—¿Puedo quedarme por un tiempo más?
Baekhyun estaba avergonzado, bastante. Desearía ser valiente y volver al apartamento, enfrentar a Junmyeon y enviarlo directo al lugar más remoto del mundo, pero no podía. Al final estaba tragándose el cuento de su padre, era una gallina que no podía enfrentar a los hechos.
—No hay problema, Baek, aunque Sook es quien decide las cosas por aquí. Él es quien tiene la última palabra, deberías preguntarle.
Chanyeol se encontraba secando las tazas que previamente estuvieron llenas de café y chocolate con leche, porque Baekhyun odiaba el sabor amargo del café.
—¿Qué sucederá si él acepta? —abrió mucho los ojos e hizo un puchero, su especialidad era ser tierno, aunque no ocupaba esa arma mortal todos los días.
—Puedes quedarte hasta que quieras volver a casa.
Chanyeol le regaló una sonrisa y volvió a sus labores, siguiendo con los platos.
—Anotado.
Baekhyun salió corriendo escaleras arriba en busca de Sook, dispuesto a preguntarle al menor acerca de su estadía en el lugar. El pequeño aceptó al instante dejando muchos besos en la cara de Baekhyun, procurando no besar sus labios, ya que según él, estos pertenecían a su padre y no era bueno tocar las cosas que no eran suyas.
—Al parecer tenemos un nuevo inquilino —Chanyeol entró a la habitación con un montón de ropa entre las manos. Sook no entendía el significado de la última palabra, pero de cualquier manera asintió.
Baekhyun lo siguió con la mirada sorprendido de lo rápido que era el más alto en hacer los quehaceres del hogar, ni siquiera él era tan hábil.
Sook estiró los brazos hacia su padre, que lo levantó del suelo y lo sentó sobre un mueble de madera que, seguramente, estaba lleno de ropa.
—¿Hoy iremos donde papi?
Chanyeol asintió, mientras que Baekhyun solo se dedicó a observar lo concentrado que estaba el mayor en aquel momento. Lucía completamente atractivo en su faceta como padre, ¿qué había pasado con él en esos diez años? Estaba demasiado bien, tenía músculos probablemente obtenidos después del servicio militar y su rostro había cambiado sutilmente de niño bueno a padre soltero que se veía ardiente con lo que llevara puesto.
Sook sintió frío, su pijama de pingüinos estaba siendo despojado de su cuerpo, hizo un puchero y sonrió nuevamente cuando vio la camiseta que su padre tenía para él y levantó los brazos para ser vestido. El pequeño terminó envuelto en ropa para no pasar frío, ya que el invierno estaba en su auge. Sin embargo, aún con el ceño fruncido y los labios abultados lucía más adorable de lo que ya era.
—¿Mami irá con nosotros?
Baekhyun agachó la cabeza y mordió sus dedos, no se decidía si estaba nervioso o avergonzado. La primera encajaba mejor para como se sentía en aquel momento. No quería incomodar a nadie, aunque tampoco quería sentirse más solo de lo que ya estaba.
Baekhyun podía distraerse con la belleza y masculinidad de Chanyeol momentáneamente, pero no podía dejar de pensar en su hermano y exnovio teniendo relaciones en su propio apartamento.
Los ojos de Baekhyun tomaron un brillo luego de oír una afirmación por parte de Chanyeol, levantó la cabeza completamente alegre y le ofreció a padre e hijo una de sus resplandecientes sonrisas como parte de su agradecimiento por lo buenos que eran con él. No quería estar solo en un hogar que ni siquiera era suyo y tan triste como lo estaba en ese momento. El engaño no le dolía tanto como la manera en que su hermano se comportaba, eso le destrozaba desde lo más profundo.
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Problema en pañales
Fanfiction¿Quién le había mandado a tener un hijo con Do Kyungsoo tras una confusión en la universidad? Park Chanyeol un hombre de casi treinta estaba desesperado por encontrar una niñera que cuidase de su pequeño hijo. Haría de todo, hasta ponerse de rodilla...