Capítulo 37.

2.8K 183 296
                                    



·Narra Aira·

Un coche nos dejó frente a la casa de Justin y atravesamos un gran jardín hasta llegar a una zona en la que se podía distinguir una piscina gigante con varias hamacas alrededor. Todo el terreno estaba cubierto de césped y árboles que formaban sombras de todas las formas posibles; excepto al subir la escalera que llevaba a la entrada, donde se escuchaba el crujir de un perfecto parqué.

-Pues aquí es donde vivo -Justin abrió la puerta y nos permitió pasar, quedándose el último.

-No está mal para venir de vez en cuando -añadió Fredo.

-Ni para que sea el lugar de mi funeral -comentó Bibi, observando a su alrededor-. Aquí moriría feliz.

En ese instante, una pequeña bola de pelo nos recibió. Esther apareció y vino corriendo hacia nosotros.

-¡Esther! -la llamé.

Ella empezó a mover su pequeña cola de un lado a otro en repetidas ocasiones, poniéndose nerviosa.

-¡Pero qué grande estás! -exclamé, agachándome para cogerla en brazos.

-En fotos lo parecía menos, ¿verdad? -Justin se acercó a mí y acarició su cabeza.

-Quería creer que solo eran impresiones, pero no -curvé mis labios hacia abajo, simulando tristeza.

-Mejor que Kay no la vea, si no cogerá una depresión de caballo -habló Bibi, observando al animal como si le fuera la vida en ello.

-Oh, venga, sois unos exagerados -protestó Fredo-. Si sigue siendo un bebé.

-Le has cogido cariño, eh -comentó Justin.

-Mucho -admitió su amigo-. Es la única chica que me quiere.

-Anda, no digas eso -Bibi le dio un codazo.

-Soy un fracasado en el amor, cuando quieras te cuento todas mis penas -le propuso Fredo a mi amiga.

-Soy toda oídos -sonrió Bibi.

-Bien, pero vamos a movernos de aquí antes de que alguien se deprima al escuchar sus desgracias -habló el dueño de la casa.

-Oye, gracias por tu apoyo -le reprochó Fredo, a modo de broma.

-De nada, tío. Para eso estamos.

Seguimos los pasos de Justin y nos adentramos en un largo pasillo hasta llegar a un salón. Éste era muy espacioso y toda la decoración estaba marcada por colores claros y suaves, dejando un aspecto muy limpio.

En el fondo, al lado de una cristalera que daba a la piscina, se extendía un alargado sofá de piel y frente a él una televisión de plasma se acoplaba perfectamente a un mueble blanco.

En la otra parte, un piano de tamaño considerable se arrinconaba en una esquina y cerca de él se podía apreciar una mesa rectangular bordeada por sillas que tenían una forma extraña. Todo era muy moderno y parecía estar hecho a medida para que no quedara ningún hueco vacío.

-¿Y a ti qué te parece? -Justin pasó su brazo por encima de mi hombro y me atrajo hacia él.

-Que es gigante -respondí, mirándole esta vez a él.

-¿Solo eso? -curvó sus cejas, formando una expresión extraña en su cara.

-Es muy bonito todo -asentí con mi cabeza-. Me gusta la decoración, lo esperaba más cargante.

-Prefiero las cosas sencillas -me miró de lado y mojó sus labios.

-Eso está bien -me moví algo nerviosa.

Diferentes Estrellas #1 [Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora