La Ultima Regresión.

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Sus marrones orbes brillaron nuevamente, había vuelto a la vida gracias al sacrificio del muchacho que tanto le amó con pasión y entrega de su ser.

–¡¡Almendrita!!– exclamó Mokuba con un gran abrazo a la chica.

Ella se colocó lentamente para sentarse, sintió su cuerpo un tanto pesado, un poco desconocido, se había acostumbrado rápidamente a ser alma errante. Tea habló a Mokuba diciendo que tratara de darle su espacio, apenas iba reincorporándose a la vida real. Kaiba impresionantemente esbozó una tierna sonrisa aún con los ojos llenos de secas lágrimas, no sabía exactamente si acercarse a ella y recibirla con un prometedor abrazo y un dulce beso o simplemente alegrarse y permanecer un poco distante.

–Morí.– mencionó a Ishizu quien se posaba a su lado.– Y le vi nuevamente.

–Epona.– respondió ésta.

–Sí...– su mirada aún se encontraba pensante y serena.– ¿Por qué? ¿Cómo fue posible que...?

–Bakura...– mencionó Tea de manera nostálgica.

–¿Ryo Bakura? ¿Qué con él? La última vez que le vi él...

–Bakura dio su vida a cambio de la tuya.– interfirió Yami y observó que los ojos de ella se engrandecieron impresionantemente ante tal noticia.– Te amó demasiado, Tn__. Jamás había visto amor tan fiel y entregado hacia una criatura.

–¿¡Qué...!?

Seguía sin creerse aquellas líneas que habían resonado en sus oídos, y enseguida, el atento Yami dejó ver a la joven el cuerpo del muchacho tendido exactamente al lado de ella. Almendra pegó un grito pese a la inesperada sorpresa, no se había percatado de la existencia de Bakura a su lado pese a que apenas se reincorporaba a su cuerpo y al momento. Tomó delicadamente el rostro palidezco del muchacho y comenzó a llorar ligeramente, en su interior supo que alguna vez le correspondió y que realmente había estado más que dispuesta a intentarlo pero aquella acción del albino había estropeado su confianza hacia él. Recargó su frente contra la de él y obsequió un dulce beso en cada una de las mejillas del muchacho.

-Mí Ryo...- susurró- Nunca pensé que el amor pudiera llegar a éstas alturas. He visto en películas y programas de televisión cuando alguna situación trata de amor entre dos personas que hacen cosas similares a esto pero jamás me imaginé que pudiera ocurrirme a mi en la vida real...

Kaiba observaba la acción de la pecosa hacia Bakura, observaba con atención hacia la manera en la que ella acariciaba los suaves mechones de color nieve, puso atención a la manera en la que ésta lo miraba percatándose al mismo tiempo de las lágrimas que ella derramaba en ese instante por él. Sintió celos, demasiados. Sintió enojo también ¿por qué no era él quien estaba recibiendo esas muestras de afecto? Obviamente, también se percató de los tiernos besos que la chica depositó en el rostro de Ryo, escuchando al mismo tiempo las palabras que ella musitó al momento de posar el rostro entre sus manos de tal manera que esto último incrementó los celos que el castaño poseía. Ella era de él, él la quería y se había dado cuenta de cuanto la amaba y cuanto la necesitaba.

Almendra acomodó un mechón de cabello por último lugar y se separó del cuerpo de manera lenta sin despegar los almendrados ojos de él. Suspiró para evitar quebrar en llanto, se sentía impresionada, triste, sorprendida y con demasiada nostalgia. Yami se acercó hasta el cuerpo y tomó la sortija, enseguida se volvió hacia la muchacha y se lo entregó.

Polos Opuestos. (Kaiba y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora