Miedo 2

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Maratón 2/3

- No. ¿Puedes decirme por qué estás herida?

- ¿Quién se escapa de una cena con su esposa un sábado a medianoche?

Jaebum me tomó del brazo e hizo que saliera de la cama, luego, tomó mi rostro.

- ¿Qué le sucedió a tu rostro?

- Responde primero

- No puedes chantajearme así, soy tu esposo

- Jaebum, no quieres decirlo, ¿cierto?

- Dime que sucede, luego te contaré.

- Jinyoung me besó hace algunos días. Al contrario que tú, no lo disfrute. Anoche me dejaste sola y... -Sólo quieres hacerlo hablar ahora, te arrepentirás- Tomé un taxi. El conductor intentó... Abusar de mí. Logré escaparme.

Jaebum soltó mis hombros. Nunca antes había visto aquella expresión en su rostro.

- Nos besamos. Ella me besó hace unos días también. Me detuve, no sucedió nada más. Pero... Esa noche que peleamos y fuiste a casa de Mark, regresé a la agencia, y me acosté con ella.

Era real. Estaba sucediendo.
Tenía el corazón hecho añicos, pero no permitiría que él me viese llorar.
Me sentía humillada.

- ¿Por... qué? -Pregunté en un hilo de voz. Me esforzaba por no dejar caer ni una mísera lágrima-

- Lo siento.

- No, no lo sientes... Yo no... No debí casarme contigo.

- Fue un estúpido error. No puedes, t-tu no puedes negar que te amo. -Jaebum intentó abrazarme. Sus ojos se llenaban de lágrimas. Cada segundo dolía más-

- Esto no sucede cuando el amor es real. Quiero que te vayas.

- No iré a ninguna parte. Tu cabez...

- Me iré yo entonces.

Abrí la puerta de la habitación, Jaebum caminó junto a mí.

- Está bien, quédate.

Jaebum tomó su chaqueta y dejó la casa.

+

- ¿Estás segura que escuchaste eso? -Preguntó Bambam. Yo limpiaba la casa- Oye, detente un momento.

- Desearía haber escuchado otra cosa, o al menos, que se hubiese detenido.

- Creo que estás actuando algo extraño. Ustedes apenas se casan, ¿por qué no se toman un tiempo y deciden qué hacer?

- Se acostó con otra mujer, Bam. Me siento estúpida.

- Él es el estúpido.

- ¿Por qué con ella? Es mayor y... La madre de Jinyoung. Podía ser su la suya. ¿Hay algo que ella tenga y yo no?

- No lo habrá pensado bien. No tiene lógica. A mí me gustan las mujeres mayores, pero tengo límites...

Bambam se detuvo frente a mí y me quitó el trapeador. Golpeó mí cabeza con su revista.

- Es suficiente. Estás canalizando todo el dolor y bronca limpiando. No te has detenido desde ayer.

- Jaebum no regresó. Ni siquiera lo intentó... Estaba dispuesta a perdonarlo.

- Lo odiabas hace un minuto. ¿Lo ves? ¿Qué demonios...

- Voy a acostarme con Jinyoung. Estaremos a mano y podremos continuar como si nada hubiese sucedido.

Bambam arrugó su frente. El timbre sonó y se alejó de mí aún mirándome para abrir. No era Jaebum, él no usaba el timbre, golpeaba.

- Oh diablos, sigues limpiando.

Mark se recostó en el sillón, empujé sus piernas para poder sentarme.

- Bam, ve a trabajar. Te he dicho que estoy... Bien. -Intentaba utilizar palabras que no conseguían engañarme. Mucho menos a los demás.

- Me quedaré. Le prepararé la cena y buscaremos algo que hacer, no te preocupes. -Mark, cariño. Sigo aquí-

Mark terminaba de cenar. Yo me había negado, aún no sentía la necesidad de comer.

- Creo que Jaebum oculta algo. ¿Sabes? No tiene sentido que te haya engañado y no regrese. Debería estar suplicando que no termines con él.

- Él no lo hará.

- ¿Entonces? ¿permitirás que tú matrimonio se vaya al demonio?

- Mark, ¿quieres... Hacerlo conmigo?

Mark dejó caer su plato sobre la cocina. Volteó y me miró con enormes ojos.

- Sí. Digo, ¿qué? - Su expresión era confusa. Sonreí, él se mostró aún más nervioso- ¿Hacer qué?

- Debo estar loca. Sólo olvídalo... Me iré a la cama. Por favor, no asegures la puerta cuando salgas... Gracias por acompañarme.

Besé la mejilla de mi amigo, (aún inmóvil) y me metí en la cama tan rápido como pude.

¿Qué demonios pretendías hacer? Mark no tiene nada que ver en esto, ¿quieres herirlo? Idiota.

Golpeé mi propio rostro.
Por más que intenté, no pude dormirme hasta que oí a Mark salir de la casa.

Sentí un cosquilleo en mi vientre. Tenía frío. Intenté cubrirme, pero algo lo impedía.
Abrí los ojos, la oscuridad no me permitía ver demasiado. Sólo cabello.
¿Jaebum había regresado?

Volteé para encender el velador, pero unas manos detuvieron mis muñecas. Algo típico en Jaebum.
Sentí sus labios sobre mi cuello.

- Voy a patearte si no sales.

Una de mis manos se soltó, y antes de que pudieses encender la luz, él lo hizo.

- J-Jinyoung -Sentí que mi garganta se cerraba. Tal vez estaba soñado, era imposible que él estuviese en mí cama-

Él sonrió y se quitó su remera. Me sentí incómoda, pero no reaccioné.

- Tú también lo quieres, ¿no es cierto?

- Yo no... No.

Jinyoung se adueñó de mis labios.
Continué el beso. Se intensificó en cuestión de segundos.
Sus manos se deslizaron debajo de mi blusa y apretaron mis senos.

- Mierda... He estado esperando esto tanto tiempo... -Soltó aún entre mis labios.

Una de sus manos tomó mi trasero y lo golpeó. Me quejé.
Jinyoung mordió con suavidad mis pezones y lamió mi adbomen. Bajó mis bragas y sonrió antes de tocar mi entrepierna con un dedo.

- Siempre has sido mía... -susurró.

Rompí en llanto.

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Más tarde la tercer parte 💖

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora