ojos asesinos-

— Eso no te importa. Jinyoung, no era necesario traerlo a la conversación.

— ¡Ah! Es sólo sexo. No seas ridículo. ¿Te da vergüenza? Es gracioso, te gustan las muy mayores y muy jóvenes también.

— Oye, ¿tu no estas casado con una mejor?

— No estamos casados. Aún esperamos a nuestros verdaderos amores.

Jinyoung desvío la mirada hacia mí. Antes de bajar mi cabeza, los noté a ambos mirándome fijo.

— Entonces... ¿Quién es la nueva niñera de Gigi? —Pregunté interrumpiendo. No quedaba mucha gente en aquel restaurante ya, sin embargo, sentía que todos miraban nuestras espaldas y sus miradas me pusieron aún más incómoda-

— Es una amiga. Quiere ser maestra pero su conexión con los niños es pésima, dijo que quería practicar.

— ¿Practicar? Es una bebé, es algo serio cuidarla. No puedes dejar que cualquiera se quede con ella. Jinyoung, ¿estás de acuerdo? —Jaebum se veía realmente preocupado ahora-

— Ella parece confiable. Ya la ha cuidado en otras ocasiones.

— Ustedes dos... ¿Es en serio? —Estaba callada, pero coincidía con Jaebum.-

— ¿Deberíamos ir por unas cervezas? Es temprano aún. —Dijo Jinyoung. Jaebum se levantó.

— Olvídalo, estoy cansado.

— _______, dile que se quede. Eres realmente aburrido.

Jaebum salió primero. Lo seguí.

— Bummie, ¿te sientes bien? —Pregunté y puse una mano sobre su hombro. Él se alejó-

— Quiero estar solo, ve a casa con ellos.

— ¿Por qué? ¿hice algo que te molestó? —Jaebum ni siquiera me miró.

— No. Sólo necesito espacio.

— Pero pued...

— Estás fastidiándome.

Jaebum caminó unos pasos y se subió al taxi que acababa de llegar.
Zara y Jinyoung salieron algunos segundos después.

— ¿Y Jaebum? ¿Tuvo que irse? —Preguntó Zara-

— ¿Por qué asumes que tuvo qué? Se fue porque quiso.

Ambos me quedaron mirando. Tal vez, algo sorprendidos. Les había respondido muy mal.

— Lo siento —Murmuré.

— Yo... ¿Necesitas... Hablar? —Zara se acercó. Cerré los ojos y suspiré.

— Está bien, ve a casa. Gigi debe estar esperándote.

— Puedo ir yo. —Dijo Jinyoung-

— Tomaré un taxi. No se preocupen.

— No. Te acompaño. Tú ve a casa. —Jinyoung tomó las manos de su novia y dejó la llave de su auto en una de ellas. Se veía extraño-

— Pero... Es tarde. —Dijo Zara. Entendí que quería que se fuera con ella, era lo lógico. Yo estaría haciendo un berrinche en su lugar.

— Jaebum estaba extraño, sólo bromeaba en la cena. Iré a disculparme. —Aclaró Jinyoung. No me gustaba la idea de viajar junto a él después de lo que ocurrió pero tampoco necesitaba más peleas entre ellos-

En cuanto ambos nos subimos al taxi, me arrepentí.

— Estás muy callada. —Dijo él, miraba a través de la ventanilla. No estaba preocupado por Jaebum, de hecho, estaba bastante relajado-

No dije ni una sola palabra hasta que el viaje comenzó a parecerme extraño. No conocía aquellas calles. Supuse que el taxista estaba tomando sus atajos, pero ya nos habíamos tardado aproximadamente media hora, cuando debíamos llegar en diez minutos.

— Disculpe, ¿qué camino está tomando? —Pregunté. Jinyoung se echó a reír como si lo hubiese estado esperando desde temprano-

— El camino que me indicó el Señor Park. —Indicó el hombre.

— Ay, ya. Quita esa cara, ya llegamos. —Soltó Jinyoung. Abrí la puerta tan rápido como pude. Jinyoung bajó del auto también.

— ¿Te gusta? Es el mejor, aunque algo alejado. Por eso escogí aquel restaurante. —Jinyoung sonrió. Me acerqué a él.

— ¿Por qué estamos... En un hotel?

— ¿Por qué? Es... No podemos vernos en tú casa, menos en la mía. Nos verán en la calle.

— Jinyoung, ¿por qué me trajiste a un maldito hotel?

— Jaebum se fue de imprevisto. Sólo estabas tú afuera, y tu rostro... Creí que era lo que querías.

— ¿Que quería qué? Ibas a acompañarme a mi casa. Sólo eso. ¿Por qué me haces algo... Así? —Estaba frustrada. Mis piernas comenzaban a sentirse débiles, no quería aceptar que aquella situación estaba poniéndome más nerviosa de lo debido. -

— Bien, volveremos a casa.

Jinyoung tomó mi mano. Yo golpeé su brazo para que me soltase.

— ¡Deténte! Deja de mirarme de esa forma. No voy a hacerte daño, sólo quiero que entres. Hace frío, llamaré al taxista. —No sabía cómo lo estaba mirando, pero tenía bien en claro que quería llegar a casa y contarle a Jaebum lo del beso. Tal vez, lo miraba con rechazo, incluso asco. Tal vez, no lo había superado. -

— ¿Por qué tienes el número del taxista?

—  Se lo pedí cuando intentabas  localizar a Jaebum. —Dijo él.

Llamó a aquel hombre. Al parecer, él accedió a buscarnos.

— Jinyoung, no dije... No dije nada sobre el beso porque creí que te habías equivocado. No porque...

— Lo sé. Pero aún así, en el fondo, deseaba que ese beso significara más para tí.

— Amo a Jaebum. ¿De acuerdo? Nosotros no estaremos juntos nunca nada. Se terminó.

Me esforzaba en sonar seria y firme. Pero tenía miedo.

— Yo nunca amaré a Zara. Te veo y quiero que seas mía. En la cena, yo solo... no dejé de pensar en hacerte el amor.

— ¡Eso no pasará! ¡maldición! Siempre has sido así, siempre esperaste eso de mí. No me amas.

— Entonces, ¿por qué no quieres hacerlo? ¿te da miedo enamorarte de mí, otra vez?

— No quiero tener sexo contigo, ni con nadie más. Estoy casada.

— Jaebum también, ¿por qué sigue viéndose con mi madre a escondidas?

Sentí mi cuerpo helarse. Esto nunca terminará, ¿verdad?

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