Mentira

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No lo empujé. No lo golpeé, ni siquiera me alejé. Mis labios se mantuvieron quietos, mi cuerpo no reaccionó. Sentí que todo estaba aún más oscuro, ni siquiera pude ver la linterna de su celular, pero no estaba con mis ojos cerrados.
Él lo intentó. Realmente intentó besarme correctamente. Sus labios buscaban la forma de encajar. Sentí su mano apretando mi nuca, y por fin, me alejé.

Caminé despacio, y a ciegas regresé a la sala.

— ¿Estás bien? Parece que romperás en llanto. —Dijo Zara. Tocó mi hombro y me sentí sucia. El padre de su hija era un idiota, sentí pena, por ambas-

— Sólo... Tomemos un taxi, ¿de acuerdo? —Jaebum me miró suplicante. Se veía terrible-

— Oh, está esperándolos afuera. Llamé hace algunos minutos. ¿Quieres que los acompañe?

— No... Estaremos bien. Gracias.

Jaebum abrazó a su hermanastra y balbuceó algunas cosas relacionadas a Gigi. Luego tomó mi mano y salimos.

Dormí con suerte, tres horas. Eran alrededor de las diez de la mañana. Tenía día libre en el trabajo.
Jaebum se abrazó a mi cintura y besó mi hombro.

— Lo siento, debí beber menos. —Dijo. Volteé para mirar su rostro, aún seguía con sus ojos cerrados. Sonreí-

— Debes sentirte muy mal. Te preparé sopa para la resaca, ¿quieres que llame a la agencia para avisar que irás más tarde? De todas maneras, no puedes tomarte fotos con esas ojeras...

Jaebum sonrió aún con sus ojos cerrados. Aquella me pareció la escena más bonita. Él era realmente, hermoso.

— Oye, ¿cómo es posible que no hayas terminado con alguna de tus compañeras supermodelos?

— Oh santo cielo, no empieces...

— Ellas son mayores, mujeres de verdad, cómo sueles decir... Independientes, hermosas, inteligentes...

— No olvides mencionar que pueden rellenar sus sostenes de forma natural...

— Eso... Eso también.

Jaebum se sentó en la cama. Sus ojos se veían molestos ahora. Tal vez esperaba otra respuesta de mi parte.

— Está bien. No te muevas, te prepararé el desayuno.

Él no parecía entenderlo, pero yo le había fallado.
No sólo permití que otro hombre me besara, si no que decidí no contárselo.
Debía esforzarme por ser una buena esposa y pretender que nada había sucedido.
Era una idea patética.

Debí preguntar cómo demonios se preparaba una sopa para la resaca antes de ofrecerla, me hubiese ahorrado el tiempo que pasé en internet buscando la forma correcta de prepararla.
Regresé a la habitación una hora después, Jaebum se había vuelto a dormir. Tomé ropa limpia y la dejé en el baño, luego, lo desperté.

— Cariño, ve a ducharte. Ya preparé tu sopa.

— ¿Por qué me tratas así? Estás asustándome... —Jaebum salió de la cama aún mirándome extrañado. Suspiró unas cuantas veces antes de meterse a la ducha, eso hacía cuándo estaba molesto.-

Aproveché para vestirme de otra forma. Tal vez arreglarme para él. Sólo para él. Peiné mi cabello, me maquillé un poco y me puse una blusa escotada, con una falda oscura.

Él salió del baño con una toalla rodeando su cintura y sólo se quedó mirádome. Ni siquiera había notado la ropa que le dejé adentro.

— ¿Irás a alguna parte?

— No, en realidad. No tengo clases... —Mentí.- me quedaré contigo.

— ¿Y por qué... Estás vestida de esa forma?

— ¿Te agrada?

— Estás actuando extraño. Cuando no tienes que salir, ni siquiera te peinas.

— Sólo quiero verme bonita.

Él dudó antes de responder. No se veía cómodo.

— Cómo sea, deberás esforzarte más...

Pasó junto a mí secando su cabello con una toalla.

— ¿En serio? ¿qué está mal? —Otra vez esa mirada. Su frente arrugada y ojos entrecerrados.-

— Estaba bromeando, niña.

+

— Oye, vamos. Sólo un poco.

— No, está bien. —Jaebum evitó que llevara cuchara a su boca, sonrió algo nervioso-

— Pareces un niño. Deja que te... —Intenté volver a hacerlo, pero Jaebum alejó su silla de la mesa.-

— Es suficiente. ¿Desde cuándo me das de comer en la boca?

— ¿No te gusta?

— No. Y tú jamás lo harías. Deja de actuar así, comienza a molestarme.

— No estoy actuando... Yo sólo... —Me puse de pie, y volví a sonreírle- ¿Quieres hacer algo en especial hoy? Lo que quieras...

— ¿Y ahora qué? Debo trabajar. ¿Planeas una cita? Ni siquiera es nuestro aniversario, tampoco mi cumpleaños. Detente.

— De acuerdo. ¿Quieres que tengamos sexo? Es temprano pero...

Jaebum se levantó de la mesa y golpeó la misma con una mano.

— Me duele la cabeza. Nos vemos en la noche.

Tomó su chaqueta y caminó hacia la puerta, pero lo detuve abrazándolo por la espalda.

— Déjame. Tengo que irme.

— No es cierto, dijiste que no debías ir hoy. ¿No quieres estar conmigo? Prometo que me callaré.

— No, no quiero. Estás fastidiándome desde que desperté.

— Sólo quiero... atenderte.

— ¿Por qué? No eres mi sirvienta. Eres mi esposa.

— Quiero ser una buena esposa.

— Entonces deja de mentirme y dime qué es lo que intentas ocultar.

— Jinyoung me besó, y no lo detuve.

Pude hacerlo, pero no tuve el valor.
En cambio, volví a mentirle.

— Lo siento, he estado... Insegura.

— ¿Insegura? ¿De qué hablas?

— Bueno, es que...

— ¿Es por mis bromas? Creí que sabías que nada de eso era en serio. —Jaebum dejó caer su chaqueta al suelo y me abrazó- Lo siento. —Soltó. Sentí que mi corazón se apretaba y volvían las ganas de llorar. Lo abracé también- Mi amor, eres hermosa. Incluso sin todo esto que te pusiste hoy.

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Muchísimas gracias por leer. Lamentó el retraso, necesitaba tiempo, no estuve pasando buenos momentos, pero el domingo pude ir al concierto de got7 y (aún no lo creo) me gané el sorteo del hi-touch. Eso me animó muchísimo, ahora sí siento que puedo hacer todo, así que me ya no más.

Las adoro.

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora