VI

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Chanyeol había olvidado por completo que los Kim, quienes estaban casados desde que terminaron la universidad y resultaban ser dos de sus amigos más cercanos, visitarían al pequeño Sook aquel día por la tarde. Tuvo que disculparse con su secretaria, después de que esta cancelara en una ráfaga de rapidez las citas que tenía aquella tarde. Corriendo al estacionamiento en una odisea por salvar a Baekhyun del posible interrogatorio que el padre de su hijo podría hacerle.

Por otro lado, Baekhyun y Sook reían felices por el chiste que el señor Hipopótamo les había contado, el mayor limpió las comisuras del pequeño con su dedo recibiendo una sonrisa gigante. Sook lucía bastante tierno, mientras que él se veía realmente ridículo sentado sobre la silla diez veces más pequeña que su cuerpo.

—Hyunnie —Sook dejó a un lado las cosas y levantó la vista hasta Baekhyun.

—Hyunnie al habla.

—¿Por qué osito bebé tiene una mamá y yo no?

Sook no pensaba parecer triste, pero lo estaba siendo. Todavía no comprendía muy bien el significado de una familia. A diferencia de otros niños, como los de la televisión, Sook tenía dos padres. Mindy de los Piratas Felpudos tenía dos mamás y Gustaf de Canciones Sobre Hielo era feliz siendo cuidado y amado por su abuelo, pero él tenía a Chanyeol y Kyungsoo.

—Porque Sookie tiene dos papás que lo aman, hay otros niños que tienen dos mamás, un papá y una mamá o solo uno de ellos. No importa cuál sea la combinación, lo importante es que ambos te aman y te adoran demasiado.

—Pero también puedo tener una mamá, quiero una —el pequeño hizo un puchero. A Baekhyun se le encogió el corazón, no parecía ser algo demasiado importante para el niño, pero claramente estaba consternado con el asunto. ¿Cómo podía ser que un niño tan pequeño se preguntaba ese tipo de cosas? Él a su edad se metía los calcetines en la boca o le mordía las manos a Junmyeon.

—Hyunnie, yo quiero una mamá también —Sook comenzó a llorar sin explicación alguna y el adulto temía entrar en pánico al no saber qué hacer—. ¡Quiero una mamá! —y pataleó, era un berrinche. Claro que lo era. Pero Baekhyun jamás había presenciado uno que no fuera suyo.

Iba a controlar a ese niño a como de lugar.

—¿Por qué no nos calmamos y tratamos de resolver esto? —frotó la pequeña espalda para tranquilizarlo. Berrinche o no, Sook tenía razones válidas, estaba comenzando a preguntarse el porqué de las cosas y era algo justo para un niño de su edad.

—Quiero una mamá como la de osito, ella le lee cuentos y le da comida hasta que se llena su pancita, ¡también le canta muuuchas canciones!

—Yo te leeré todos los cuentos que necesites antes de dormir, te haré mucha comida deliciosa e incluso te cantaré muchas canciones de cuna cuando tengas miedo y no puedas ir al mundo de los sueños, Sookie, Hyunnie lo promete.

—¿Serás mi mamá, Hyunnie?

—No sé si papá esté de acuerdo con eso. Pero puedo serlo hasta que le pregunte y me diga lo que piensa, ¿sonreirás ahora?

Sook sacó a la luz sus dos brillantes e incompletas hileras de dientes y abrazó a Baekhyun por el cuello dando leves saltitos, era un pequeño manipulador y todos lo sabían, menos el adulto que sonreía entre sus brazos.

Chanyeol había llegado a casa antes de que su hijo comenzara a llorar y al encontrarlos en el jardín se ocultó tras la mampara y la cortina de la cocina observando la escena. Parecía un psicópata, pero bueno, era su casa y podía espiar si lo deseaba.

—¿Puedo decirte mami, Hyunnie?

—Sí, pero papá tiene la última palabra. ¿Está claro?

Sook estiró sus manos hasta el rostro del mayor y dejó un beso esquimal sobre su nariz. Baekhyun le sonrió sin saber realmente que hacer, quiso darle unas palabras al pequeño, pero Chanyeol y su garganta rasposa se lo impidieron. Él pisó el césped con la chaqueta entre las manos y le regaló una sonrisa a ambos, un tanto feliz y también confundido.

Problema en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora