Capítulo 64

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Capítulo 64

Aquella cena marcaría un antes y un después en el principio del fin. Solomon reunió a su hermano, al comandante de sus tropas, a su prima Shanya Blaze y a su hijo Ythan alrededor de una de las mesas, y juntos discutieron el futuro del reino. Hablaron sobre la fecha de partida de las tropas, el futuro heredero y el periodo de batalla.

Solomon deseaba que su hermano cuidara de la fortaleza durante su ausencia, y así se lo hizo saber a todos los miembros de su consejo. Pretendía volver, por supuesto, pues confiaba en sus hombres plenamente, pero decidió nombrar públicamente en la reunión a su hijo como futuro heredero, para evitar posibles luchas de poder. La primera opción había sido que su hermano cuidase de él hasta que fuera capaz de dirigir el reino por si solo, pero ante la negativa de Julius no tuvo más remedio que solicitarle su ayuda hasta su vuelta. Una vez todo acabara, él mismo o el consejo ocuparía el trono, pero hasta entonces le necesitaba allí. Julius no tuvo más remedio que aceptar. Jamás había tenido el más mínimo interés por ocupar aquel trono, pero dada la situación, comprendió que era la idea más inteligente.

Shanya Blaze y una comitiva formada por más de cincuenta caballeros partirían en dos días hacia las tierras de Alejandría. La mujer encabezaría pronto una nueva expedición hacia las islas por lo que, dado que aún tenía que elegir puerto, no tuvo ningún reparo en aceptar partir desde las tierras hermanas del norte.

El ejército de Reyes Muertos partiría al siguiente amanecer hacia las tierras del sur. A la cabeza iría el Rey Solomon, Darvyel Hooklok con las tropas formadas por caballeros y aldeanos, y Vega con sus guerreros. Entre ellos habían muchos miembros de la guardia de Alejandría, casi cinco decenas, pero por orden directa del Rey, estos permanecerían a su lado. Una vez la guerra llegase a su final, podrían volver a su maltrecho reino.

Y hasta entonces también tendría que aguardar la muerte de Varg. Nadie comprendía porque, pero así lo deseaba el Rey, y así se haría.

Durante bastante rato discutieron los planes de acción, los acontecimientos acaecidos en los últimos tiempos y estudiaron mapas. Solomon había logrado reunir a casi cuarenta mil personas, pero tan solo la mitad viajarían con él hacia el sur. El resto, repartidos por los alrededores de la fortaleza, custodiarían las tierras ante posibles asaltos. La paranoia parecía haberse apoderado de Solomon, y a pesar de que estaba a punto de iniciar una guerra contra el sur, temía posibles ataques por parte de todos los reinos. Y es que, aunque en aquel entonces no lo dijera, su ambición le había cegado hasta el punto de desear apoderarse de toda la isla. Veía enemigos allí donde su vista se posaba, y no podía permitirlo. Primero acabaría con los mal nacidos del sur y después se apoderaría de las tierras del norte aprovechando que habían perdido a su líder. Por último acabaría barriendo desde norte y sur a los Ambarinos.

Pero eso sería mucho más adelante. Por el momento acabar con la amenaza sureña y todo lo que comportaba su existencia era su prioridad.

Fue una reunión larga y tediosa, pero una vez llegó a su fin, todos y cada uno de los miembros de la sala abandonaron el lugar con las ideas mucho más claras que nunca. Unos creyendo en el firme hecho de que el Rey había perdido la cabeza, y otros, cegados por la ambición de su monarca, convencidos que tarde o temprano Reyes Muertos volvería a reinar toda la isla.

Julius se despidió de su hermano con un abrazo, y rezó a los Dioses por su alma. Sabía que seguramente aquella sería la última vez que volverían a verse, pero no mostró emoción alguna. A lo largo de los años había comprendido que la guerra era así, y si bien era cierto que la época de su hermano había sido grandiosa años atrás, Reyes Muertos necesitaba un cambio.

Quizás Ythan pudiera ofrecerle ese cambio tan necesario.

Fuera así o no, lo cierto es que a Julius ya no le importaba. Cuidaría del Reino mientras él faltara, pero después cogería a sus hombres y a su mujer y se trasladarían a Alejandría. Estaba harto de Reyes Muertos, de las luchas de poder y de las traiciones. Ahora lo único que deseaba era poder disfrutar de su vida, de su mujer, de su futuro hijo y cazar brujas.

Baile de Brujas - BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora