Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Capítulo final 3/3.

Narración: Tú.

Era martes. Jinyoung seguía en Los Ángeles, su visita me había aclarado muchas dudas. El último año me pregunté mucho por él. Llegué a pensar que lo extrañaba, extrañaba al Jinyoung que fue mi "novio" y las dudas de Jaebum al respecto hicieron que me lo terminara cuestionando... pero no resultó ser siquiera algo parecido.

Conocí el verdadero amor con Jaebum. Él tenía todo lo que necesitaba, me completaba. Jaebum era el hombre de mi vida y nada podría hacerme cambiar de opinión. Él comenzó a sentirse inseguro, muchas veces discutimos porque creía que yo seguía enamorada de Jinyoung, y yo, me cansé de justificarme. Pero las peleas no fueron el único causante de nuestra actual situación...

Jaebum dejó de modelar para convertirse en el Presidente de una pequeña agencia creada por él y su socio. Su trabajo comenzó a ser más pesado, mientras yo, continué modelando bajo el control de otra agencia, y seguía asistiendo a la universidad.
Nuestro tiempo juntos se redujo por completo. Apenas nos veíamos en la noche. Cenábamos juntos cuando podíamos, de vez en cuando hacíamos el amor y dormíamos. ¿Esa es la vida de los recién casados? Claro que no.

Ambos estábamos tan enfocados en crecer profesionalmente, que ni siquiera notamos que nos estábamos alejando. Hasta que nos comenzó a doler.

No buscamos el bebé. Hace nueve meses atrás, nuestro matrimonio ni siquiera parecía uno.
Podíamos fingir cuando viajábamos a Corea, incluso nos engañábamos a nosotros mismos. Todo con tal de no perdenos, y no perder nuestras carreras.
Sin embargo, nunca había visto a Jaebum tan feliz antes como cuando supo del embarazo.
A los cinco meses de embarazo, dejé de trabajar. Aunque podía continuar haciendo catálogos de moda dedicadas a mujeres embarazadas, mi cuerpo no soportaba más de cuatro horas de pie. Me cansaba, vomitaba y sufría terribles mareos. Jaebum por supuesto, no se detuvo.
Al principio podía llevarlo sola, pero no era nada fácil estar sin él.
Jaebum repetía siempre lo mismo, "trabajo duro para tí y el bebé". Pero yo sólo quería estuviese junto a mí.

Volver a Corea no significaba que quisiese divorciarme. Sólo quería llamar su atención. Creía que eso lo haría comprenderme, pero no sabía que pasaba por su cabeza, y si realmente aún quería permanecer a mi lado. No había considerado la posibilidad de que él si estuviese dispuesto decidiera terminar nuestro matrimonio.

- ¿Te irás?

Preguntó Jaebum. Mantuve mis ojos cerrados mientras apretaba un almohadón. Esperé a que él llegara a mí. Estaba aterrada. No quería irme, no quería que nuestra relación terminara, no quería que él dejase de verme como siempre. Pero no podía pedirle que olvidase todo lo que había dicho y siguiéramos con nuestras vidas como estaban, porque tampoco nos hacía felices.

- Niña, ¿te irás? -Preguntó una vez más. Creí estar soñando. Él no me llamaba así hace mucho tiempo. Intenté voltear, pero no tenía ánimos. Apreté mis ojos para deshacerme de las lágrimas. Él se acostó junto a mí y acarició mi barriga-

- ¿Me dejarás ir? -Pregunté-

- Que estés decidida a hacer algo así, me dio esperanzas... ¿Sabes?

Me senté en la cama y busqué su mirada. Por costumbre, desvié mis ojos hacia el reloj sobre nuestra mesita de luz. Eran más de las 11AM. Él jamás estaba en casa a esa hora.

- ¿Esperanzas? ¿Puedes explicarme?

Jaebum desarmó su corbata, se quitó su estúpido saco de vestir y limpió mis lágrimas con sus pulgares. Su expresión era suave, pero no la podía descifrar.

- Aún quieres ser mi esposa, ¿cierto? Tú... No quieres que me quede solo por el bebé. ¿Me amas cómo cuando sólo éramos novios?

Jaebum se oía inseguro, vulnerable. Pero podía sentirlo honesto, igual que hace tres años atrás.