Comencé a correr de forma desesperada intentando volver a mi aldea luego de 14 largos años, ya no importaban las heridas o el miedo, solo quería volver con mi familia, con el Hokage, con la aldea, había corrido por días hasta que al final la pude ve...
Cuando giré mi cabeza para quedar nuevamente de frente al enemigo, ya era demasiado tarde, vi como cientos de la las bolas anteriores eran dirigidas hacia mi, yo no había tiempo de de hacer ningún tipo de Jutsu, creo que eso significa que hasta aquí llegué yo, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, era miedo, yo apenas tenía 20 años, no había podido cumplir esta importante misión, querría aprender muchísimos Jutsus, querría conocer más gente de Konoha, conocer a Naruto, a Sasuke, pero sobre todo pasar más tiempo junto con el insoportable, pervertido y despreocupado Kakashi...
Cerré los ojos antes de recibir el impacto ya que la luz que emanaba ese Jutsu era insoportable, pero nada sucedió, todavía tenía mis ojos cerrados pero notaba que esa luz había desaparecido.Cuando me digne a abrir mis ojos vi como un espiral se cerraba llevándose toda la luz de la explosión que nunca impactó contra mi.
Miré a la mujer y esta estaba incrédula, con el rabillo de ojo pude ver a Kakashi, esta estaba con una rodilla en el suelo, mientras su pecho subía y bajaba de forma agitada en busca de aire, al ver su sharingan note como este estaba levemente modificado, ya no tenía pupila, en vez de eso había una especie de shuriken de tres aspas, no sabía lo que era pero me sonaba de algo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al ver su ojo sangrar me di cuenta de que se trataba del Mangekyou Sharingan, no sabía que Kakashi tenía ese poder, que era realmente devastador, tanto para el atacante como para la persona que usa el Jutsu, así que corrí hasta quedar detrás de el para cubrirlo en tanto el se recuperaba.
Aproveché ese momento de distracción para lanzar varias shurikens que apuntaban a la cabeza de la mujer, esta no pudo esquivarlos pero si logró frenar el ataque obstruyendo con su antebrazo izquierdo la trayectoria de estos haciendo que se clavaran en su brazo, pero por lo menos no fue en su fea cabeza.
Esta se enfureció al ver que su ataque había fallado he intentó recrearlo nuevamente, aparecieron unas pequeñas bolas de Chakra como la vez anterior pero falló por falta de este mismo.
-Creo que ya no tienes reservas de chakra, una lástima, porque yo sí- dije arrogante, no me caía nada bien esa mujer y humillarla se me había hecho algo divertido.
Esta gruñó y se acercaba a mi para usar Taijutsu, en lo que me iba peor, además de que ella era muy fuerte, lancé mis kunais sellados en busca de apoyo, sin ellos estaba realmente muerta.
Yo iba de kunai en kunai esquivando los ataques un segundo antes de que estos me alcanzaran, a este ritmo no podía hacer ningún Jutsu ya que perdería tiempo y ella lo podía utilizar para golpearme, tenía que pensar en un plan rápidamente.
"¡Eso es!" pensé, ya tenía un plan perfecto que no puede fallar, solo debía guiarla a la trampa y caería como mosca.
Empecé el plan pero este se vio interrumpido, la mujer desapareció y reapareció detrás de mi dejando la ilusión de ella moviéndose a través del bosque, pero sin duda la real estaba detrás de mi. Me propinó una patada que impactó contra mi espalda baja y me lanzó varios metros a lo lejos.
-Creo que tu debilidad es el Taijutsu mocosa- dijo aferrando nuevamente su mano a mi cuello- odio que una mocosa como tú me hable de esa manera, si tuvieses más experiencia serías muy fuerte, una lástima, porque yo si- ironizó copiando mi tono cuando le dije "Creo que ya no tienes reservas de chakra, una lástima, porque yo sí"
Tomó un kunai con su mano libre con la intención de clavarlo en mi pero al final para mi sorpresa se clavó en el abdomen de Kakashi mientras este la atravesaba con su "Chidori" dejando caer el cuerpo de la mujer ya sin vida .
El peliplata aún tenía clavado el kunai en su abdomen, pero dudo que en ese momento le importara mucho, lo pude atajar justo antes de que su cuerpo tocara el suelo.
-Era más fácil dejar que ella me matara y atacar ahí, ¡¿Por qué nolo hiciste así?!- grité reprochando al idiota- las reglas dicen que...
-Aquel shinobi que no cumple las reglas es considerado escoria...- dijo Kakashi interrumpiendo mis palabras- pero aquel que abandona a sus compañeros, es peor que la escoria, y tú Ayame, eres más que mi compañera.
Sus palabras junto con la forma en que me miraba y sonreía mientras la sangre seguía desde su ojo hasta su barbilla, hicieron que esa frase quedara grabada en mi memoria, así que Kakashi tiene sentimientos después de todo, eso me alegra en cierto punto, más de lo que debería.
Necesitaba un lugar limpio y cómodo para poder curara a Kakashi y que este se recuperara. Mientras pensaba lo dejé en el suelo y al mismo tiempo quitaba el kunai y ponía un intento de venda su herida, intento porque eso de venda tenía lo que Kakashi de puntual, o sea nada.
Saqué un pergamino vacío que tenía y tras reunir casi todo el chakra que me quedaba sellé el cuerpo de la mujer para no llamar mucho la atención en donde tenía planeado ir.
Levanté a Kakashi mientras el me miraba con curiosidad, y ejerciendo mucha fuerza logré cargarlo en mis hombros, teniendo si cabeza y brazos saliendo se mi hombro izquierdo y sus piernas del derecho mientras su tronco lo soportaba mi pobre espalda.
Sino fuera una shinobi entrenada no podría cargarlo, Kakashi pesaba muchísimo, creo que eso le pasa por la cantidad de músculo.
La buena noticia para mí en todo esto es que había puesto un sello cercano al lugar a cual deseaba ir. En un parpadear ya me encontraba a media cuadra del lugar, caminé con dificultad y llegué.
"Aguas termales y Hotel Kiku"
Entré y un hombre bastante viejo se encontraba parado detrás de un mostrador. El lugar era bastante lindo y un poco lujoso, pero tenía dinero y era el único abierto que yo recordara.
-Buenas noches, quería saber si no tendría una habitación para dos, con una cama para cada uno si puede ser- le comenté regalándole la mejor de mis sonrisas.
El hombre se dio vuelta sin emitir sonido y rebuscó entre un cajón hasta que sacó una llave.
-Solo tengo esta que tiene una cama matrimonial- murmuró con cara de pocos amigos.
-¿No tiene nada más?- pregunté nerviosa, realmente no quería dormir en la misma cama que Kakashi, eso jamás.
-Es la última que me queda, tómala o vete- dijo el viejo mirándome de mala manera.
Así que no me quedó otra, tendría que compartir cama con él...
