Capítulo 05.
— Jae...
— ¿¡QUÉ!? ¿QUÉ DEMONIOS QUIERES AHORA? —gritó Jaebum interrumpiéndome. A pesar de que me había dado un poco de gracia, me encogí en el sillón y cubrí mi rostro con su libro. Si me había espantado un poco— Oh, ¿ahora te cubres? —Jaebum me quitó el libro de mis manos y bufé— ¿cuántos años tienes? conozco a una niña de seis y es mucho más madura que tú —continuó. Al parecer de a poco se iba acostumbrando a tratarme mal—
— ¿Quién, tu hija?
— No tengo hijas.
— ¿La hija de tu novia?
— No tengo novia. Cierra la boca. —Jaebum se levantó y se quedó parado en el lugar. Estúpido. ¿Creía que podía ver en la oscuridad? —
— Oye, genio. Yo tengo el celular con linterna. Debes cambiar ese teléfono... Entiendo que seas un viejo pero hasta mi padre tiene uno mejor. —Lo provoqué prendiendo y apagando la lucesita hasta que se abalanzó sobre mí y me quitó el celular—
— No hagas eso. Le contaré a mi novio.
— ¡Ja!, cómo si tuvieras...
— ¿De qué hablas? —arqueé una ceja—
— Si tuvieses novio no estarías intentando llamar mi atención todo el tiempo.
— Pff, es cierto. Es que te encuentro parecido a G-Dragon. Y sabes... él me vuelve loca. —fui irónica a más no poder—
— No me interesa saber sobre las fantasías de una adolescente. Eso funcionaría para un pervertido, pero a mí no genera nada. No seas un estorbo —giré mis ojos y Jaebum se perdió en la cocina—
— Ojalá haya un espíritu vengativo allí y te lleve, Jaebuk —bromeé—
— JA-JA, muy graciosa —se quejó Jaebum desde adentro. Me reí. Al final era divertido pelear con él. Por alguna razón no me había costado tanto entrar en confianza. Quizás él era más inmaduro que yo peleando de esa forma. Un adulto hace oídos sordos y sigue su camino— ¡_____! —gritó haciéndome dar un saltito en el lugar. Cuando salí del susto con una mano en el pecho, respiré profundo y le pregunté qué sucedía— Ven, ahora. —dictó. Típico de viejos aburridos ser también mandón—
— ¡Alúmbrame el camino! —grité al llevantarme. Él lo hizo y caminé confiada hasta que la apagó y choqué mis dedos del pie descalzos contra un mueble de mármol. Lógicamente mi primer reacción fue gritarle— ¡Estú...—No, _____, tranquila. Aún no. No pases los límites. Bajé la voz y continué susurrando con la misma intensidad de odio en mi voz—... pido! Malnacido —
— ¿Sabes leer? —preguntó sonriendo de una forma espeluznante iluminando la nevera—
— ¿Tú que crees? —sonreí y le hablé en un tono que usaría para un niño de 5 años—
— Bien, ¿qué dice ahí? —apuntó un plato color crema. Arrugué mi frente al instante. Creía saber de qué hablaba—
— Oh... bueno, se ha borrado un poco por la humedad de la heladera...
— No digas idioteces.Está forrado con papel transparente. Dime que vez ahí, justo en la etiqueta pegada sobre el maldito plato.
— Deberías cuidar tu vocabulario en mi casa, aquí no nos gustan las groserías —dije con mi mejor cara seria, e hice un paso hacia atrás para librarme de la verguenza que tendría que enfrentar en ese futuro no tan lejano. Jaebum jaló de mi remera y me puso frente a la heladera nuevamente—
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Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)
FanficUn nuevo inquilino llega a la casa. El caos comienza y ella en negación de su decepción amorosa se propone un objetivo, pero... ¿podrá mantener los pies en la tierra? ¿los encantos del indescifrable intruso lograrán desviarla de su meta? No es una...