Déjame amarte.

Are you gonna be my girl?

Me siento en el suelo y estiro durante un rato. Tampoco es que vaya a bailar nada de Chaikovski. He elegido Barcarolle de Offenbach. Siempre me ha gustado.

Alex le da al play cuando le hago una señal, la música se escucha fuerte por toda la habitación, tan fuerte que no puedo oír ni mis pensamientos. Eso me ayuda, eso y que él, en lugar de ponerme nerviosa como pensaba, me calma. Quiero hacerlo. Y quiero hacerlo bien. Me dejo llevar como cuando estoy sola que es como creo que bailo bien. Hago dos piruetas en todo el número. Cierro los ojos en mis partes favoritas. La coreografía es mi favorita, pero también una de las más complejas que conozco, así que requiere muchas puntas. Salto y giro. Giro y salto. El aire frío del invierno se cuela por las viejas ventanas abiertas, así que no tengo un calor sofocante y puedo bailar mejor.

La canción termina y yo termino en el suelo haciendo un spagat. Abro los ojos y veo a Alex con una sonrisa que marca sus increíbles hoyuelos viniendo hacia mí.

— Eso ha sido increíble. — dice él levantándome. — Dios, eres buena, eres buena de verdad. — asegura cogiendo mi cara con sus manos, sus ojos brillan emocionados, su euforia me hace sonreír.

— No es para tanto, cualquiera de segundo año puede hacerla. — digo. Niega frunciendo el ceño.

— Maldita sea Elena, ha sido lo más hermoso que he visto en mi vida. — dice. — tu cara... cuando bailas. — dice él mirando mis labios de pronto. — Estás tan hermosa, tendría que grabarte y obligarte a verlo. — dice él. Yo río fuertemente.

— Estás exagerando. — digo yo acercándome a él. Aún tengo la respiración un poco agitada. No me acordaba de lo mucho que necesitaba bailar, es una sensación placentera.

— ¿Puedes bailar otra? — pide él.

— Sí. — accedo. — pero la eliges tú. — digo.

— Está bien. — dice cogiéndome de la mano. Mientras el busca CDs yo pongo mi pierna sobre la mesa de al lado y estiro. — Esta. — elige él. Me incorporo para leer el título. Rio leyéndolo.

— Bailaba esta, en mi casa cuando estaba sola. — digo riendo aún. Él me sonríe.

— Pues no se hable más, es una de mis canciones favoritas. — dice poniendo el CD.

Se apoya contra el espejo cruzado de brazos mientras suenan los primeros acordes. Me suelto el pelo rápidamente, no es música clásica, ni mucho menos. Es "Are you gonna be my girl"de jet.

Es cañera. Sonrío mientras empieza a sonar la guitarra y muevo la cadera. Es algo... atrevida. Él me mira divertido. Empiezan los pasos, donde sí, asombrosamente hay pasos de ballet en esa canción. Empiezo a girar y doy un salto.

"1, 2, 3..." doy otra vuelta, pero esta vez me topo con Alex, me sostiene por la cintura y de repente me besa sorprendiéndome. No llevaba ni medio minuto bailando, pero le dejo hacer, es más, hago. Se separa de mí y me da una vuelta bailando conmigo, eso no me lo esperaba, sonríe ampliamente mientras los dos nos movemos al ritmo de la música. No hace falta decir que Alex se mueve divinamente, no como si fuese patoso u otra cosa, cómo no, nada se le daba mal. Nada que yo hubiera descubierto, de momento.

Pega su frente a la mía mientras los dos nos movemos dando una vuelta en círculo. ¿Mueve los labios, acorde con la canción "Are you gonna be my girl?" cita él articulando con sus labios y mirándome pícaramente mientras el cantante lo dice. Aunque no la ha dicho él, sé que lo dice en serio estamos parados, ya no bailamos. Lo sé por sus ojos, lo sé por como de pronto temen un rechazo. Alex vulnerable, Alex persona. Una parte que no había visto de él aún. Lo sé porque hemos dejado de bailar y espera una respuesta.