ANBU

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Capítulo 56





Estaba pensando demasiado, hasta que se me ocurrió algo que podía funcionar, saqué el kunai que tenía en mi brazo izquierdo y lo arrojé directamente hacia la sombra, por la forma en que lo tiré ahora estaba cayendo de cabeza hacia al suelo, habría sido más fácil si estaba de pié pero ya no tenía tiempo para eso. Caí poniendo la mano sobre el kunai y sosteniendo todo mi peso sobre esta, como parándome en sobre una mano, por suerte mi cuerpo estaba totalmente recto y como creía no había caído presa del Jutsu.

Me impulsé y rápidamente aterricé metros atrás, comencé a correr, ya tenía la estrategia perfecta. Mientras ellos lanzaban increíbles Jutsus hacia mí yo me desplazaba según un patrón de kunai en kunai. Abrí mi chaleco y lo dejé en mi brazo izquierdo. Todo iba bien, pero para mi mala suerte los subestimé, ya que fácilmente descubrieron mi patrón de movimiento, así que se adelantaron y cuando llegué a mi destino por el "Jutsu dios del trueno volador" uno de ellos me estaba esperando, me propinó un fuerte codazo que medio en la ceja derecha haciendo que de la herida comenzara a brotar sangre, pero no tenía tiempo, solo podría ganar esta batalla si seguía mi estrategia y si había algo con lo cual yo no contaba era con tiempo, aquel valioso y preciado tiempo, podía definir si ganaba o perdía, y si había algo que no me gustaba era perder, ese era mi punto débil.

Con una Shuriken que saqué corté la camiseta que tenía a la mitad arrancando una gran cantidad de esta, por suerte no me había puesto la de mi madre, debía agradecerle a Kakashi por derramar la salsa de soja sobre esta. No sé como lo logré, pero pude cortar ese pedazo de tela de forma que quedara como una especie de cuerda, ahora solo debía amarrarla a mi Shuriken y estaría lista, pero si me perseguían era un poco complicado lograrlo.

Al final lo hice, como quería el chico de las sombras se acercaba a mí, tenía unos cinco segundos antes de que llegara, saqué más Shurikens y se las lancé a su compañero, haciéndolo retroceder hasta quedar a unos centímetros de uno de mis kunais sellados.

Lancé la soga de forma que parte de el filo de la Shuriken penetrara al chico del Clan Nara, lo tenía atado, tiré de la cuerda haciendo que quedara junto a mi, con mi Jutsu nos trasladé a ambos hacia su compañero, le lancé al chico como si fuera una bolsa de papas haciendo que este perdiera un poco el equilibrio.

Ahora solo faltaba el final, el creó una muralla de tierra para defenderse, pero como ya todos saben, le tierra es vulnerable al elemento viento, el cual yo poseía.

Desde mi interior generé la mayor cantidad de Chakra que pude para que el ataque fuera tan fuerte como para tirar la muralla y además herirlos, expulsé todo ese Chakra convirtiéndolo en viento, fácilmente cortó la muralla y golpeó a los hombres.

Corrí hacia ellos, y de camino tomé dos kunais enemigos, me arrodillé entre ellos y les coloqué a ambos un Kunai sobre sus cuellos, ya había terminado.

Sin poder notarlo el amigo de Kakashi que nos había estado observando todo este tiempo junto con la Hokage había movido a sus compañeros sacándolos del peligro y ayudándolos a incorporarse para que se recuperaran, cosa que hicieron bastante rápido. Me dejé caer al suelo sentándome en este, estaba exhausta.

-¿Te encuentras bien?- preguntó Lady Tsunade que ya se encontraba a mi lado.

Yo solo asentí con la cabeza y continué controlando mi respiración, se ve que estaba un poco fuera de forma, después de esto debía ir a entrenar urgentemente.

-Ya se pueden ir, gracias por ayudar en esto- dijo firme la rubia, a lo que todos los ANBUs obedecieron desapareciendo sin dejar rastro.

Todo quedó en completo silencio por un momento, pero al final dijo lo que yo ya sospechaba.

Un ser querido • Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora