Capítulo veintinueve.
Jaebum acarició mi rostro. Me miraba con dulzura. Estaba realmente relajado, tanto que cada vez que sentía mi cuerpo temblando me decía, "tranquila, nada malo va a pasarte conmigo". Y su voz, sonaba tan cálida y familiar como nunca. Mi cabeza se olvidaba que estaba desnuda, porque él sólo me miraba a los ojos. Acariciaba mi espalda y sonreía como si nada estuviera pasando.
— Tienes dos opciones, dices que eres mía y te dejo en paz, o te hago el amor ahora mismo. —Susurró en mi oído—. Tienes diez segundos para decidir. Uno... Dos...
— Profesor, se nos ha perdido una alumna. ¿Puede ayudarnos? —La voz de una chica se escuchó detrás de la puerta. Jaebum cubrió mi boca con su mano—
— Claro, en un minuto voy.
Jaebum tomó mi cintura y subió el vestido. Continuó mirándome a los ojos, pero se encargó de cerrar el cierre del vestido él mismo.
Se puso la camisa y cuando ya estuvo preparado, volvió a mí.— Te has salvado eh, niña. Pero recién es la primer noche, saldré a buscarte.
— Ja-Jaebum. ¿Qué es todo esto?
— ¿No dijiste que te tratara como a una mujer? Bien, esto sucede en las relaciones.
— ¿Estás tratándome de darme una lección? Porque si es así, créeme que voy a romperte la cara.
— O tal vez estoy usando la lección para tenerte conmigo.
— ¿De verdad te importo?
Jaebum me tomó de la cintura y abrazó.
— Eso creo, mi amor.
Mi amor, mi amor, mi amor.
Jaebum salió de la habitación, y yo tardé en llamarlo. Pero lo hice y cuando estuvimos dentro, cerré la puerta.
— No sabes cuánto me esfuerzo por no insultarte. Lo hago. Pero, ¿eres idiota? ¿realmente lo eres? Van a verte y si lo hacen estaremos muertos.
— Es que tú... No has terminado de contar. —Me animé a decir, aún con mi voz temblorosa.
Jaebum arqueó sus cejas. Tal vez no esperaba esa respuesta de mí, pero él era tan impredecible, y yo, quería saber porqué arriesgaba todo lo que tenía por mí.
— Nueve... ¡Diez! No has respondido. Por lo tanto, perdiste.
Jaebum volvió a tomarme con aquella fuerza hasta delicada. Volvimos a besarnos sin miedos. Sus manos volvieron a acariciar mi cuerpo y cuando ninguno de los dos aguantaba más esa situación tensa y sin poder hacer más, él se alejó.
— Diablos, niña. No, no podemos ahora, y no sabes cuánto me duele está mierda. Sabes, literal. Sólo... Ve a tu habitación y me encargaré.
Jaebum besó mi frente antes de acariciarme el cabello con la intención de peinarlo. Mi corazón palpitaba con fuerza.
Pensé que alguna vez había leído sobre sentirse así, pero mi cuerpo parecía otro. Estaba dispuesta a todo. Y me aterraba ser capaz acostarme con él, por más imbécil que sea, por más que fuera a dejarme luego.-
Necesité inventar que me salí a caminar y que me perdí. El resto de la historia la inventó Zara después de encontrarme en el camino. Ella era menor que yo, pero parecía que había vivido mucho más.
— Debes tener más cuidado si quieres ir con un chico, puedes meterte en graves problemas. Y no hablo de problemas con los directivos, las personas no lo olvidaran —Comentó ella.
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Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)
Hayran KurguUn nuevo inquilino llega a la casa. El caos comienza y ella en negación de su decepción amorosa se propone un objetivo, pero... ¿podrá mantener los pies en la tierra? ¿los encantos del indescifrable intruso lograrán desviarla de su meta? No es una...