Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Dirección correcta

  — Lo siento... Jaebum, yo... necesito... —Desvié mi mirada. Ni siquiera sabía qué decir- Te veré en casa, más tarde... —Dije, y me alejé de él. 

Lo oí llamarme, e intentar seguirme, pero me apresuré y sólo seguí caminando hasta que creí estar lo suficientemente lejos. Me apoyé en un árbol y luego, me deslicé hasta el suelo. Mi corazón latía con fuerza y las lágrimas brotaban de mis ojos sin razón alguna. Crucé mis brazos y esperé calmarme.

— ¿Estás embarazada? —Oí. Levanté la mirada, otra vez, Jinyoung-

— ¿Qué? —Pregunté confundida. Tal vez molesta, y ¿angustiada?. Él sonrió, se sentó a mi lado- No te... no te he dicho que podías sentarte. 

— No necesito tú permiso. Estás en la puerta de mi casa.

Me levanté de inmediato, comencé a mirar a mi alrededor. Ni siquiera sabía en qué dirección caminaba, y aunque lo supiese, no conocía la dirección de su casa. Una desagradable coincidencia.

— Permiso —Dije, intentando quitar de mi camino a Jinyoung, él me detuvo-

— ¿Por qué lloras? ¿estás embarazada? —Me sentí furiosa.

— Eso no te importa, sal de mi vista —Lo empujé. Caminé unos pasos, Jinyoung volvió a detenerme-

— Tendré que llamar a tu hermano, si no respondes

  —  No estoy embarazada. ¡No lo estoy! ¿cómo demonios supiste? —Grité. No me importaba controlar mi tono de voz en ese momento-

—  Los vi en la clínica. Fui a acompañar a alguien. 

—  Qué bien, ¿con quién estás jugando ahora?

— ¿Qué te sucede? Te ves... terrible

— ¡Jaebum quiere casarse conmigo! —Grité una vez más. Jinyoung me tomó de la mano, empujó el portón de su nueva casa- ¡No entraré!

—  Sí, si lo harás, y si no me cuentas qué demonios te sucede, llamaré a Youngjae

— Ya te lo he dicho —Jinyoung abrió la puerta de la casa y volvió a tomar mi mano para que entrara. Encendió las luces y me guió hasta un silla, luego, me sirvió un vaso con agua-

— No lo entiendo. ¿Qué hay de malo con eso? ¿no es lo que querías?

—  Siempre... siempre he soñado con casarme con el verdadero amor de mi vida, y Jaebum es con quien quiero estar... — Jinyoung rió—  Pero cuando te conocí, yo... yo realmente creí que serías tú esa persona, y hoy... ¿cómo pudo cambiar todo tanto?

—  Te enamoraste de él, claro que todo cambiaría. ¿Por qué es raro?

— Tengo miedo, de que lo que sucedió con nosotros vuelva a pasar... ¿qué pasará si yo me enamoro de alguien más? ¿y si él lo hace? 

—  Se divorcian. 

—  ¡No quiero hacerlo! No quiero perderlo y...

— Sabes que no pasará, no te enamorarás de nadie más. Tu verdadero miedo es que Jaebum te deje, que se hayan casado, hayan tenido niños, y aún así, te deje. —Jinyoung negó con la cabeza, luego apoyó sus codos en la mesa y me miró fijo— No estás lista para casarte

— No puedes saber eso —Dije, nuevamente, molesta. ¿Por qué me irritaba? Yo esperaba algún consejo de él,  si no, no estaría contándole todo—  ¿por qué piensas...eso?

—  Porque te he hecho demasiado daño —Bajé la mirada, Jinyoung tomó mi mentón e hizo que lo mirara—  Te he mentido muchas veces, te prometí una vida de cuentos. Prometí estar a tú lado como tu esposo alguna vez, y amarte toda la vida. Nada era real. No sentí ninguna de esas oraciones, sólo quería convencerte para llevarte a la cama. Y todo eso... pasa por tu cabeza cada vez que Jaebum te promete su corazón.