Profesor.

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  Capítulo 07

El rector de los últimos años se hizo presente en nuestro campo de deportes. Abrazaba mis rodillas, sentada en el fondo. Mis compañeras murmuraban acerca de una nueva profesora de Educación Física, porque lo común era que fuese una mujer a cargo de las mujeres y un hombre a cargo de los hombres.

— Bien niñas, en un instante se les presentará al nuevo profesor. Por favor, si tienen alguna queja diríjanse a mí.  —Dijo el Señor Ju Gyeon. Las chicas se miraron entre sí, supuse que aquello se debía a que ahora sabían que era un hombre. —

Me acerqué un poco a ellas, lo suficiente para oírlas, lo justo para que Jaebum no decidiera tomarme de punto.

El idiota caminó hacia la ronda. Vestía un conjunto deportivo color gris y llevaba una sonrisa brillante en el rostro, encorvé mis labios, pensé que sabía separar lo personal de lo laboral, ya se le había quitado lo agro.

— Buenos días, señoritas. Mi nombre es Im Jaebum y seré su profesor de Educación Física este año.  —dijo y chocó sus manos para entrelazarlas. Comencé a escuchar un barullo parecido al de abejas produciendo por parte de mis compañeras. Todas mumuraban sobre Jaebum, lo miraban de reojo y sonreían entre ellas cualdes niñas de primer año —

— ¡Santo Cielo! Sus ojos son hermosos —dijo una niña de cabello hasta los hombros y excesivo maquillaje.—

— Pff, ojos. Apenas puede ver. —Murmuré y me reí para mí misma —

El rector habló sobre la importancia del respeto mutuo y la responsabilidad. De no ser por la presencia de Jaebum todas hubiesemos estado observando la clase de los pequeños en el patio continuo. Esta vez, ellas se sonrojaban cada vez que Jaebuk sonreía o hacía un comentario respecto a las aburridas normas de su superior, y yo, me divertía observándolas a ellas. ¿Cómo reaccionarían cuando supieran sobre su verdadera profesión? ¿y cuando vieran sus fotografías en internet?

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— Niñas, jugaremos una carrera. Primero entren en calor y pónganse en una línea horizontal —

— Profe, ya entramos en calor —bromeó una chica. Me sorprendí por su comentario, pero a Jaebum no pareció importarle. Sonrió y hasta creería que le coqueteó con ella—

— _________, —Levanté la mirada. Jaebum estaba parado frente a mí—

Todas las niñas de mi clase pusieron la mirada en mí. Maldije. El idiota lo hacía a propósito, yo sería quien tuviese que responder o bloquear a sus fans de mi Facebook.

— ¿Qué quieres? —Pregunté. Jaebum aclaró la garganta y se puso de cuclillas—

— ¿Sabés que puedo enviarte a la Dirección por hablarme así, no? —Entrecerré los ojos —

— Puedes seguir soñando. No te llamaré profesor. Tienes más de veinticinco chicas para cumplir tu fantasía. —Me levanté y Jaebum me siguió. El imbécil conservaba su sonrisa, le debía doler el rostro por fingir—

— Hasta que me acomode y organicé con las clases, _______, será mi asistente.  Lo que necesiten preguntarme, pregúntenle a ella. —sonreí. Este tipo estaba loco si creía que me iba a encargar de la clase que más odiaba—

— Profesor, ¿no prefiere que sea yo? He sido la mejor de la clase y conozco todas los requisitos de la materia —Habló Yubin, la chica más atlética que jamás haya conocido. Su cuerpo era increíble, cada vez que la veía volvía a casa y dejaba de comer papasfritas por unas horas.... Sí, horas. —

— ¿Cuál es tu nombre? —Preguntó Jaebum. Tomé a Yubin por los hombros y la empujé hacía él —

— Ella puede hacerlo. Yo soy pésima, ni siquiera puedo atrapar una pelota. ¿No que no? —Yubin me miró desconcertada y negó con la cabeza— No, ¿lo ves? Dijo que no.

