La profesora de mis sueños.

Capítulo 36

Maratón (1/2)

Pequeñas carícias hacen que me despierte. Abro los ojos y me encuentro a Cristina mirándome con esos ojos que tan enamorada me tienen y acariciándome la mejilla izquierda. Le sonrío inconscientemente y ella besa mis labios.

—Buenos días cariño —dice mirándome con una sonrisa—. ¿Cómo te encuentras?

—Mejor de lo que esperaba, aunque me duele un poco.

—Bueno, es normal —sonríe y yo la beso.

—Te amo, ¿lo sabes? —digo separándome del beso.

—Sí —dice con una sonrisa y esta vez es ella la que me besa.

Profundizamos el beso y yo me muevo poniéndome encima suya. Seguimos el beso mientras nuestras lenguas crean una danza sobre la marcha.

Me separo del beso y hago un camino de besos por todo su cuello y ella echa su cabeza hacia atrás, dejándome un mejor acceso. Llego a su clavícula y la muerdo suavemente mientras ella abre ligeramente la boca sin sacar ningún sonido de ella.

Subo hasta su oreja mientras observo su rostro. Su boca aún ligeramente abierta y sus ojos cerrados hacen que mi centro comience a humedecerse.

—Voy a hacerte el amor como me lo hiciste tu ayer noche —le digo en un susurro rozando su oído con mis labios. Muerdo su lóbulo y bajo de igual modo hacia su cuello otra vez.

Comienzo a descender de su cuello y voy bajando hasta sus pechos. Al llegar, comienzo a subir mis manos por su abdomen y retiro su camiseta dejando sus pechos sin sujetador al descubierto. Poso un dulce beso en cada pezón y comienzo a chupar su pecho izquierdo mientras masajeo el derecho. Muerdo su pezón consiguiendo que se ponga lo suficiente duro y ella suelta un pequeño gemido. Me dirijo al otro pecho y comienzo a chuparlo mientras masajeo el otro. Muerdo su pezón como he hecho con el otro y consigo que se ponga duro escuchando otro gemido de Cristina.

Bajo mis besos hacia su bajo vientre y al llegar bajo mis manos recorriendo su cuerpo hasta llegar al borde de su pantalón. Pongo las manos en la goma y comienzo a bajarle los pantalones hasta quitárselos y los lanzo a un costado.

Subo hasta sus labios y comienzo a besarla, con mi mano acaricio su muslo y comienzo a subir la mano lentamente hasta su centro. Al llegar comienzo a acariciarla por encima de la braga. Ella gime mientras seguimos besándonos y yo aumento mis caricias haciendo que gima más fuerte.

Me separo del beso y le quito las bragas lanzándolas junto la demás ropa. Observo lo húmedo que se encuentra su sexo y comienzo a acariciarlo mientras la miro. Cierra sus ojos y su boca se abre ligeramente. Agarro uno de sus pechos y comienzo a tocarlo mientras sigo acariciando su centro. No espero más y comienzo a introducir un dedo dentro de ella y suelta un leve gemido que logra que me encienda más. Muevo el dedo lentamente e introduzco otro dedo aumentando la velocidad de éstos.

Gime repetidas veces y se agarra fuertemente a las sábanas.

—Me...laa...niee —dice mi nombre entre gemidos—, voy... voy a...

No le da tiempo a terminar la frase cuando se corre en mis dedos cuando tiene el orgasmo. Disminuyo la velocidad de mis embestidas hasta parar de mover mis dedos del todo. Dejo que se calme y cuando noto que sus paredes han dejado de apretarme los dedos, los retiro lentamente de ella.

—Quiero que pruebes tu sabor —le digo y chupo mis dedos y acto seguido comienzo a borrar todo rastro de su vagina y subo hasta sus labios para besarla y dejar que se pruebe.

Salgo de encima suyo y me tumbo a su lado, ambas desnudas.

—Ha sido increíble —me dice y yo beso su frente y apoyo mi cabeza en su hombro.