Martina

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Me quedo en la puerta mirando a Corina desde la distancia. Ella está tumbada sin moverse, miles de tubos y cables la rodean y solo se mueve su pecho, que sube y baja lentamente. Un pitido intenso y constante vuelve a recordarme que está viva, así que cojo aire y entro en la habitación apresurándome para coger su mano.

Flashback

"La niña de pelo dorado está sentada en columpio mirando al horizonte y sosteniendo fuertemente algo entre sus pequeñas manos.

— Hola. — saluda una morena con el pelo recogido en una trenza que se había hecho ella misma, se sienta en el columpio de al lado. — ¿Qué es eso? — pregunta.

— Martina. — musita la rubia sin desviar la vista del más allá. Martina es una muñeca de trapo que había acompañado a la niña desde que nació. Su única muñeca, que fue un regalo de su abuela. La morena vuelve a mirar la mano de la niña e intenta cogérsela suavemente. — No... —susurra Corina mirando ahora a su amiga. — Está malita.

— Deja que la cure. — ofrece Elena y la joven rubia confía ciegamente en ella dándosela. La muñeca tiene la cabeza amputada y sus rizos pelirrojos de tela están cortados. — ¿Ha sido...?

— Gonzalo. — dice con la boca pequeña y furia en la mirada.

— Lo arreglaremos. — promete Elena cogiendo la mano de Corina y juntas miran al horizonte."

Como ese día, tengo la mano de Corina cogida entre las mías. Le había traído a Martina, a la que su abuela luego había arreglado.

— ¿Te acuerdas de tu abuela? — susurro acariciando la muñeca. — Era la mujer más buena que conocí nunca.

Su abuela había muerto hacía ya tres años, sumiendo a Corina en una tristeza inmensa y a mí también, porque era como una madre para mí.

— Esta noche voy a cenar a casa de la tía de Alex, ojalá pudiésemos cenar juntas como siempre. — digo sonriendo y acariciando su cara. — Te voy a echar de menos, te echo de menos. — rectifico. — Quiero contarte tantas cosas... despierta ya, por favor.

— Elena. — alguien toca suavemente la puerta, interrumpiendo mi monólogo. — ¿Puedo pasar?

— Sí, hola. — digo poniéndome de pie saludando a la doctora. — ¿Hay nuevas noticias? — ella niega.

— Es cierto que hay una mayor respuesta pupilar, cosa que es buena después de tanto tiempo en coma. — Suspiro aliviada. — pero eso no significa nada hasta que no despierte. — se apresura a decir. — No quiero darte falsas esperanzas. — me explica dulcemente.

— La gente en su estado... ¿suele tardar tanto tiempo? — digo cogiendo la mano de Corina nada nuevo.

— Bueno, no hay dos lesiones iguales, así que no podría compararlo con nadie. — dice ella mirando a Corina. — Aunque tampoco dos personas cicatrizan igual, no sabemos cuál es el caso de Corina. — dice ella poniendo una mano en mi hombro. — Puedes venir estas navidades, yo estaré por aquí, pero si no te veo, feliz Navidad. — me sonríe amablemente.

— Feliz navidad doctora. — digo antes de que ella se vaya.

Flashback

"— He conseguido traer turrón. — ríe Corina enfocando con su linterna el alijo de comida.

— Nosotros hemos traído chucherías y vasos de plástico. — se encoge de hombros Elena. Sam sonríe abriendo el turrón. — Sam ha sido el que ha conseguido las chucherías. — Sam y Elena se miran sonrientes. — Y los vasos no sirven de mucho, no tenemos nada para llenarlos.

Déjame amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora