Problema en pañales

III

—No puedo creer que lo diviertas, ¿estás seguro de no tener tendencias suicidas? Me preocupas, Baek.

—¿Por qué las tendría? Ese niño es un ángel caído del cielo y me pagan por pasar mi tiempo con él, cualquiera mataría por eso.

Jongdae soltó una carcajada y con lágrimas saliendo por sus ojos respondió:—Creo que harían lo contrario, enano. Además, ¿para qué quieres tú dinero? No es como que lo necesites demasiado.

—¿Enano? ¿Qué me estás contando? Soy dos centímetros más alto que tú, dame crédito por eso, vejestorio. Y lo del dinero, no es tu problema.

—Soy cinco años mayor que tú, tenme respeto —Jongdae levantó la mano esperando asustar a Baekhyun, aunque de nada le servía, el de veintidós era experto en hapkido, sin importar lo femenino ni devilucho que lucía podía dejarlo sobre el suelo pidiéndole perdón en cuestión de segundos—, además eres un niño rico, Baek, nadie tiene la suerte de nacer en una familia como la tuya.

—Cierren la boca, son peor que un par de niños —Minseok frotó su cien y dejó el cuchillo a un lado, limpió sus manos con un trapo y observó el pollo en el horno—. ¿Vendrá tu novio a cenar o solo seremos los tres?

—Creo que está ocupado con cosas de sus padres, será para otro día, hyung.

—Me das asco —el de sonrisa gatuna negaba de aquí a allá haciendo sonidos.

—Como si me importara tu insignificante opinión, Kim Jongdae.

La mañana siguiente fue calmada, Junmyeon salió por la puerta mucho más temprano de lo normal, había llegado a casa aún más tarde excusándose por la cantidad enorme de trabajo que había en la empresa y dejándole un beso en la frente antes de salir de la habitación hasta la suya denotando cansancio.

Dejó su café a medio tomar en la encimera de la cocina y con las llaves entre las manos salió del apartamento, no era muy amigo del café, pero de vez en cuando tampoco le molestaba tomar una taza.

Había llegado a casa de Chanyeol media hora antes, entró al lugar luego de que ingresó la clave y observó el panorama. Chanyeol corría de un lado a otro con unos folios entre las manos y la camisa desabotonada. Sook disfrutaba de sus caricaturas matutinas aplaudiendo una que otra vez metido en sus propios asuntos.

El más alto detuvo su frenético caminar antes de chocar con Baekhyun quien se había quedado tras del sofá. El rubio le dio una sonrisa y separando las manos del mayor, con las suyas abotonó la camisa de Chanyeol.

—¿Cómo no tienes frío? Cogerías un resfrío de no ser por mí —Chanyeol observó las perfectas manos de Baekhyun quedarse sobre su pecho mientras él le daba una deslumbrante sonrisa en medio de su desconcierto.

—¿Ya es hora de que me vaya? —soltó un suspiro largo, abatido, alborotó su cabello y simuló estar llorando.

—He llegado temprano, ¿necesitas de mi ayuda?

—A menos de que sepas como conquistar a un gran empresario con un nuevo proyecto, no lo creo.

Baekhyun bajó la mirada, el tono de Chanyeol estaba siendo un tanto hostil sin notarlo. El más alto suspiró una vez más e hizo que Baekhyun le mirara directo a los ojos—. Este es un día de locos, disculpa, Baek.

—No importa —Baekhyun se encogió de hombros y sonrió de lado—. ¿De qué trata tu proyecto?

—Estamos intentando asociarnos con Byun&Byul, pero el chico que dirige la empresa prácticamente quiere que le traigamos una propuesta perfecta e impecable para que el pueda firmarlo, si confundo una palabra o pierdo el ritmo me cortará la cabeza.

—De seguro que lo harán bien, siempre has sido el mejor en todo, no te preocupes.

Baekhyun dejó sus manos quedaron en los hombros del mayor mientras planchaba la camisa con el calor de sus palmas, ambos terminaron mirándose a los ojos. Una sensación extraña le recorrió el cuerpo, pero no pudo descubrir qué era al sentir un golpe en la pierna izquierda, que se convirtió en un agarre.

—Yo también estoy aquí —Sook apretó un poco más los pantalones de Baekhyun entre sus manitas, alejándolo un poco de su padre e intentando obtener toda su atención.

Baekhyun cogió a Sook entre sus brazos y aceptó el abrazo del pequeño. Quien lo rodeó con sus pequeños brazos en un abrir y cerrar de ojos.

—Gracias —Chanyeol se detuvo un momento a mirarlos, lucían tan adorables juntos. ¿Desde cuándo Baekhyun lucía adorable en vez de verse como acosador promedio?

—Papá luce muy guapo, ¿no es cierto, Sookie?

—Apuesto como un rey —el pequeño lanzó dos besitos al aire lleno de felicidad y estiró las manos hacia papá para tocar su rostro. Baekhyun dio dos pasos chocando con los pies de Chanyeol y quedando bastante cerca—. Papá Yeol es hermoso, ¿cierto Hyunnie?

—Es bastante guapo, solía romper corazones cuando éramos más jóvenes.

Sus ojos chocaron contra los del mayor, quien lo miró tranquilo y negando con una sonrisa en los labios. Al único que había conquistado era a Baekhyun y a su exnovia de la cual no quería oír.

—Es hora de que papá gane un trato. Sé un buen niño, cielo, cuida de Baekhyun.

—El mejor —el pequeño de grandes orejas levantó ambos pulgares y sonrió, mostrándose orgulloso ante papá.

—Si hace algo malo no dudes en decírmelo, Baek —el susurro de Chanyeol hizo que un golpe de electricidad recorriera todo su cuerpo, sus mejillas tomaron color rápidamente y asintió sin decir nada.

Chanyeol salió de casa no sin antes besar el cabello de su pequeño y agitar el de Baekhyun. No pudo evitar pensar en lo guapo que lucía al llevar ese traje, aunque de cierta manera sentía algo de nostalgia tratando de imaginarlo con el cabello rojizo, como lo llevaba antes. Había sido una pena no poder llegar a más que las palabras con él, pero en realidad apreciaba la manera en que Chanyeol lo había tratado y admiraba mucho en qué se había convertido. Si no estuviera en una relación, no dudaría mucho en intentar conquistarlo una vez más.

—¿Qué haremos hoy, Sookie? —preguntó saliendo de su trance.

—Tratar de dominar el mundo —el de cabellos oscuros soltó una risita malévola frotando sus manos, Baekhyun alzó una ceja y rió.

—Dejémoslo para otro día, cariño, ¿qué tal si comemos dulces?

—¡Dulces!

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Recordemos que para Sook, Baekhyun es una figura paternal que se gana poco a poco su afecto y respeto.

Me marrrrcho.

Bai bai.

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