—¿Cómo cuidarás a Sook si dirigirás la jodida empresa, Baek?
Aunque había dicho las cosas sin pensar el día anterior se rompió la cabeza buscando alguna solución toda la noche. Baekhyun no era tonto, siempre tenía un as bajo la manga y esta vez sería el tierno hombre que tenía en frente.
—Por algo te tengo aquí, serás mi mano derecha, hyung. Te asegurarás de ser bueno y me informarás de todo, vendré los lunes, miércoles y viernes por la tarde justo cuando Chanyeol vuelva a casa.
—Tú sí que me odias.
—No lo hago, hyung, solo te pido un favor que probablemente te devuelva en el futuro. Además, te aseguro que la paga es buena.
Minseok bufó y agitó las manos lleno de molestia, debía cumplir, después de todo Byun Baekhyun era un chico de buen corazón y siempre hacía lo que fuera por él.
—Supongo que me tendrás de secretario, tienes suerte de que no trabaje durante esta temporada, maldito mocoso.
Baekhyun sonrió al oír las palabras de su amado primo y saltó contra él rodeándole con los brazos y uniéndose a él en un fuerte abrazo, su primo era el mejor.
—Por eso te amo, hyung.
—Vale, vale, estás sonando malditamente homosexual en este instante.
—Como si tú no lo fueras —el rubio frunció los labios y sacudió su saco, no se vestía así de formal desde que cumplió los veinte y para su mala suerte debía utilizar trajes seguido desde ese día en adelante—. Consígueme una cita con el estilista, ya quiero quitarme este color.
—Buah, que asco de vida tengo —Minseok tecleó unas cuantas cosas y salió del lugar dando un portazo, el rubio desabotonó su camisa y suspiró.
Se metió en un lío bastante grande, pero saldría de aquello lo más rápido posible. Miró su aburrida oficina, chasqueó la lengua, negó levemente dejando que la soledad no lo consumiera y terminó fuera de esa habitación en dos segundos y en camino hacia la de Chanyeol, en donde de seguro Sook estaba jugando de lo más feliz.
Entró al lugar como si se tratara de su casa, Sook estaba en el suelo jugando con unos cubos de colores, riendo de vez en cuando mientras que Chanyeol miraba la pantalla de su computadora sumergido en su trabajo. Baekhyun se quedó viendo con adoración al pequeño, habían algunas veces en las que dejaba de ser como un adulto en el cuerpo de un pequeño y se comportaba como los niños de su edad, asombrándose de cada cosa nueva que descubría y hablando como un niño, todo siempre para su conveniencia, porque Sook era todo menos un niño tonto.
—Mami, luces muy lindo —Sook levantó los pulgares y se levantó como pudo para caminar hasta el rubio, quien lo tomó entre sus brazos y dejó un sonoro beso sobre su mejilla.
—Gracias, cariño, tú también estás hermoso.
—No tanto como tú —el pequeño sonrió coqueto y recibió otro beso de parte de Baekhyun mientras sus mejillas se coloraban por la sorpresa—. ¿Verás hoy una película con Sookie?
—Hoy llegaré tarde a casa, pero podemos mañana. Estaré todo el día contigo, incluso podemos dormir juntos.
Sook volteó un poco la cabeza dándole un vistazo a su padre, se acercó un poco a él antes de soltar de sus labios algo que Baekhyun jamás creyó oír—. Papá Yeol se enojará, Sookie oyó que cuando alguien ve a quien ama con otra persona se enfadan mucho. Sookie no quiere que papá se enfade contigo, mami.
—No creo que él se enoje conmigo por estar contigo, Sookie.
—Es malo si le das cariño a alguien a quien no amas, mami —Sook tocó con sus pequeños deditos la nariz de Baekhyun y terminó aprentando sus mejillas sin lastimarlo.
ESTÁS LEYENDO
Problema en pañales
Fanfiction¿Quién le había mandado a tener un hijo con Do Kyungsoo tras una confusión en la universidad? Park Chanyeol un hombre de casi treinta estaba desesperado por encontrar una niñera que cuidase de su pequeño hijo. Haría de todo, hasta ponerse de rodilla...