—¿Estás seguro de que lo dijo?
Chanyeol lanzó uno de los almohadones a la cara de Jongdae por su estupidez.
—Es lo que te he dicho, sentí algo cuando lo dijo, me estaba mirando a los ojos como si me perforara —escondió su rostro entre sus manos molesto, ¿por qué sentía esas cosas justo en ese momento?
—Dudo que lo haya dicho, tiene novio, Chanyeol. Ha de haber sido para contentar al demonio que tienes por hijo, lamento romper tus falsas ilusiones adolescentes.
—Tengo veintiocho, Jongdae, deja tus estupideces. Ha dicho que le gusto, ¿qué es eso de que tiene novio?
—Un chino que apareció de la nada. Cuando Minseok y yo fuimos a buscarlo al aeropuerto el año pasado ahí estaban, lucían enamorados hasta las patas, todavía lo están de hecho.
—Entonces, ¿esa sensación terrible en el estómago es porque me estoy sugestionando?
—Lamento arruinar tus sueños, pero sí. Él tiene un novio que lo hace muy feliz.
El rostro de Chanyeol terminó pegado al sofá, soltó un grito y se removió arrugando su traje. Frotó su rostro una y otra vez y miró hacia el frente. Habían pasado cinco días desde que Baekhyun le dijo que lo amaba o bueno, desde que Baekhyun le dijo a Sook que amaba a Chanyeol, lo que para el alto era exactamente lo mismo.
Ya era viernes y ambos amigos estaban a punto de ir al trabajo, quince minutos más y Baekhyun debía aparecerse. Aunque llegó antes que lo estimado sonriendo a ambos hombres que se dedicaron a mirarlo.
—¿Dónde está Sook?
—Buenos días a ti también.
—Para qué saludarte si ayer te he visto. Todos ustedes son un caso —Baekhyun hizo un ademán con la mano y subió las escaleras al otro piso como si estuviera en su propia casa.
Sook estaba sobre su cama, había un enorme espacio desocupado, así que Baekhyun quitó sus pantuflas y se acostó a un lado del niño, acariciando su espalda. El pequeño respiraba calmadamente, su pequeño cuerpecito dio una vuelta hasta quedar cara a cara con el rubio, terminando por acurrucarse en el pecho de él para conseguir más calor.
Baekhyun le frotó la espalda dándole todo el calor que podía, las mañanas estaban siendo más frías de lo que eran usualmente, no se sorprendería si el niño cogía un buen resfriado que lo dejase en cama por semana y media.
Chanyeol entró a la habitación luego de despedir a Jongdae quien iba algo atrasado a su trabajo, se quedó un minuto apreciando la escena, sonrió un poco y se acercó a ambos sin hacer ruido.
Baekhyun estaba a punto de caer dormido antes de sentir leves caricias en sus mejillas:—Cinco minutos, hyung, solo cinco.
—Baek, venía a decirte que ya me iba, puedes llamarme si algo sucede, ¿está bien?
Baekhyun entre abrió un poco los ojos y luego de mirar al mayor asintió, volviendo a su posición anterior con la intención de dormir un rato más.
Las respiraciones de Sook se pegaban a su cuello, sentía pequeñas cosquillas en aquel lugar aunque aquello no le impidió seguir durmiendo como se de la Bella durmiente se tratase.
Baekhyun despertó cuando el pequeño tiró de las mangas de su sudadera, abrió sus ojos y los frotó, soltando un bostezo.
—Hyunnie, Sookie está aburrido —el pequeño hizo pucheros mientras restregaba su rostro contra el pecho de Baekhyun.
—¿Quieres tener una fiesta de té? —Sook abrió sus brillantes ojos y sonrió tanto como pudo, Baekhyun le revolvió el cabello mientras se levantaba de la pequeña cama.
Él y Sook iban de la mano bajando las escaleras, el agarre del pequeño se volvió mas fuerte antes de llegar al primer escalón.
—¿Compraremos pastelitos?
—Podemos hacer unos con nuestras propias manos.
Sook rascó su mentón pensativo—. ¿Pueden ser violetas?
—Del color que tú quieras, cariño.
El pequeño se paró de puntillas para besar la mano de Baekhyun y tiró con fuerza caminando lo más rápido que podía para llegar a la cocina.
Baekhyun buscó todo lo que necesitaría para hacer los pastelitos, harina, huevos, mantequilla y demás cosas para decorar y hacer la mezcla, ¿cómo es que Chanyeol tenía tantas cosas en la despensa y siempre lo encontraba comiendo fideos instantáneos o comida para llevar?
Encendió el horno señalándole a Sook que no podía acercarse o la niña que estaba dentro del horno saldría y lo besaría cien veces.
—¡Hyunnie, quiero ver! —Sook se paró de puntillas sin poder ver nada, hizo un puchero y refunfuñó.
Baekhyun lo tomó en brazos y lo dejó sentado en la encimera mientras él revolvía y añadía uno a uno los ingredientes como su madre le había enseñado. Cuando la masa estuvo lista cogió un poco de esta con el dedo y se la echó a la boca, asintiendo conforme. Tomó un poco más de la mezcla y manchó el rostro del pequeño Sook juguetonamente. El menor se tocó con la mano la mejilla y frunció y ceño, se quejó y tras embarrar sus manos con algo de mezcla palmeó el rostro de Baekhyun manchándole también.
—Eso no es justo, yo te he manchado solo un poco.
—No juegues si después te quejarás, traga las palabras ante las consecuencias.
Ambos soltaron una carcajada al mismo tiempo, Sook lamió sus dedos antes de que Baekhyun pudiera ayudarlo a lavarlos.
Aprovechó de darle algo de comida al menor en tanto que los pastelillos se horneaban correctamente, jugó al avioncito con Sook incluso cuando a él no le agradaba para nada la idea.
A las cuatro de la tarde ambos se sentaron en la mesita de juguete ubicada en el jardín trasero después de haber montado las cosas para la fiesta de té. El niño colocó sus dos peluches favoritos en las sillas celestes y un pastelillo junto a una taza de té tibio para cada uno de los cuatro.
—¡Hyunnie, ya está todo listo!
—Allí voy, cariño, dame un segundo.
Baekhyun dejó su delantal a un lado y salió al jardín trasero con orejitas de conejo en su cabeza y una dulce sonrisa dirigida a Sook quien comenzó a aplaudir por lo guapo que el mayor lucía con aquellas orejas rosas.
©Parktastic 2O17
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Problema en pañales
Fanfiction¿Quién le había mandado a tener un hijo con Do Kyungsoo tras una confusión en la universidad? Park Chanyeol un hombre de casi treinta estaba desesperado por encontrar una niñera que cuidase de su pequeño hijo. Haría de todo, hasta ponerse de rodilla...