Innovación.

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Esperaba con ansias la llegada del lunes, al paso de los días me había encontrado varias veces con Mokuba y habíamos ido por helado o golosinas, nunca me comentó nada acerca de que entraría a trabajar a KC y eso indicaba que no sabía nada al respecto, entonces la gran duda surgió: Si Mokuba no tenía nada que ver respecto a la decisión de Kaiba en contratarme ¿Cómo fue que mágicamente al gran duelista le nació el contratarme sin siquiera haberme hecho una entrevista de por medio? Esto, en particular me dejaba con un extraño sabor de boca y una duda de un nivel casi existencial.

El lunes por la mañana desperté más temprano de lo normal, debía presentarme en Kaiba Corp. muy temprano así que opté por hacer higiene a mí persona lo más rápido posible. Tomé una ducha, busqué vestimenta formal, arreglé mí cabello e hice el desayuno para finalmente salir camino a mí nuevo lugar de trabajo.
Al entrar al enorme edificio me percaté de lo bien estructurado y elegante que era. Me sentía muy nerviosa y ansiosa pero no se debían a los típicos nervios del primer día de labor, esos jamás se presentaron ante mi, estos nervios se debían a algo más del cual yo no tenía conocimiento alguno.

-Buenos días, señorita ¿en qué puedo ayudarle?- se acercó un hombre trajeado.

-Hola, vine a mí primer día de trabajo.

-¡Ah! La chica de recepción ¿cierto?- movió sus lentes para mirarme mejor a lo que yo asentí
-¿En qué área de recepción te contrataron?

-¿Perdón?- Acaso había escuchado mal.- ¿A qué se refiere con ello?

-Como debería de saber, en Kaiba Corp. contamos con diversas áreas y pisos, está el área de medicina, laboratorios médicos, el hospital de la corporación, estrategias, marketing y publicidad, ingeniería en composición de arenas, diseño estratégico del área de duelos, innovaciones,...- el hombre siguió mencionando un sinfín de áreas que la corporación poseía, Kaiba jamás me mencionó en cual de todas ellas laboraría.- ¿Se puede saber a cual le contrataron?

Me encontraba atónita, en mí vida había escuchado de alguna empresa con tantas áreas de empleo, peor aún que yo no tenía ningún conocimiento previo acerca de cada una de ellas. Me limité a balbucear algunas cosas hasta que se escuchó una voz que reconocería en cualquier rincón del mundo.

-¡Roland! Viene conmigo, dale el acceso.- demandó.

-Claro que sí, mí Señor Kaiba.- contestó rápidamente.

Pasé el torniquete para caminar nerviosa hacia dónde se encontraba Seto Kaiba. Al llegar hasta él le extendí la mano pero sólo respondió con su típico gesto de prepotencia y arrogancia mirándome frío, sacó a relucir una carcajada y finalmente habló.

-Te divertirás demasiado, te lo aseguro.- habló frívolo y atormentante como si fuera a tratarse de cazar a su presa que en esos momentos pareciera ser nada más y nada menos que yo.
Asentí tragando saliva.

Tomamos el elevador y abordamos alrededor de 15 pisos hasta llegar al más alto y último del edificio, al salir pude ver como era todo un lugar repleto de elegancia y última tecnología, su computadora que era mitad asistente me ofreció algo de beber a lo que yo negué agradeciendo.

-Este es el lugar dónde las mejoras e innovaciones de Kaiba Corp. nacen.- habló orgulloso.

Yo no podía despegar la mirada de cada rincón del lugar, si el edificio en si ya era coloso este lugar era impresionante. Enseguida me llevó a una puerta de hierro en la cual, al acceder, se encontraba una enorme arena de duelos que estaba en proceso de un mejoramiento épico.

-Esta creación- habló.- es algo de lo que me sentiré aún más orgulloso.

Aprecié la enorme arena de duelos, era tan enorme que parecía constar de un 1 kilometro de largo, lo curioso de esta arena trataba acerca de la carencia de estantes dónde usualmente se colocan los duelistas para combatir además de que carecía de discos de duelo de igual manera.

-Y... ¿Cómo se supone que funcione esto?- me llevé el dedo índice a los labios.

-No eres capaz de suponer ¿cierto?- preguntó arrogante con su típica posición en brazos cruzados.- Me esperaba menos de igual manera.- dijo burlonamente.- Todo consta de una arena mucho más grande de lo normal en la cual el duelista podrá convocar a cualquier monstruo sin necesidad del disco de duelos.

-¿Eso se puede?- pregunté en voz baja.

-¡Claro que se puede! ¡Seto Kaiba es posible de todo lo que se proponga!- exclamó triunfante, su mirada se tornaba algo extraña y aterradora.- El propósito de esta extraordinaria innovación es la capacidad de poder interactuar con el monstruo invocado, el daño infligido será tanto para el monstruo como para el duelista.

-Esto suena demasiado peligroso y enfermo...- pensé con angustia, el tener riqueza económica y ser un hombre de 25 años sin padres y una poderosa empresa con un nicho en el mercado se le estaba yendo de las manos.- Pero, entonces eso quiere decir que...

-Muy probablemente el duelista pueda fallecer.- completó.

Polos Opuestos. (Kaiba y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora