Capítulo 46
Mientras ella se quejaba he intentaba zafar mi agarré la metí como pude en la habitación sentándola en la cama junto a mi lado. Ella se había calmado un poco, ya no parecía excitada, tenía una sonrisa amable en el rostros y acariciaba mi mejilla con dulzura, sus ojos dorados brillaban más que de costumbre y el alcohol había teñido sus mejillas de un rosado fuerte que la hacía ver particularmente atractiva.
Metió sus dedos debajo de mi máscara y la bajó lentamente, se acercó con sus ojos cerrados y justo antes de que me besara tomé conciencia de la situación así que piqué su frente con uno de mis dedos.
-¿Acaso soy tan fea que no quieres besarme?- pregunto ella mientras sus ojos se cristalizaban mientras sobaba su frente, la había cagado.
-No es eso Ayame, y tu lo sabes- murmuré mientras acariciaba su espalda en busca de consolarla, cuidar de ella ebria era más difícil de lo que pensé- Cuando te bese- le susurré al oído- quiero que estés totalmente consciente de tus actos, y lo puedas recordar para siempre.
Ella no se movió, ni lloró, solo se quedó estática en el lugar con los ojos muy abiertos y con todos sus bellos erizados, así que esto era lo que yo le causaba. Me gusta.
De la nada se paró con una sonrisa y tomó mi libro favorita mientras corría hacia mi baño.
Yo fui caminando tras ella hasta que escuché el sonido de un vidrio romperse. Corrí hacia ella y se encontraba tirada en el suelo, toda mojada, con cientos de pedazos de cristal al rededor suyo. Había roto mi florero, la verdad no me importaba mucho, es más, se me hacía gracioso verla así, pero una mueca de tristeza se dibujó en mi rostro al verla a ella junto con mi amado libro empapados de agua.
-Creo que siento frío- comento mientras se paraba y yo juntaba todos los cristales para que no se lastimase.
-Te voy a dar algo de ropa, tu te la pones y no rompas nada ¿me entendiste?- le pregunté mientras ella asentía bostezando y se sentaba en el borde de mi bañera.
Tomé el libro y lo tiré en la basura, fui hasta mi armario, tomé una de mis camisas y el pantalón más chico que tenía junto con una toalla, se la entregué y esperé a que se cambiara. Cuando salió tenía puesta solo mi camisa que le llegaba un poco más arriba de la mitad de su muslo, pero no traía el pantalón. Levante una ceja en interrogación y ella solo sonrió mientras mordía una de las mangas, parecía una niña que acababa de hacer una travesura.
-Tu pantalón es muy grande, tienes un gran trasero, a mi esta cosa se me cae- dijo mientras se tiraba en mi cama.
-Está bien, yo me cambiaré y me iré a dormir al sillón...- iba a continuar la frase pero ella me paró.
-Por favor, duerme conmigo, prometo no molestarte- dijo haciéndome ojitos, yo negué con la cabeza y ella volvió a hablar- Hatake hoy, solo por hoy, no quiero dormir sola.
Estas últimas palabras habían sido reales y lo sabía perfectamente, por muy dura que ella parezca la soledad lastima hasta a el más valiente, hasta a un niño tan fuerte como Naruto le dolía la soledad. La miré de reojo y ella jugaba nerviosa con sus mangas mientras miraba el suelo, no podía dejarla sola.
Me saqué mi ropa incluyendo mi máscara y me puse un pantalón cómodo. Me acosté en la cama y le di la espalda. Pero eso no duró mucho tiempo ya que ella me giró para acurrucarse en mi pecho, yo la rodee con mis brazos y quedé profundamente dormido, nunca me había sentido tan cómodo en una cama como ahora, teniendola a ella ahí oliendo su cabello y sintiendo su corazón y respiración, no se que mierda pienso, o peor aún, ¿por qué lo pienso? pero la verdad, me gusta.
Narra Ayame:
Me duele la cabeza. Me siento mareada. Mis ojos van a explotar. Me siento totalmente débil, y sé perfectamente a que se debe. Ayer de noche tomé hasta más no poder, nunca había tomado tanto en mi vida entera y lo único que recuerdo es estar en ese bar con mi sensei.
Todavía no me siento preparada para abrir mis ojos, en parte por la luz solar y en parte por el miedo. No se donde estoy y lo único que puedo hacer es sentir, escuchar y oler. Siento una cómoda cama, y unos brazos rodeando mi espalda mientras el lugar donde apoyo mi cabeza sube y baja lentamente como el tórax de un hombre . Escucho una respiración muy cerca de mi oído junto con el bombeo de un corazón, ya empiezo a imaginarme en donde estoy. El olor, ese olor tan familiar y fresco, que me hace estremecer cada vez, ese olor cítrico lo conozco a la perfección, después de tantos meses en una misión juntos, es imposible no reconocerlo.
Abro mis ojos de golpe y lo que más temía se presentó ante mi. Esa cabellera plateada, esa piel blanca, esas facciones junto con el lunar en la barbilla, se trataba de nada más y nada menos que Kakashi Hatake.
Yo me encontraba mi ropa interior y una camisa de el peliplata, mientras que él traía solamente unos pantalones. Alcé mi vista y mi ropa se encontraba tirada cerca del baño junto con la el chaleco, la máscara y otra camisa de Kakashi. Todos estos factores en conjunto solo me decían una cosa, él y yo habíamos dormido juntos, y no me refería a acostarse en la cama, cerrar los ojos y dormir, si no al otro tipo, ya saben.
Un nudo se formó en mi garganta, la verdad no me gustaba esta situación, yo estaba ebria y no recuerdo nada. Kakashi es atractivo, pero no por eso tiene el permiso de esto, no quería que la primera vez que lo hiciera con él fuera así. ¿Por qué dije eso? Mejor dicho nunca querría acostarme con él ¿o si?
Ante tantos pensamientos tan abrumadores en tan pocos segundos, lo único que salió de mi fue darle una bofetada haciendo que este se despertara de golpe sin entender nada.
-¡¿Pero que mierda?!- preguntó incrédulo mientras sobaba su mejilla y me miraba confundido, la verdad no entiendo para que actúa, o ¿Acaso él también estaba ebrio? Imposible, Kakashi no toma.
-Tu sabias que yo estaba ebria- recriminé mientras miraba hacia abajo un poco deprimida- te aprovechaste de la situación- esto me dolía, aunque no lo admitiera apreciaba a Kakashi, en realidad era la persona más importante y cercana a mi y pensar que hiciera algo así, no me entraba en la cabeza.
-Oh no- comentó molesto- no vas a hacerte la víctima con todo lo que sufrí ayer cuidándote ¿en serio piensas que yo podría hacerte algo así?
-Entonces explícame, porque realmente no recuerdo nada- dije en un tono neutral, en parte el tenía razón, dudo que pudiese ser capaz de acostarse conmigo sabiendo que no tenía control de mis acciones.
Empezamos a hablar y él me contó todo lo sucedido pero sin darme muchos detalles, lo básico, y me sentía horrible por haberlo tratado de aprovechado cuando tuvo que soportarme y cuidarme en ese estado. Después de haberle pedido perdón y agradecido unas mil veces el se fue a bañar y yo me quedé en su sala tomando agua.
Y es que la resaca me estaba matando, estaba muy cansada y solo tenía ganas de quedarme todo el día en ese sillón. Ni siquiera era muy consciente de mis actos, me serví salsa de soja en vez de agua, me puse los zapatos al revés y hasta me perdí tres veces, me sentía una estúpida.
Yo seguía sentada mirando fijamente una pequeña marca en la pared cuando el timbre sonó. Kakashi se encontraba en la ducha, así que tuve que salir a abrir yo. Tomé el pestillo y lo giré sin ánimos, la luz del sol me dio directamente a los ojos, así que puse mi brazo en mi frente en busca de ocultarlo de mis pobres ojos, yo seguía con resaca así que aquello me estaba matando.
-Hola Kakashi ¿vienes a...- la voz de Asuma se cortó al notar que no era el peliplata el cual abría la puerta si no yo...
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Espero que les guste el capítulo, perdón por no subir antes
-Dimoche.
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Un ser querido • Kakashi Hatake
FanficComencé a correr de forma desesperada intentando volver a mi aldea luego de 14 largos años, ya no importaban las heridas o el miedo, solo quería volver con mi familia, con el Hokage, con la aldea, había corrido por días hasta que al final la pude ve...