Un ser querido • Kakashi Hatake

La prueba

Capítulo 2

Narra Kakashi:

Antes de poder detenerla ella la había completado el Jutsu, y para mi sorpresa no tenía intención alguna de atacarnos, al escuchar lo que dijo quedé bastante sorprendido, era el Jutsu de Minato, pero ¿como es que ella lo sabía? Miré a la hokage en buscar de alguna respuesta pero nada, estaba igual de impresionada que yo.

-Kakashi ve a buscarla- me ordenó.

Hice el Jutsu de invocación y tras una nube de humo Pakkun apareció.

-¿Que onda?- dijo rascando su oreja con su pata.

-Pakkun, necesito rastrear este aroma- le dije mientras le acercaba el chaleco que ella había dejado.

Pakkun empezó a olfatear el suelo, luego la cama.

-Por aquí- dijo el can mientras salía por la ventana del hospital.

-Este rastro me lleva a la entrada de la aldea pero es horas atrás- dice refiriéndose a cuando la traje hoy en la tarde- Pero hay un olor muy similar en una casa, aunque no tiene ningún tipo de rastro.

-Bien llévame a esa casa- le pido.

Empezamos a correr y saltar por los techos de diferentes casas hasta llegar a la entrada de un clan con el símbolo que ella tenía en su chaleco, el Clan Natsuhoshi

-Gracias Pakkun, puedes irte, desde aquí ya la puedo oler yo- le contesté mientras entraba a el lugar.

Pakkun desapareció detrás de una bola de humo y yo continúe con mi camino.

Pude notar que era bastante grande, aunque muy mal cuidado y con bastantes cosas rotas, que seguramente se deben a el incidente de esa noche.

Empecé a buscarla pero no me podía sacar de la cabeza el que ella use  la compleja técnica del segundo Hokage tan fácilmente. Seguí corriendo hasta escuchar un ruido que venía de una de las casas, la más grande. Entré lentamente para no hacer ningún ruido y ella se encontraba allí, arrodillada en el suelo,todavía no me había notado, así que me agaché a su lado y le dije.

-Entiendo, entiendo que la muerte de alguien querido te duele, pero deberías estar en el hospital, todavía estas muy lastimada, si quieres luego de recuperarte puedes venir o hasta vivir aquí, pero realmente en este momento lo más sensato es ir a descansar ¿Entiendes?- dije tratando de ser comprensivo, cosa que no me salió muy bien.

Ella me miró y asintió sin fuerzas. Luego de esto se desmayó, así que la cargue en mis brazos y salí de allí con ella, ahora que la podía ver era muy atractiva y me recordaba un poco a ella, o al menos a las fotos que he visto. La llevé hasta al hospital, y entrando por la ventana con sumo cuidado la dejé en su cama y luego me fui de ahí

Narra Ayame:

Me desperté en el hospital, me sigue doliendo el pecho, y no exactamente por los golpes, más bien por la noticia de ayer a la noche. Pero no podía quedarme llorando y lamentando en ese lugar.

Me quité la vendas, me puse mi ropa y salí por la ventana. La aldea se veía muy diferente, habían muchas más casas y la ubicación era diferente, pero seguía conservando cosas como la oficina del Hokage que seguía estando allí.

Me dirigí a esta donde esperaba encontrarme con la Hokage, entré y subí las escaleras hasta llegar a la puerta de donde se supone que se encontraría ella.

-Con su permiso Lady Hokage- dije asomando la cabeza.

-Oh si, por supuesto Ayame pasa, pero ¿Qué haces aquí? ¡Deberías estar en el hospital! ¿Por qué todo el mundo sale del hospital sin hacerle caso a los doctores?- me contestó muy enojada y protestando.

-Es que ya me curé- dije rascando mi nuca un poco nerviosa- solo le venía a pedir un favor.

-¿Qué tipo de favor?- me preguntó seria mientras seguía revisando algunos papeles.

-Es que en este tiempo fuera estuve pensando y lo que quería hacer al llegar aquí era entrenar para hacerme más fuerte y cumplir con lo que debía que era al tomar la cabeza del Clan, eso no podrá ser por motivos obvios- dije bajando la cabeza- pero, igualmente quiero hacerme más fuerte y entrenar y ya sabe, quería saber si alguien me podría ayudar.

-Entiendo, pero dime, esto ¿no es por venganza o si?- preguntó ella dejando de lado sus papeles para volcar toda su atención en mí.

-No claro que no Lady Hokage- negué rápidamente- además eso sería imposible, ya que las personas que me secuestraron y mataron a mi familia, están muertas- dije sintiéndome un poco culpable- bueno, la mayoría.

-Entiendo, entonces ven conmigo, primero hay que probar que tan fuerte eres- me dijo saliendo de su oficina.

-Entendido- murmuré sin que ella me escuchara y le seguí.

Caminamos un rato largo hasta un campo de entrenamiento que tenía tres postes de madera y un río cercano.

-Tu espera aquí- me dijo y seguido a esto se fue por donde vinimos.

20 minutos más tarde

Llegó ella acompañada del hombre de ayer, este se acercó y me saludó agitando su mano y sonriendo de forma educada para luego meter sus manos en los bolsillo, que relajado y apático parecía.

-Mi nombre es Hatake Kakashi- dijo llamando me atención- Lady Tsunade ya me ha contado todo y me ha dicho que te probara, tu misión es muy sencilla, tienes que quitarme estos cascabeles- dijo señalando un par de cascabeles que colgaban de su pantalón- de eso se trata todo, es muy facil, pero recuerda- abrió un poco más sus ojos y me miró serio- Si no estas preparada para matarme, no serás capaz de quitarme los cascabeles, tienes hasta el medio día para lograrlo.

-Lo mismo digo- dije mirándolo desafiante ante el comentario de que debía tratar de matarlo.

-¡COMIENZA YA!- dijo el peliplata, y la batalla comenzó.

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Bueno, acá les dejo otro capítulo.

-Dimoche