Yo quise el fin, y había más (Jaebum y tú)

Problemas

Mis vacaciones terminaron en un abrir y cerrar de ojos. Pero no me quejaba, porque este año sería bueno. Por fin, terminaba la secundaria. Por fin, podría comenzar a pensar seriamente en mis planes con Jaebum, podría comenzar a encargarme de mí como una verdadera adulta y dejar a mi hermano comenzar una vida normal, no como la de un padre joven sustituto.

Me esforzaría en conseguir buenas calificaciones, en dar sólo lo mejor de mí en la agencia y así poder comenzar a trabajar como modelo, tal vez, hasta descubrir qué debería estudiar en la universidad.

— ¿No es emocionante? Desde primer grado no estamos en la misma escuela, ¿tienes idea de lo sola que me he sentido? ¿por qué no pensaste en cambiarte antes? —Bambam subió al autobús, yo lo seguí— Podremos estudiar juntos, si estamos muy ocupados en la agencia, nos dividiremos nuestras tareas. Es simplemente genial, ¿no crees?

Bambam se apresuró por sentarse en un asieto vacío entre dos personas. Tal vez ya no soportaba mi monólogo, pero para su mala suerte, uno de los asientos junto a él, se desocupó.

— ¿Qué demonios es tan emocionante? Todo es por Jaebum, ¿cierto?

— Oye, jamás creí que pudiéramos durar tanto tiempo, además, este año cumplo dieciocho, será más fácil convencerlo de que nos casemos.

— Ya vives con él, ¿por qué es tan importante casarte?

— Porque... no lo sé. De esa forma siento que estaremos juntos para siempre.

— ¿No has escuchado hablar sobre los divorcios? Aún serás muy joven a los dieciocho, deberías pensarlo mejor.

— Te oyes como Jaebum — Bufé- el año pasado, justo para estas fechas, me sentía perdida y triste. Pero ahora, todo es diferente y...

— Lo siento, Bam. Ha estado así toda la noche, no tengo idea de qué demonios le sucede. —Jaebum se paró frente a mí y tomó mi mano. Ni siquiera había notado cuando subió al transporte.- Déjame sentar. —Me puse de pie, Jaebum se sentó en mi lugar y luego me jaló para que me sentara sobre sus piernas. Sonreí entusiasmada— ¿Puedes quedarte quieta? ¿qué te sucede? —Jaebum sonrió y volví a sentir él típico zoológico en mi estómago. Luego, acarició mis manos, que estaban sobre mis piernas-

— Sólo estoy feliz —Sonreí mostrando mis dientes. Bambam giró sus ojos y miró hacia la ventanilla.

— Te ves exactamente igual que ese día, cuando te enteraste que sería tu profesor de educación física.

— Mentira, ese día estaba realmente molesta. Quería echarte de la casa, incluso asesinarte.

— Hablo de que te ves, preciosa. —Jaebum bajó la mirada-

— ¿En ese momento también lo creías?

— ¡Ahh! ¿bromeas? Me irritabas muchísimo. Eras la niña más adorable que conocí. —Jaebum arrugó su nariz. Besé su mejilla despacio, pareció sorprenderse, incluso, ruborizarse. Desvió su mirada de inmediato.

Llegamos media hora antes. Mi nueva escuela era muy exigente respecto a horarios y asistencias, Bambam y yo, queríamos causar una buena impresión el primer día, pero ni siquiera nos abrieron las puertas. Demasiado temprano.

— Deberías regresar a descansar, puedes dormir una hora más antes de trabajar — Dije, Jaebum esperaba con nosotros en la puerta del instituto-

— Está bien, estoy en mi trabajo —Dijo él, serio. Bambam abrió sus ojos como dos platos y sonrió al instante, palmeando la espalda de mi novio.