Es tiempo

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El viaje llegó a su fin y regresamos a casa. Las cosas con Jaebum no siguieron bien, pero SeokJin aseguró que no diría nada. Aunque me preocupara, ya estaba hecho, él no se olvidaría y yo no dejaría de sentirme culpable por haberle gritado a Jaebum. 

Youngjae pasó por mi cuando el autobús nos dejó en la escuela. Me abrazó y examinó como si me hubiese marchado por años.

 — ¿Estás bien? Te ves decaída. ¿No te has alimentado correctamente? —Preguntó Youngjae mientras empujaba la puerta de la casa con un pie—

  — Ya sabes, cansada. —Dije. Él giró los ojos, yo prácticamente me dejé caer sobre el sofá principal— 

— Somin y yo miramos un drama estos días, la casa es aburrida sin tí. Ahora sé que significa que digas que estás cansada cuando te ves así. —Exclamó con una sonrisa de lado y ojos altones. ¿Esperaba que le dijera la verdad?— 

— Bien. Me atacaron los mosquitos, la comida era horrible y los chicos solo me prestaron atención cuando les enseñé mi trasero y senos con la bikini. ¿Satisfecho? —Youngjae arrugó la frente. Sonreí ante su expresión avergonzada— 

—  Te encanta llamar la atención. Me enviaste un mensaje diciéndome que habías hecho nuevas amigas, ¿qué sucede contigo? ¿quieres que llame a mamá?

  — Youngjae, por favor. ¿En serio quieres saber que me pasa? —Mantuve mis ojos sobre él. Youngjae desvió su mirada y yo lo conocía demasiado para entender que no estaba listo para escucharme— 

La angustia comenzó aferrándose a mi garganta y continuó provocando un deseo insufrible de llorar. Extrañaba a Jaebum en la casa, seguía sin saber nada sobre Jinyoung y no podía hablarlo con la persona que más amaba en el mundo. Me levanté dispuesta a irme, no quería incomodarlo, pero mi hermano pronunció mi nombre suavemente, como si no esperara que lo escuchase. 

— ¿Es por él?  —Preguntó sin rodeos. Aún no me miraba, volví a sentarme junto a él- He oído que consiguió un lugar para vivir, ¿por qué te preocupa?

—  No lo entiendes...

—  Entonces habla.

—  Youngjae, lo último que quería era sentir algo por él. Desde que llegó, no he pensado más que en echarlo a patadas, ¿por qué te cuesta tanto aceptar lo que siento?

— Porque eres una niña y  tus sentimientos cambian todo el tiempo. ¿No es lo que sucedió con Jinyoung? —Apreté mis rodillas a través de los desgastados jeans. Mi hermano tomaba el rol de padre cuando algo no le agradaba, su tono cambiaba, su mirada se intensificaba— 

— No he dicho que las cosas cambiaron con Jinyoung. Él me abandonó, y aún no dejo de quererle. Con Jaebum es diferente, no lo esperaba ni pretendía, simplemente sucede y yo no... no quiero quererlo, no quiero sentirme así, pero es tan real que...

—  ¿Ento—nces dejas que "simplemente" pase con todos los hombres que entran en esta casa? ¿en qué clase de mujer te convertirás? No puedo tomarte en serio, ¡soy tu hermano y no puedo! ¿crees que Jaebum va a hacerlo? —Gritó interrumpiéndome.-

Los golpes duelen más cuando te los dan las personas que amas. 

Insignificante, pequeña, básica, idiota. Me repetía mi propia cabeza mientras dejaba la casa en la que había vivido tanto tiempo con mi hermano, de quien no había recibido jamás un trato como tal. Sin decir más, (porque todo estaba dicho) y la cara empapada de lágrimas, sólo podía sentirme con una sola persona "pequeña" pero protegida, pequeña, pero querida, comprendida. 

Tal vez Bambam y su nuevo compañero no estaban en casa, pero continué golpeando la puerta insistente. No podía guardarlo más, ese era el momento. Y lo sabía porque a pesar de que mi hermano me había tratado como una cualquiera, mantenía mis sentimientos. Eran más fuertes y no dejaban de gritarme.

Yo quise el fin, y había más  (Jaebum y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora