Ten cuidado

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Capítulo 41




Al otro día

-Ayame...-escuché una voz muy familiar junto con unas manos que me sacudían suavemente-... no puedo creer que te quedaste aquí dormida- dice la misma voz mientras yo me muevo incómoda.

-Déjame dormir en paz, idiota- digo lanzando un puño para golpear a quien quiera que fuera el maldito que me estaba despertando.

-Lo haría, pero Lady Tsunade me mandó a buscarte luego de que pasó más de una hora esperándonos y tu nunca llegaste- responde Kakashi con suma naturalidad.

En ese momento salto de donde estaba acostada y empiezo a correr hacia la oficina de la Hokage a toda prisa, todo el sueño que tenía se esfumó rápidamente. Hoy teníamos que presentarnos Kakashi y yo, pero que idiota soy, lo olvidé completamente.

-¡Perdone Lady Tsunade!- digo entrando a la oficina sin siquiera pedir permiso y haciendo una gran reverencia- realmente lo siento, soy una descuidada e irresponsable.

-Ayame- dice la Hokage con una voz terrorífica y el ceño fruncido, que cambia al verme por unas fuertes carcajadas, acompañadas por las carcajadas de Shikaku que para mi sorpresa se encontraba a mi lado.

-¿Que sucede?- pregunto confundida cuando cierto peliplata se posiciona a mi izquierda riendo por lo bajo.

-Digamos, que tienes ciertas marcas en el lado derecho de todo tu cuerpo- dice Shikaku aguantando la risa y es ahí cuando comprendo.

Miré brazo y es lo que temía, tengo pequeñas marcas rojas de las piedras en las cuales dormí. Pero que inmaduros son, ruedo mis ojos y miro a la Hokage que ya había calmado un poco sus risas.

-Bueno, los llamé a ti y a Kakashi para informarles que los ANBU tuvieron éxito al eliminar el objeto, parece ser que era una especia de bomba de Chakra que se activaba mediante  unos sellos- dijo sonriendo- todo esto significa que su misión fue un rotundo éxito, además de traer información muy valiosa, salvaron a la aldea y todos estamos realmente agradecidos, ahora Kakashi, puedes retirarte que tengo algo que hablar con Ayame.

El solo asiente mientras camina con tranquilidad a la salida y me mira de reojo justo antes de salir por la gran puerta.

-Bueno Ayame, se que es un poco pronto y que no te di ningún descanso, pero tienes una misión que completar, esta misión de es nivel A y la realizarás con alguien que creo que trabajará bien contigo- espetó la Sannin causando una gran curiosidad en mi.

-¿Con quien?- vocee para luego escuchar una pequeña risa a mi lado.

-Conmigo- intervino Shikaku haciendo que mis ojos de abrieran como platos y dejando ver una gran sonrisa en mi rostro, iba a tener una misión con mi sensei.

-Su misión es bastante corta, tienen que llevar este pergamino al edificio del Señor Feudal del país del Fuego. En ningún momento pueden abrir el pergamino, se lo deben entregar personalmente al Señor Feudal y deben protegerlo con sus vida, en caso de un ataque intenten salir ilesos, no es muy importante la fecha de entrega del pergamino así que tómenselo con calma. Se que son ambos muy fuertes Jounin así que podrán lograrlo fácilmente- dijo la Hokage mientras le entregaba el pergamino a Shikaku- salen hoy en tres horas, ahora pueden retirarse- sentenció esta sonriendo con amabilidad y señalando la puerta.

-Supongo que esta es una misión como en los viejos tiempo- dijo mi sensei mientras se cruzaba de brazos.

-Supongo que si- dije mientras se me escapaba una sonrisa.

-Bueno, pasa por mi casa dentro de tres horas y saldremos, recuerda aprontar todo muy bien- dice este refiriéndose a que construya una estrategia.

-Hai sensei- digo para luego salir del lugar a comprar un pergamino idéntico al que la Hokage le entrego a Shikaku, tal como había hecho en el examen de Kakashi.

Al llegar a la tienda busco por unos minutos uno que sea idéntico, aunque es un poco difícil ya que el original tiene unos colores y un tamaño muy extraños. Por fin luego de un rato, encuentro uno que se parece bastante, lo compro y me voy a mi casa para preparar mis cosas.

Por el camino pude notar como unos niños jugaban en un parque, se veían realmente felices en su mundo, tal como yo a su edad. Al llegar preparo lo básico en mi bolso y luego me pongo la camisa de mi madre, mi chaleco Jounin, unos pantalones, algunas vendas y mi espada que la había dejado luego de la última misión con Kakashi.

Miré el reloj y todavía tenía dos horas, así que salí para comer algo. Me puse el bolso al hombro y salí cerrando con llave mi casa todavía bastante sucia, cuando vuelva de la misión debo limpiarla. Caminé por un rato y me paré en un puesto para comprar unos dangos, luego de pagarlos una amable chica los colocó en una bolsa así que me los llevé y empecé a caminar para encontrar un lugar tranquilo.

Me paré en un pequeño puente donde había una linda vista, me senté en la baranda y saqué mis deliciosos dangos para comerlos.

-¿Así que tienes una misión?- cuestionó cierto peliplata que se había sentado a mi lado asustándome un poco.

Yo solo asentí y le ofrecí dangos por mera cortesía, ya que como sabía no le gustan las cosas dulces. El movió su cabeza a los costados para indicarme que no los quería, así que me los comí con mucho gusto.

-Sabes, es una misión clase A, así que será mas sencilla que la anterior-dije para tener algo de lo que hablar.

-Si, igualmente....- dijo largando un suspiro- una misión clase A sigue siendo peligrosa, así que tu sabes...- dijo un poco incómodo y rascando su nuca sin poder encontrar las palabras para lo que creo que me quería decir-... ten cuidado, digo, no queremos perder a una fuerte kunoichi como tú.

Su preocupación me hizo sentirme feliz, no sabía explicar la razón,pero así era, aunque a él le costara bastante decir cosas así, ya que siempre es frío y reservado.

-Si,y si te encargan alguna misión cuídate también, digo, no quiero perder a alguien como tú- dije directa, ya que Kakashi era la persona más cercana que tenía en estos momentos.

Él me miró un poco sorprendido por mi comentario pero luego sonrió, no se notaba mucho por su máscara, pero igualmente lo pude percibir. Luego de un rato de estar en un cómodo silencio mientras comía, me fijé la hora, y ya debía marcharme.

-Debo irme, nos vemos pronto, Bakakashi- dije mientras golpeaba amistosamente su hombro y desaparecía en dirección a la casa de mi sensei.



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-Dimoche.

Un ser querido • Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora