XXIX

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—Sookie, ¿qué usarás hoy? —Baekhyun besó la frente del pequeño, y lo destapó un poco, él se hizo una bolita y luego se sentó despertándose al fin.

—Algo que me haga ver bonito.

Sook saltó de la cama y caminó hasta su armario, buscando algo lindo para vestir, deshechó la idea del traje de pingüino, ni loco lo ocuparía otra vez. Se decidió por sus vaqueros de siempre y una camiseta con estampados de dinosaurios que el tío Dae le había obsequiado, obviamente después Baekhyun le escogió algo para que cubriera sus bracitos, su pequeño bebé no iría fuera descubierto con tanto frío.

—Ven aquí, vamos a ducharte.

El pequeño caminó junto a Baekhyun con toda la ropa necesaria entre sus manos, para apenas casi tener cuatro años era un niño muy inteligente e independiente, hasta cierto punto, claro. Pero a larga se las ingeniaría para no pedirle nada a nadie y estar por su cuenta. Baekhyun le lavó el cabello mientras que él jugaba con unos pingüinitos de hule, salpicando para todos lados, pero sin mojar a su mami.

Terminó vestido y listo para la acción quince minutos después, Chanyeol llevaba una camisa y unos pantalones de vestir puestos, por lo que se veía guapísimo, se sorprendió al ver a su pequeño despierto a tal hora y colgado del cuerpo de Baekhyun.

—Sookie irá al trabajo con mami, papá Yeol.

—¿Ahora eres un hombre de trabajo, Park Sook? —Chanyeol revolvió el cabello de su bebé sonriéndole y consiguiendo risitas de parte del pequeño.

—Sí, mami me llevará al parque después —Baekhyun asintió, no le vendría mal tomarse un tiempo libre por la tarde y disfrutarla con Sook.

—Hoy voy a salir temprano, Yeollie, ¿estarás bien sin mí? —el más bajito le sonrió acercándose y robándole un beso, mientras que Sook se sentía de muchas maneras, alegre, celoso de papá Yeol porque mami le daba besos, más alegre y algo apretado ya que estaba entre los dos hombres durante el beso.

—Nunca estaré bien sin ti, pero por Sookie lo que sea, ¿cierto, pequeño?

—Sí, papá.

Sook se entretuvo como pudo mientras estaba en el trabajo de su padre y Baekhyun, había dibujado una familia feliz, con Kyungsoo con una enorme barriga para ser más realista.

Ambos salieron luego de comer unas fresas con crema y una leche chocolatada, Sook había almorzado una papilla de calabazas mientras que Baekhyun comió un poco de arroz con algunas guarniciones.

—No estés nervioso, Sookie, hoy nos irá de maravilla.

Sook asintió, encontrando confort en la bella sonrisa de Baekhyun, le plantó un beso en la mejilla y le sonrió de vuelta mostrando sus pequeños dientecitos de niño grande.

—Vamos a conquistar a ese hombre —el niño se convenció a sí mismo, en una plática mental, que él podía con lo que fuese, así que armado de valor y de la mano del mayor, entró al parque con el pecho inflado—. Mami, Sookie va a jugar por allá, puedes sentarte ahí mientras tanto, ¿sí?

Baekhyun aceptó, se quedó donde su pequeño le dijo y observó a lo lejos como el caminaba decidido hacia los toboganes.

—Sook, no esperaba verte hoy aquí, me dijiste que no venías por las mañanas —el mayor le tocó la nariz con una sonrisa, se agachó para estar a su altura, Sook se puso rojo como tomate y le dio una de sus mejores sonrisas al tipo.

Baekhyun observó como el niño hablaba con un hombre, frunció el ceño al no poder ver su rostro, pero no se preocupó al ver que el hombre iba acompañado de otro niño. Quizás ese pequeño era su supuesta media naranja.

Problema en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora