XLIII (Final)

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Por favor leer la nota al final.

Todos se encontraban enfocados en el trabajo que el dueño de la casa les había puesto, Jongdae barría el lugar moviendo las caderas al ritmo de la música que había puesto, Minseok llevaba una tonelada de vasos a la mesa del salón y Chanyeol estiraba tranquilamente sus manos para colgar un gran cartel en la viga que sobresalía sobre su cabeza, por primera vez le había encontrado un uso apropiado a ese relieve en el techo.

—Seok, ¿puedes ayudarme a con el otro lado? Mi brazo no llega hasta allá?

—No hay problema, mi metro noventa me ayudará a tocar el techo con la facilidad que tienes tú —respondió Minseok lleno de sarcasmo sacando algunas risas que su esposo se tragó al ver a Chanyeol fruncir el ceño.

Sehun apareció en la escena con un bol lleno de chucherías entre las manos, aprovechó de acomodarlo en la mesa junto a los vasos que Minseok había dejado anteriormente, sin saltarse el patrón de colores que había hecho con toda la comida en el lugar. Chanyeol había estado organizando una fiesta de bienvenida para su novio e hijo junto a sus más cercanos, había sido improvisado incluso teniendo fecha para la cirugía de manera anticipada, Jongin todavía no llegaba con los gemelos, pero no estaba preocupado por él aún.

—Deja que te ayude, hyung —Chanyeol lo miró ectrañado, preguntándose desde cuando había aceptado tener una relación tan cercana con el rubio teñido, le resto importancia cuando vio que acomodaba el otro lado del letrero con destreza, al menos servía de algo.

—No soy tu hyung —le respondió cuando el trabajo ya estuvo hecho y sonrió frente al enorme letrero sobre su cabeza leyendo las palabras que él mismo había elegido.

Bienvenidos a casa bebé y Moonbyul. Resaltaba en letras anaranjadas, tal y como él había solicitado.

Kyungsoo también era partícipe del plan, había llegado al hospital antes de tiempo para ser quien llevara a Baekhyun hasta su hogar, respondiendo afirmativamente al mensaje que Chanyeol le había enviado pidiéndole que distrayera a Baekhyun tanto como fuese posible.

—¡El tío Kyung ha llegado! —soltó Kyungsoo con alegría y las manos alzadas.

La voz de Kyungsoo había despertado momentáneamente al bebé, quien comenzó a retorcerse entre los brazos de su padre estirando sus manitas y soltando algunos ruidos sin mayor significado.

El pequeño no paró de emitir ruidos hasta que los brazos de Kyungsoo lo sostuvieron, se quedó quieto al instante con los ojitos entrecerrados por la luz que venía desde arriba.

—Que lindos ojos son los que tiene el pequeño Moonie, al tío Soo le gustan tus ojitos, pequeño.

Moonbyul hizo una mueca con sus labios, no reconocía muy bien a las personas, pero había algo que Kyungsoo tenía que lo hacía especial, algo que le encantaba, tanto que estiraba sus bracitos para tocar el rostro del hombre haciendo el mayor esfuerzo que su pequeño cuerpo de recién nacido le permitía.

—Eres tan lindo, Kyung, me dan ganas de morderte.

Baekhyun seguía sentado sobre la camilla doblando con cuidado la ropa que había llevado para el bebé, la estiró con sus finos dedos sin poder ocultar la sonrisa en su rostro.

—No le cuentes a nadie que has visto esto, no soy así si es que no estoy rodeado de bebés. Ni siquiera mis hijos me miran con la dulzura que lo haces tú, Soojong solamente me vomita encima y Insoo disfruta de morderme los pezones mientras lo amamanto.

—Bunny es un amor, es imposible que te muerda.

—Eso lo dices porque no te pasa a ti. Además sé que Insoo es tu favorito de los dos —el bebé soltó una queja—. Esta pequeña estrellita tiene mucho sueño.

Problema en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora