Capítulo 6.

3.5K 186 167
                                    




·Narra Aira·

Pestañeé un par de veces antes de creer lo que había ante mis ojos. Un espléndido cielo azul decorado con nubes que parecían de algodón de azúcar cubría todo un paisaje montañoso teñido de color verde y marrón oscuro. Era precioso.

-Nunca había visto algo similar...

Justin también estaba alucinando. Acopló una mano en su frente para cubrirse del sol mientras entrecerró los ojos para perderse en las vistas que teníamos ante nosotros.

-¿Te gusta? –pregunté ansiando una afirmación por su parte.

-A decir verdad... Me ha sorprendido mucho –movía su cabeza delicadamente para no perderse ni un centímetro de naturaleza-. ¿Sueles venir aquí muy a menudo?

-En realidad no –respondí sincera-. Esta es la tercera vez que vengo.

-¿De verdad?

-Ajá –asentí yo.

-Eso es que no sabes valorar lo que tienes –dijo a la vez que una sonrisa traviesa se abría paso en sus labios.

Le dediqué una mirada asesina. Enseguida supo cómo calmar la fiera que llevaba dentro ya que él mismo sabía sacarla a pasear muy bien.

-Quiero decir –mojó sus labios y los dejó húmedos. Por un momento todos mis sentidos fueron a parar allí pero después me dejé de tonterías-, si yo fuera tú me escaparía y vendría aquí todos los días.

-Créeme que lo haría si tuviera tiempo –era una excusa, pero me había quedado bien. Justin tenía razón, no sabía apreciar lo que tenía al lado de casa. ¿Por qué tenía que engañarle? No, no quería mentirle-. Bueno, en realidad no sé por qué no vengo más a menudo... -reculé-, quizás porque está demasiado alejado para venir sola.

-¿Siempre has venido acompañada?

Me miraba con atención, fijándose en cada palabra que salía de mi boca. Y eso me gustaba, tal vez de una manera o de otra me sentía importante, y no porque fuera Justin Bieber, sino la persona que había detrás de él. Alguien que, en cierta medida, estaba empezando a conocer.

-Sí, con mis padres.

-¿Así que soy el primero? –una expresión burlona se dibujó en su rostro.

-¡Maldita seas! –le di un codazo y él se quejó, aunque sabía que estaba exagerando porque no le había dado fuerte-. ¡No se puede hablar contigo seriamente!

-¡Solo estaba bromeando! –dijo entre risas.

Después llevó una mano a su pelo, peinándolo hacia atrás y deshaciendo lo poco que quedaba de su cresta. Entonces me di cuenta de que realmente cualquier peinado le quedaba bien, porque era guapo, guapo de cojones.

Estábamos sobre un bloque de piedras aunque parecía que estábamos suspendidos en el aire, como esas águilas enormes que agitaban sus alas y volaban alto, muy alto. Bajo de nosotros se abría un peligroso barranco que hacía que se te subiera hasta la garganta la comida del mediodía.

Impresionaba demasiado y Justin no tuvo otra ocurrencia que asomarse curioso a ver lo que había bajo.

-¡Ten cuidado! –exclamé sin querer. En cuanto fui consciente de las palabras que habían escapado de mi boca me quise tirar por allí mismo.

Justin frenó en seco, deteniendo sus pasos. Entonces suspiré tranquila hasta que se giró y me miró con esa ceja suya alzada, como hacía muchas veces.

-¿Desde cuándo te preocupas por mí?

Una sonrisa traviesa se asomó en sus carnosos labios e inevitablemente sentí cómo mis mejillas comenzaron a arder. Algo se estaba prendiendo fuego en mi interior.

Diferentes Estrellas #1 [Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora