Todo está bien

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— Jaebum, ¿a qué hora piensas levantarte?

— Ven aquí. Es temprano.

Jaebum me jaló del brazo. Me resistí. Él estaba acostado boca abajo, acaricié su espalda desnuda y abrió sus ojos una vez más.

— ¿Qué hora es? Se supone que estarían aquí a las diez.

— Las nueve. Ve a ducharte y luego buscaremos qué hacer con la Gigi.

— ¿Ella no querrá dormir? Aún es temprano.

— Deja de decir que es temprano, y claro que querrá. Es una bebé.

Jaebum se sentó en la cama y revolvió su cabello. Lo observé con una sonrisa. Cada gesto que hacía alteraba todos mis sentidos.

— ¿Por qué ya no cumples nuestras reglas?

— ¿Cuáles reglas?

— La de la ropa... Dijimos que ninguno estaba obligado a usar ropa en la mañana. ¿Por qué llevas pijamas? —Giré mis ojos. Jaebum salió de la cama, y sí, completamente desnudo.-

— Debes cumplir nuestras reglas. Es injusto, me siento un idiota así... —Aunque observar el trasero de mi esposo podía ser una gran tentación, bajé mi mirada para evitar reírme-

— Cariño, el trato era usar sólo ropa interior. ¿Es imposible para tí un intermedio? Te espero abajo, llamaré a Jinyoung.

Jaebum asintió y luego de envolverse en una manta, caminó hacia mí para besarme. Salí y cerré la puerta. Volví a sonreír. Ya no debíamos preocuparnos por ocultarnos, no debíamos dar explicaciones. Tantas cosas habían sucedido en el medio, sin embargo, todo se sentía incluso mejor.

— ¡Niña! —Jaebum gritó y salté en mi lugar. La puerta se abrió. - ¿Qué haces aquí?

— ¿No... Deberías estar bañándote?

— No quiero hacerlo solo. ¿Vienes?

— Llamaré a Jinyoung.

— Es sólo una ducha... —Jaebum sonrió a la vez que mordía su labio inferior-

— Haces difícil que te crea... No tenemos tiempo.

— Lo sé, pero... ¡Ya! —Jaebum tomó mi mano adentrándose en el baño-.

+

— ¿Por qué tardaron tanto en abrirme? Estoy apurado. —Se quejó Jinyoung. Intentaba recuperar mi aliento. No debí bañarme con Jaebum. ¿Por qué volvía a caer una y otra vez?-

— Zara... ¿Está bien? —Pregunté. Trataba de desviar la atención, puesto a que sólo cubría mi cuerpo con una toalla.

— Lo está. Y tú por lo visto... Te la estás pasando de maravilla.—Jinyoung sonrió nervioso y volvió a ponerse nervioso. Me entregó un bolso rosado con algunas estrellas en el centro. Jaebum llegó para recogerlo.-

— ¿Quieres que la llevemos nosotros?
—Preguntó Jaebum, luego, tomó a la pequeña Gigi en brazos.-

— Vendré como a las diez. Zara ya está en perfectas condiciones, de hecho quiere que hagamos una fiesta el lunes. De todas formas, pasará el día con algunos consultores, especialistas en maternidad y... ¿Por qué me miras así?

Escuchaba atentamente a Jinyoung. Jamás lo había visto tan centrado en algo. Sus ojeras y aspecto desarreglado me indicaban cuánto se estaba esforzando por su familia.

— No es nada. Ve, y si necesitan algo más, sólo llama. —Dije. Él sonrió.

— Te veo más tarde mi amor —Jinyoung besó la frente de su hija salió de la casa.

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora