Débil

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— ¿Estás escuchándome? —Bambam me mostró su mejor mueca de fastidio. Aflojé mis hombros.

— Lo siento, pensaba en...

— Jaebum, lo sé. Ya regresará. Sólo ha pasado una semana, ¿por qué te preocupas?

— Él sólo me ha llamado dos veces. Es extraño.

— Mira, tienes otros temas pasa solucionar antes de que regrese. Agradece el tiempo.

— Creo que deberías usar este. Luce bien en ti, además, te da un aspecto adulto. — Escogí el outfit informal que estaba último en la fila sobre la cama de Bambam.

— ¿Crees que me veré a la altura de Somin con eso? Debe verme como un hombre ideal para ella. —Golpeé su hombro.

— ¡Oye! Ella te acepta como eres. ¿Por qué debes cambiar algo de tí que ni siquiera afectaría a su relación? Sólo estarás incómodo en un traje que no te queda. Sé libre, mi amigo. —Acaricié el mismo hombro que golpeé con anterioridad.

— Lo dices cómo si fuese fácil. Ha llevado mucho tiempo que Somin aceptara tener una cita conmigo, no puedo arruinarlo.

— Oh cállate. Es la primera vez que se lo preguntas, además... Sólo piénsalo así; ¿seguirías amándola aún se vistiera como una anciana? ¿o si cambiará su color de cabello y se viera más joven?

Bambam suspiró. Llevábamos dos noches planeando su cita perfecta, apenas habíamos dormido tres horas.

— Todo estará bien. Volveré a ayudarte con la cena, quedé con mi hermano.

Eran alrededor de las 17:00hs. Miré la pantalla de mi celular por última vez, antes de recoger mi cabello y cruzar la calle.

Caminé algunas cuadras y encontré a mi hermano. Él me esperaba frente a un café.

— Oye, en algunas semanas debes presentarte en tu nueva escuela. Cuida tu aspecto, pareces de 35.

Un joven se acercó a nuestra mesa para dejar nuestros cafés y dos rebanadas de pastel. Bebí el café de inmediato, aún así corriendo el riesgo de quemarme.

— No sabés lo difícil que es ser amiga de Bambam en este momento, no pasa de hablar de So... —Diablos. Mi hermano sonrió mientras entrelazaba sus manos a la altura del mentón.

— Está bien. Lo sé. Me alegra mucho por Bambam y también por Somin.

— Lo siento... No quise...

— ¿Cuántas veces voy a decirlo? Sunye sigue siendo el amor de mi vida, pequeña. He lastimado a Somin, espero que Bambam pueda hacerla feliz.

— Con permiso, lamento llegar tarde.

Oí su voz tan clara como nunca. Levanté mi mirada lentamente, y cuando llegué a su rostro, dejé caer un poco de café sobre mi mano.

— ¡Oh! ¿estás bien? —Él se levantó de su asiento junto a Youngjae y tomó mi mano. En realidad, ni siquiera importaba si ardía.

— No... No- no me toques —Dije despacio. Youngjae tomó mi brazo y me llevó hacia su lugar.

— Te explicaré, sólo cálmate.

¿Calmarme? Ni siquiera salía de mi sorpresa. 

— ¿Por qué... por qué Jinyoung está aquí? —Pregunté con la única intención de obtener una respuesta lógica. No quería hacer un escándalo, pero ellos temían que lo hiciera.

— También es lindo volver a verte —Dijo Jinyoung, mi hermano le dedicó una mirada asesina.

— Está aquí para ayudarnos. Conoce a las personas que quieren hacernos daño. 

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora