Diferentes Estrellas #1 [Justin Bieber]

Capítulo 30.

·Narra Aira·

Acababa de contarle a Justin lo que había sucedido. Podía notar cómo las venas se iban marcando a lo largo de su cuello y sus músculos se veían más rígidos, más fuertes, como si estuvieran cargados de rabia. Una rabia contenida, acumulada dentro de él, pero que podía palpar desde los centímetros de distancia que nos separaban.

-No me puedo creer que te haya dicho todo eso -pasó una mano por su pelo y soltó un suspiro que parecía haber sido retenido durante algunos largos minutos-. Y encima se atreve a besarte -se puso en pie, levantándose de la cama, y pegó una patada a lo primero que se encontró por delante.

Me asusté un poco por el estruendo que se escuchó, pero seguí sin moverme del sitio. Estaba sentada en una esquina de la cama, con las manos juntas, una pierna encima de la otra y mi labio inferior temblando (y no era por el frío).

-¿Cómo le digo todo esto a Bibi? -cerré mis ojos y antes de abrirlos de nuevo, intenté encontrar algo de calma-. No soy capaz...

-Deja de preocuparte por los demás, Aira -Justin agitó los brazos a su alrededor-. Y preocúpate más por ti, por lo que ese gilipollas se ha creído con derecho a hacer contigo.

-Tienes razón -clavé mis dientes en la carne de mi labio-, pero es que le voy a romper más el corazón...

-Y yo le voy a romper la boca a Jacob -gruñó, inquieto.

No dejaba de caminar de un lado a otro de la habitación.

-Relájate, por favor -le pedí.

Estaba demasiado alterado y no sabía cómo calmarle. Ni siquiera sabía si yo tenía el poder suficiente para hacerlo.

-No puedo relajarme, no ahora -elevó el volumen de su voz y sus manos formaron dos grandes puños-. Joder.

-Justin... -un hilo de voz salió de mi garganta.

-Deberías haberme llamado en ese momento -apoyó una mano contra la pared y, colocándose de espaldas a mí, se inclinó hacia delante, como si estuviera perdiéndose en sus pensamientos y no quisiera que nadie le molestara.

-Yo no sabía que él...

-No lo repitas -me cortó-. ¿Alguna vez te dijo algo?

-¡No! ¡Por supuesto que no! -me indigné-. ¿Cómo iba a intuir que él quería algo conmigo si era el novio de mi mejor amiga?

-Es todo muy extraño -me fijé en cómo agitó su cabeza-. Y el tío se empeñaba en caer bien y en ofrecerte que cuidaras de sus primos...

-Ahora entiendo ese interés -dije con repugnancia.

-No tendría que haberte dejado sola -maldijo.

-No te eches la culpa.

-Podría haber evitado que toda esa mierda sucediera -insistió-. Seguro que ha aprovechado el verte sola para... -estrelló sus nudillos contra la pared, lleno de furia.

-Justin, no hagas eso -le rogué, algo asustada por su comportamiento.

-Tranquila...