Un ser querido • Kakashi Hatake

Quieren tu Sharingan

Capítulo 32

-Entiendo si quieres hablar o no, así que decide que quieres hacer, si quieres te escucharé, si no buscaremos algo más para hacer- le dije mientras yo seguía acariciando su cabello.

-Rin,yo...- tragó saliva y suspiró con nerviosismo- hoy es el aniversario de su muerte, desde que yo la asesiné, ella era mi compañera, mi amiga, yo le prometí a Obito en su lecho de muerte que la cuidaría, pero en vez de eso la maté- dijo cerrando sus puños con fuerza.

-¿Fue tu intención?- el me miró con confusión y luego suspiró nuevamente para dirigir su mirada al techo.

-Claro que no, estábamos acorralados y ella se atravesó con mi chidori pero ig...- está vez fui yo quien interrumpió al mismo tiempo que me enderezaba y dejaba las caricias.

-Si yo fuera ella te golpearía- él me miró muy sorprendido- ella dio su vida para salvarte, salvar a un compañero, a un amigo, esa es la forma en que cualquier Shinobi o Kunoichi desearía morir, así que si te tomas el crédito por su gran sacrificio, eres muy egoísta.

Una lágrima se escapó de su ojo derecho y una pequeña sonrisa se formo en su rostro mostrando que mis palabras habían causado algo positivo en él.

-Hoy tendría que ir a su tumba...- comenta Kakashi mirando sus manos.

-Yo iré- él me miro sorprendido- tengo que ir a entregar un reporte para la Hokage así que dejaré unas flores en su tumba, ¿cómo dices que era su apellido?- pregunté restándole importancia al hecho de que si me descubrían estaba más que muerta.

-Nohara, Rin Nohara, pero no puedes ir, si te descubren...- no terminó la frase y se puso muy serio, no queríamos imaginar lo que podría pasarme si me descubrían.

-Si me descubren volveré aquí en menos de un segundo, no te preocupes tanto, ahora iré a comprarte un poco de comida antes de irme- dije saliendo de la habitación antes de que el me reprochara algo más.

Narra Kakashi:

Ayame volvió de comprar comida y nuevamente trajo pescado, solo que esta vez Caballa hervida, creo que puedo acostumbrarme a esto, además de eso me trajo un bastón de madera para que pudiera moverme con libertad por el tiempo que ella no estuviera.

Cuando se fue tomé una toalla, una máscara y salí rumbo a las aguas termales que estaban a unos metros de la habitación, debía relajarme un poco. Ya no estaba tan mal como horas atrás, pero ese mal gusto seguía en mi boca.

40 minutos después

Ya había vuelto a la habitación y Ayame no estaba, eso me daba muy mala espina, casi siempre se demoraba unos 10 minutos cuando mucho, si le pasó algo por ir a la tumba de Rin, no, no debo pensar así. Como si mi mente la llamara Ayame apareció a mi lado con una expresión que me avisaba de problemas.

-Tenemos un problema, uno bastante grande- dice Ayame mirándome seriamente- fui a la tumba de Rin y pude dejar las flores sin ningún problema, pero a unos metros de el cementerio estaban hablando Pain y un hombre de máscara naranja en forma de espiral, que tenía, tenía el...Sharingan.

-No puede ser, las únicas tres personas que tenemos el Sharingan somos, Sasuke, Itachi y yo- dije sorprendido por su comentario, y es que después de la masacre Uchiha, solo quedábamos nosotros.

-Eso no es lo más importante- dijo Ayame mordiendo su labio inferior un poco nerviosa mientras caminaba por toda la habitación con sus brazos cruzados - escuché de lo que hablaban, parece ser que tienen un arma para destruir Konoha, y la usaran en diez meses, ese es el plazo de tiempo que tenemos para causar alguna fisura en su plan.

-Lo extraño, es el por qué solo en Konoha y no en otras aldeas, debe haber algo oculto en todo esto que nosotros todavía no sabemos-murmuré mirando el suelo intentando analizar la situación, no tenía mucho sentido que una organización tan grande solo se centrara en una aldea, a no ser que tuvieran algún conflicto personal.

-Eso no es todo Kakashi, parece ser, que nos están usando, por lo que oí, van a dejarnos con vida durante un tiempo más para que podemos hacer dinero para ellos y luego, van a tomar tu...- la miré ya sabiendo como iba a terminar esa frase- Sharingan.

Ahora que lo pienso tiene un poco de sentido, si ellos son los jefes de esa organización imagino que no quieren ensuciarse las manos, por eso les sirve que Ayame y yo lo hagamos, y para cuando confiemos más en ellos y se puedan acercar a nosotros, robarán mi Sharingan.

-Está bien, luego informaremos a Lady Tsunade pero de momento es bueno que hayas conseguido esta información- Obito, protegeré el regalo que me diste, no lo perderé hasta que a través de el puedas ver un mundo mejor, un mundo de paz.

Narra Ayame:

Todo lo que estaba pasando me tenía un poco alterada, mi serenidad habitual se había esfumado en cuanto me enteré del peligro al que están expuestos la aldea y Kakashi. Realmente no me importaba que pasara conmigo, pero un nudo se formaba en mi garganta al imaginar que algo le puede pasar al Jounin. A pesar de que no nos conozcamos hace mucho tiempo, siento un fuerte vínculo que me ata a el, y es que además tiene cierto parecido a mi hermano menor, está claro que Hotaka era mucho más impulsivo, tonto y sentimental, pero tenía eso que yo no pude llegar a comprender con total claridad, eso a lo que todos llaman "la voluntad de fuego", eso tenían en común mi hermano y este peliplata.

-Bueno, me voy un rato a las aguas termales, creo que necesito relajarme-digo tomando mis cosas y saliendo antes de que Kakashi pudiera decir algo. Realmente en este momento no quería hablar con nadie, tan solo estar sola y tranquila.

Quería relajarme, pero además no quería que él notara mi malestar, ya que esta misión estaba siendo cada vez más complicada y con más presiones. ¿Qué pasaría si no podemos pararlos y destruyen Konoha por nuestra culpa? ¿Y si tomaban el Sharingan de Kakashi?¿Y si lo mataban? Eran muchas dudas que producían un profundo dolor en mí.

Me desvestí cubriéndome con una toalla, salí de los vestidores y las aguas termales estaban completamente vacías, así que muy tranquila me metí en ellas mientras cerraba los ojos e intentaba olvidar todo lo sucedido. Mi relajación no duró mucho al notar como alguien me espiaba desde las aguas de los hombres. Para mala suerte del hombre, yo era una kunoichi, así que podía notarlo fácilmente. Rápido me puse mi toalla y me dirigí a el muro que dividía las dos aguas termales que por cierto tenía un pequeño agujero por donde ese pervertido veía.

Para no llamar mucho la atención y hacer todo como me gustaba, calculado y sin llamar la atención, desaparecí y re aparecí a espaldas del hombre que seguía viendo por el agujero un poco alarmado buscándome.

-J-jiraiya-sensei- se escuchó la voz de un niño detrás de mi advirtiéndole al pervertido viejo de un largo cabello blanco que giraba lentamente para verme.

Se va a enterar de que no debe espiar a los demás, y menos en un momento así...

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Parece que se van a encontrar con Naruto y Jiraiya...

-Dimoche.