— Lo siento, _______ no tiene ninguna incapacidad física, conozco a su familia y además es un desafío como profesor inspirar a mis alumnas a interesarse por la gimnasia. —respondió Jaebum. Solté a Yubin y me volví a echar en el pasto sintético—

Yubin se quedó parada como una tonta mirando a Jaebum. Una chica con su inteligencia, físico y carisma podría tener al hombre que quisiera, ¿qué le veía al profesor?

— No me respondiste. ¿Cómo es tu nombre? —Jaebum se dirigió a Yubin—

— Yu-Yubin. Kim Yubin. —Jaebum posó una mano en su hombro. Fue imposible no despertar mi curiosidad con ese acto—

— También necesitaré tu ayuda, tener a la mejor de mi lado, es gratificante... pero entenderás... Tengo que hacer mi mayor trabajo con las niñas a las que le va peor en la materia.

— De acuerdo. No dude en pedir mi ayuda, profesor. —Dijo la rubia y tomó su camino, no sin antes ser escaneada por la mirada del profesor. Imbécil, era su alumna y menor de edad.—

Jaebum nos hizo jugar la estúpida carrera, ni siquiera salí de la línea, quedé descalificada y el profesor me asignó una tarea. Llenar de conos el campo. Debí saberlo, fui una estúpida.

Cuando las chicas tomaron un descanso, Jaebum me pidió que lo acompañara a conocer el resto del campo.

— Oye, no hay mucho aquí. Pasto, —señalé el mismo— butacas —Señalé los asientos — vestuarios —Jaebum emprendió paso hacia ellos—

— ¡Hey! ¡tu no puedes entrar allí! —Exclamé corriendo atrás—

— ¿Por qué? No hay nadie allí.  Me da curiosidad.

— ¿Luego vendrás a espiarnos mientras nos bañamos?

— ¿Qué dices? Son niñas, además, ¿espiarnos? ¿por qué te incluyes? Ni siquiera haces gimnasia y... ¿para qué querría verte? —Jaebum bajó la mirada. Miraba mi cuerpo descaradamente sólo para burlarse—

— Le diré al rector que estás confundiendo tu empleo con tu vida privada —murmuré. Estábamos dentro del vestuario y temía que las chicas nos escucharan, eso sólo significarían problemas para Jaebum y después de lo de la novia, prefería comportarme—

— "Le diré al rector que estás confundiendo tu empleo con tu vida privada" —imitó mi voz burlándose de mi— Niña chismosa

— Oye, estoy evitándote problemas, no seas un imbécil

— ¿Qué problemas?

— ¿Empezando porque es el primer día y le miras el trasero a mis compañeras? ¿o de porque entras al vestuario de las mujeres con una alumna?

Jaebum apretó mi muñeca me acorraló contra la puerta de una ducha.

— Esto puede ser el tercer problema. No te acerques.

— ¿Estás celosa de Kim? —Fruncí el ceño—

— Oh santo cielo, eres patético.

— Lo estás. ¿Si me acerco más tendré un cuarto problema? —lo hizo. Sus ojos a centímetros de él no provocaban más que unas ganas de patearle la entrepierna—

— Lo siento. No soy Yubin. No me intimidas... —Dije. Jaebum sonrió y desvíe la mirada—

— Tal vez fuera de clases...

— ¿No que éramos niñas? Yubin tiene diecisiete.

— Lo sé. Pero tiene un cuerpo de... ¿21? Ella está bastante buena —lo empujé —

— ¿Quieres soltarme, imbécil?  —Jaebum me dejó ir — ¿Sabes? Siquiera ten respeto por tu novia. 

— Oye, niña... Yo no... —me siguió — hey, lo siento. Estaba bromeando.  —Intentó tomar mi brazo, no lo logró y pude salir al campo —

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¿Les gustó el capítulo? Si es así por favor nos se olviden de dejar sus comentaros y votar, el fic es nuevo y de verdad me sirve muchísimo su apodo! 💕 gracias, ¡felices pascuas!

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora