XXVII

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—Bueno... —suspiró Jongdae mirando la escena frente a sus ojos, ¿estaba asustado? Por supuesto—. Es hora de que pasemos tiempo de calidad juntos, porque a tu tío se le ocurrió la gran idea de viajar esta semana. ¿Qué te parece el disfrutando en Jeju y nosotros aquí, tú y yo? —Jongdae estaba a punto de morir, uno, porque todavía no conquistaba a Sook con sus dotes de tío genial; y dos, Minseok se encargaba de Sook la mayor parte del tiempo.

—No me queda de otra —Sook ladeó la cabeza con una sonrisa en la cara, una sonrisa que, sin saber su intención, lucía malvada.

—Como me gustaría que fueras igual de tonto que Chanyeol, ¿por qué absorbiste la maldad de Kyungsoo desde sus entrañas?

—Sookie es igual a papá Yeol, tenemos la misma cara —el pequeño colocó sus manos en su mentón luciendo lo más adorable que pudo, Baekhyun soltó un gritito al ver la escena, se veía sumamente adorable.

Jongdae tomó al niño entre sus brazos, se despidió de la pareja fingiendo llorar y gesticulando un 'ayuda' con los labios. Luego de que Sook le diera un golpe en la frente siendo cuidadoso como solamente él era, ambos salieron del lugar.

—¡Es hora de nuestra cita! —gritó Baekhyun tras presenciar la escena, corriendo por la casa hasta la cocina para quitarse el delantal y dejarlo donde debía estar.

Chanyeol se limitó a quedarse en su lugar, solo sonriendo. Baekhyun de un metro sesenta y tanto, volvió a la sala, con los cabellos revueltos y sin el delantal rosa que traía puesto y se colocó junto a él. El mayor le acomodó el cabello y dejó un beso en su frente, atento a lo que él quería decir.

—¿Podemos ir a cenar a un restaurante, Yeollie? —eran casi las cinco de la tarde y parecía que Baekhyun quería algo para llenarse el estómago lo antes posible.

—Lo que tú quieras, bebé —él sonrió y se paró de puntitas para besar los labios de su novio, colgándose del cuello de este.

Media hora después, Chanyeol encendió el automóvil y fue guiado por Baekhyun a su destino. Baekhyun ya tenía algo en mente y estaba sumamente emocionado de pasar su noche en un pequeño restaurante a las afueras de la ciudad al que no iba mucha gente y que tenía una hermosa ambientación.

Al llegar y elegir una mesa que tenía vista hacia la naturaleza, Baekhyun y Chanyeol ordenaron el especial del día listos para degustar los maravillosos platos que servían en el lugar.

Llevaban un tiempo como pareja, su relación iba viento en popa y para el poco tiempo que llevaban juntos ya estaban llenos de recuerdos hermosos y memorables, que de seguro iban a recordar cuando envejecieran juntos.

Baekhyun no podía estar más feliz de tener a alguien tan maravilloso en su vida, miró a su novio con una sonrisa durante toda la cena. Hablaron de muchas cosas, recordaron el pasado y soñaron con un futuro juntos, para la edad que tenían ya era hora de sentar raíces y formar una familia, Baekhyun habló de su deseo de tener hijos, de como lo había pasado en Japón y Chanyeol le habló de su tiempo en la universidad, de lo que había estudiado y lo que había dejado. Le contó de sus sueños, de los primeros años de Sook y como Jongdae lo molestaba en la secundaria por perderse una gran oportunidad, que no alcanzó a mencionar porque el postre había llegado. Así que siguieron hablando, tranquilamente, aunque todos los miraban de mala gana porque no tomaban sus cosas y se iban de una vez.

—¿Te ha gustado la cena? —con un asentamiento Chanyeol observó el lugar donde había estado su postre, se lamió los labios recordando el dulce sabor y suspiró.

Problema en pañalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora