Un par de copas

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Capítulo 44





Ahora simplemente tengo que hacer el Jutsu para llegar a la aldea, igualmente preferimos caminar unas pocas cuadras para así alejarnos del lugar y que no crean que estamos intentando nada sospechoso, con la extrema seguridad que tienen si realizamos algún Jutsu a metros del lugar nada bueno sucedería.

Todo estaba tranquilo hasta que un pequeño ruido nos alerta, fue muy sutil, como el crujir de una rama, pero ambos nos dimos cuenta en ese segundo que nos estaban siguiendo y ya teníamos una clara idea de quienes eran.

-Ya pueden salir- dije hacia ellos una vez que Shikaku y yo paramos.

Unos diez hombres salieron de entre los arbustos, entre ellos el que noshabía "robado" el pergamino, este se veía muy molesto, creo que no le gustó mucho eso de que lo engañáramos tan fácilmente.

-Ya descubrimos que el pergamino era falso- recriminó cerrando sus puñosy apretándolos con tal fuerza que sus nudillos se tornaron blancos mientras frucía su ceño

Intenté con todo mi ser contener la risa y para mi suerte lo logré, pero unas pequeñas lagrimitas se escaparon de mis cuencas. ¿En serio te has dado cuenta? Que loco, no puedo creer que te tomara tanto.

Pero debía mantener mi compostura, así que al final nadie lo notó excepto Shikaku que la situación no parecía de su agrado.

Mi sensei hizo su tan conocido "Jutsu de sombra estrangulante" haciendo que todos quedaran atrapados, impresionante ya que eran diez Shinobis. Para mi suerte este Jutsu no perjudicaba a Shikaku así que hice otro para lastimarlos o dejarlos inconscientes más que nada, no eran una gran amenaza así que no había que matarlos.

-"Jutsu ráfaga de viento cortante"- esta la hice bastante suave e implementando la menor cantidad de Chakra posible, era difícil ya que si dejaba fluir mucho podía lastimar a alguien, y si era muy débil el Jutsu no tendría efecto, tenía que haber un balance.

La mayoría de estos se desmayaron y otros pocos quedaron doloridos. Aproveché que Shikaku seguía manteniendo su Jutsu y llevé a todos a la aldea, más precisamente a la torre de la Hokage, como no eran una amenaza en su actual estado era mejor que los encerraran o algo parecido.

-¿Qué es esto?- preguntó sin ápice de sorpresa Lady Tsunade observando atentamente a los diez hombres tirados en el suelo con aburrimiento y un poco de frustración.

-Nos cruzamos con estos atacantes, creo que sería mejor si se quedan en prisión y no libres intentando robar pergaminos ajenos- dijo Shikaku mientras se cruzaba de brazos y sonreía con orgullo, además de cumplir la misión habíamos acabado con una amenaza.

Yo me acerqué a uno de los hombres que no se movía y le tomé el pulso, no tenía, había muerto. Yo lo maté. Un escalofrío recorrió mi espalda y mi sonrisa se transformó en una mueca de disgusto.

-Bueno, Ayame ya puedes irte- agregó Tsunade mirándome- Shikaku ya me dará el informe de la misión.

-Espérame afuera por favor- agrega Shikaku.

Y tras escuchar eso salí del lugar tras una leve reverencia, estaba muy cansada y lo único que quería en estos momentos era un trago y dejar de pensar en esa baja. Ya después vería a Kakashi, creo que por el momento puede esperar.

Me senté en un banco que se encontraba a unos pocos metros de la puerta y me recargué en el esperando a mi sensei mientras leía mi libro.

Tras unos pocos minutos escuché como la puerta se abría y alcé mi cabeza para ver al azabache acercarse a mi con sus manos en los bolsillos.

-Realmente has mejorado Ayame- dice él sacudiendo mi cabello en una muestra de afecto.

-Estuviste impresionante al retener a los diez, deberíamos ir a celebrar- pedí bastante emocionada, digamos que ver a Shikaku pasado de copas era algo muy entretenido.

-Lo siento Ayame, pero creo que me esperan en casa- lamenta Shikaku, sus palabras hacen que sienta un vacío en mi pecho junto con un mal sabor de boca, se que puede sonar muy exagerado pero así me sentía.

Después de todo él tiene una familia que espera por él, un hijo, una esposa, amigos que lo aman y se preocupan por su bienestar. En cambio yo, no tengo nada. Ni amigos, ni familia y lo único cercano a mi si podría decir que es Kakashi. Shikaku notó mi disgusto así que rápidamente cambió de opinión.

-¿Sabes qué? Debemos ir a celebrar, hace años no hacíamos alguna misión juntos, no creo que Yoshino se enoje si voy contigo- ríe él a lo que yo sonrío y asiento.

-Entonces vamos, vi un lugar que te va a gustar.

Y sin pensarlo más nos fuimos de allí. Tras caminar unos minutos llegamos al bar y entramos para sentarnos en la barra, era un lugar con luces rojas, bastante espacioso, las pocas personas del lugar eran adultos y en el mostrador estaba lleno de botellas de todos los colores y tamaños, se veía claramente que era un lugar para tomar. Shikaku estabaun poco incómodo, pero tras unas cuantas copas eso se fue completamente a la mierda y el no paraba de reír y hacer bromas.

Ambos habíamos tomado bastante, pero yo muchísimo más, ya que quería olvidar dos cosas, la muerte de ese hombre y mi soledad. Así que sin pensarlo dos veces me bebí un vaso entero que contenía un extraño líquido parecido al sake solo que mucho más fuerte.

Pasaba el tiempo y yo seguía tomando, solo que todo era mucho más alegre que antes, las personas se veían más graciosas y se movían, más bien el suelo se movía.

-¿No crees que estas demasiado ebria para tener solo 21 años?- Preguntó Shikaku mientras yo dejaba blanco el fondo del pequeño vaso de cristal.

-Me pareces tan gracioso- contesté mientras tomaba sus mejillas y las apretaba con fuerza- yo jamás podría hip estar hip eb-hip-ria- chillé mientras me atacaba un fuerte hipo que de a poco pude controlar.

Narra Kakashi:

Me encontraba en un tejado revisando la zona a ver si la encontraba, pero nada por más que la buscara no estaba por ningún lado, hasta había ido a su casa para buscarla, pero tampoco se encontraba allí.

Hace unos minutos había llegado de una burda misión rango C y solo tenía ganas de verla, ver que estuviese bien. Ya me estaba dando por vencido cuando escuchó un grito que me alarmó bastante

-¡No me hagas esto por favor!- suplicó la voz Ayame en un sollozo- ¡Déjame!- chilló esta ves cosa que hizo que me alarmara y pensara en cualquier repugnante cosa que le estarían haciendo para que actuara de esa manera, así que rápidamente entré al lugar de donde provenían sus gritos...



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Bueno, quería avisarles que voy a cambiar la portada y título de la historia en algunas horas por diferentes motivos así que no se asusten que la historia seguirá siendo la misma.

Si me quieren ayudar a elegir la portada ya que hice muchas pueden mandarme un mensaje, pero bueno.

-Dimoche.

Un ser querido • Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora