Capítulo 18.

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·Narra Justin·

Los rayos de sol se colaron divertidos consiguiendo despertarme, aunque a mí no me hizo gracia alguna. Tenía un tremendo dolor de cabeza y me pesaban hasta las pestañas.

Maldita sea, no me encontraba nada bien.

Abrí mis párpados con dificultad y mi visión fue borrosa por unos momentos. Cuando empecé a ver con claridad, los recuerdos almacenados en mi cabeza comenzaron a pasar por delante de mí a velocidad de la luz. Había bebido demasiado la noche anterior y ahora lo lamentaba con una tremenda resaca.

Agaché mi vista y me sorprendí al distinguir la cabeza de Aira apoyada sobre mi pecho desnudo. Habíamos dormido juntos por primera vez y una sonrisa escapó de mis labios tras pensar aquello. Su pequeño cuerpo se encontraba de lado y sus rodillas se flexionaban consiguiendo ocupar el menor espacio posible. Había terminado rendida contra mí pocos minutos después de que me dedicara a hacer caricias por sus brazos. Según me dijo, le encantaba que le hicieran eso antes de caer en un sueño profundo. Y pude comprobar que decía la verdad.

Descansaba una mano sobre mi ombligo y la otra la apoyaba contra su oreja. Había adaptado una postura muy graciosa. Unos cuantos mechones de pelo se colaban algo rebeldes en su cara y me encargué de mandarlos detrás de su oreja. Así no le causaban ninguna molestia y yo podía mirarla mejor. Salíamos ganando los dos.

Estaba guapa hasta durmiendo. Tenía un aspecto de niña buena que me mataba por dentro; esa pizca inocente que le caracterizaba me perdía por completo. Aunque ahora ya había descubierto una faceta suya que desconocía. Era algo atrevida cuando se lo proponía y dejaba atrás esa timidez cuando éramos fuego y ardíamos. Me gustaba eso; que pudiera pasar de un extremo a otro en tan solo cuestión de segundos.

Era tan ella que todos los adjetivos se quedaba cortos para definir cualquiera de sus peculiaridades. No era como las demás chicas que había conocido a lo largo de mi vida, era muy diferente. Por eso, no me atrevía a que mis ganas de ella arruinaran toda la magia que estábamos formando.

Estaba convencido de que formábamos un buen equipo.

Un bostezo escapó de mis labios y llevé una mano a mi boca para cubrirla y hacer el menor sonido posible. Mis movimientos fueron pausados y controlados para no despertarla, pero un ruidito marchitó de sus labios. Enseguida se movió y pude apreciar cómo sus párpados se despegaron delicadamente.

-Buenos días, Aira –sonreí cuando sus ojos emprendieron dirección hasta arriba para chocarse con los míos.

Ella frunció el ceño al principio y después frotó sus ojos, limpiándolos.

-Buenos días, Justin –arrugó su frente y me miró algo desconcertada.

-¿Va todo bien? –le pregunté observando la expresión descolocada de su cara.

Ella hizo una mueca y apartó sus manos de mi cuerpo para llevarlas a su cara. Escuché cómo un suspiro partió de sus labios hacia el exterior y se echó a un lado, de modo que quedó hacia arriba.

-Sí –asintió mientras con la sábana cubría sus piernas-. Es solo que no vuelvo a beber en mi vida.

-¿Por qué?

-Porque todo me da vueltas y tengo una angustia tremenda... -se movió algo incómoda y terminó dándome la espalda.

-Deberías ir al baño y lavarte la cara –le aconsejé-. La mayoría de las veces a mí me funciona.

-No tengo fuerzas ni para salir de la cama –se quejó y después escuché un largo bostezo salir de su boca.

-Va, tonta –le animé, rozando su espalda pausadamente-. Es lo mejor que puedes hacer.

Diferentes Estrellas #1 [Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora