Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Límite.

Capítulo veintitrés.

Como habíamos acordado, nos dirigimos al estudio donde Jaebum realizaría su sesión fotografía. No me habló ni miró en todo el camino. Igualmente, no fue incómodo. No después de lo que había sucedido.
Mientras viajábamos investigué en internet algo que pudiera hacerle hecho daño, tal vez poner de malas a Jaebum en una situación como esa.
Mi corazón se detuvo en cuanto conseguí las respuestas. Oculté mi rostro y deseé con todas mis fuerzas desaparecer.

- ¿No entrarás? -Preguntó, caminé unos pasos para quedar al menos a una distancia considerable de él.

Maquillaron a Jaebum bastante rápido, luego se vistió y me empujó hasta dentro de la sala. Un cuarto completamente blanco e iluminado, con amplios sectores decorados.
Él se veía genial. En cuanto comenzó a posar, supe porqué el idiota era tan solicitado. Lucía como un hombre maduro y... Él...
Detente.

Todo marchaba correctamente y aunque no quisiera aceptarlo, me divertía observándolo. Sus rasgos deben verse de maravilla en las fotografías, pensé.
Todo hasta que su compañera modelo llegó, y las poses ya se tornaban incómodas para quien los observaba.

Llegamos a casa algunas horas más tarde.
No estaba de buen humor, Jaebum hizo su trabajo como modelo, claro está. Tenía que trabajar con esa chica, pero consideré innecesario que la llevase a su casa y se despidiera abrazándola. El imbécil había dicho que no le gustaba abrazar a nadie.

- ¿Qué harás? Recuerda que mañana tienes clases de Educación Física.

- No iré. Sólo son para quiénes necesitan puntaje en la materia. -Le respondí. Jaebum sacó una cerveza de la nevera y bebió. ¿Desde cuándo tomaba alcohol? - Hey, ¿no era que no bebías?

- He tenido un día complicado y la hermanita de mi mejor amigo está fastidiándome. Necesito hacerlo.

- Como digas. Te pones más idiota cuando bebés, ¡Y tú eres el fastidio!

- Fastidio, he decidido que seas tú mi ayudante en clases así que deberás ir mañana.

- Jaebum, tengo notas estándar. Ese puesto siempre es para el mejor de la clase. ¿YuBin no te agradaba? -Bajé el tono de voz, si quería convencerlo, ya no podía tratarlo mal. Jaebum sonrió acercándose a mí-

- Claro que YuBin es mi favorita. Pero ella está ocupada y te recomendó a tí. Dijo que no eres muy buena en los deportes pero eres atenta. -Jaebum lanzó una carcajada al aire. Me contuve para no golpearlo.-

- Genial, yo también estoy ocupada. ¿Cuando llegará mi hermano? Le diré que te estás abusando de tu autoridad.

- No seas inmadura. Estamos juntos mayor parte del día, ¿cuál es la diferencia?

- No quiero estarlo. Quiero a mi novio y que dejes esta casa de una vez por todas. -Bufé y caminé firme hasta mi habitación.

- ¿Por qué estás enojada ahora? Nos divertiremos. ¿No te agradan mis clases?

- He odiado tu estúpida materia toda la mi vida y no quiero tenerte de profesor.

- Como digas idiota, me hartaste.

Jaebum dio media vuelta y cerré la puerta de un portazo. Pensé en no dormir en toda la noche, Jaebum me vería agotada por la mañana y decidiría no llevarme con él. Pero Jaebum no tenía corazón, esas cosas no iban a conmoverlo.
Me acosté resignada. Quería descansar y olvidarme de lo que debía hacer. Y ¡Aish! Esa chica....¿Quién sería esa chica?

Mi celular sonó. Creí que sería Bambam, tenía miedo de responder ahora que caía a la realidad de todo lo ocurrido con Jaebum, pero cuando desbloqueé la pantalla, este último era el mensajero.