El primer beso

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Capítulo 54




Los minutos pasaban y el peliplata seguía leyendo su libro, pero a su vez pensando en Ayame, en qué le diría, también esperaba información que la quinta había prometido darle en cuanto supieran más acerca de ese extraño cuervo que había salvado la vida de la joven.

Lo que el peliplata no esperaba era que por la puerta de esa habitación entraran Asuma y Kurenai, que venían a apoyar a su compañero y dejarle unas flores a Ayame, ya que ella ahora formaba parte de los Jounin y debían integrarla lo mejor posible, más aún después de saber todos los años de soledad que la pobre tuvo que soportar.

Después de hablar sobre su caso y algunas otras misiones todo pasó a estar en completo silencio, Kurenai se encontraba sentada en un sillón cerca de ella, Asuma estaba parado al lado de Kurenai y Kakashi se encontraba un poco más alejado sentado en una ventana preguntándose si sería tan evidente los sentimientos que tenía él hacia la muchacha para que sus compañeros se dieran cuenta sin él tener que contarles absolutamente nada al respecto.


Narra Ayame:


Ya estaba despierta, pero no me animaba a abrir mis ojos, sabía perfectamente que me encontraba en el hospital pero ¿Quién estaría en esta habitación?

Por un lado si Kakashi se encontraba en ella sería muy incómodo pero significaba que lo que había dicho antes sobre que no me quería sería mentira, en cambio si él no se encontraba en esta tendría que ahorrarme el mal trago aunque no me ponía para nada feliz el imaginarme que él no se preocupara por mí.

Tenía la intención de permanecer con los ojos cerrados e inmóvil hasta lograr conciliar el sueño nuevamente pero un olor muy peculiar me hizo cambiar de opinión, gardenias.

Eso solo podía significar que el peliplata las había dejado, ya que era él, el único que sabía de mi gusto por aquellas flores.

Abrí los ojos y miré a mi alrededor, a mi derecha en un sillón se encontraba Kurenai con el semblante bastante serio junto con Asuma que sonreía amable, les sonreí pero continué buscando por la habitación con la vista hasta que lo encontré, él estaba en el marco de la ventana mirando el libro que yo le había regalado, pero no lo leía, solo simulaba que lo hacía.

-¿Te sientes mejor?- preguntó Kurenai llamando mi atención.

-Si, demasiado bien diría yo.

Y es que para no poder ni caminar sola tiempo atrás había mejorado mucho, sentía una gran energía en mi interior.

-Eso debe ser bueno, pero los doctores han dicho que descanses para recuperarte adecuadamente- comentó Asuma.

Yo solo asentí y me senté en la cama poniendo un almohadón entre mi espalda y la pared.

Después de entregarme las flores que ambos me habían traído los dos se fueron de la habitación dejándonos a Kakashi y a mí solos en esta.

-Sabes, ya puedes dejar de fingir que estás leyendo.

Kakashi se sorprendió un poco de que lo descubriera pero no le dio mucha importancia y tan solo lo cerró para mirarme fijamente.

-Moriste- susurró mientras su mirada se ablandaba dándome a entender de que decía la verdad.

-¿Morí?

-Por unos minutos, hasta que algo no muy común sucedió, pero me dijeron que habías muerto y yo...

Él no pudo continuar hablando ya que estaba a punto de llorar, pero se contuvo y continuó.

Un ser querido • Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora