Un Final de un Autoconocimiento para el Emprendimiento de un Amor.

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Su blanca cabellera era golpeada suavemente por los frescos vientos del templado otoño, ahora eran más largos y mucho más sedosos, su cabellera era como una mina de plata pura recién encontrada debido al forzoso y riesgoso trabajo que un grupo de hombres había laborado.
Caminó hacia su hogar recorriendo aquella acera tan limpia que tomaba después de haber pasado un rato encerrada en una oficina de la reconocida empresa antes mencionada, después de casi tres años las cosas no habían cambiado del todo en aquel vecindario.

–¡Bonjour!– saludó, al reencontrarse con su dulce hermana que ahora casi se mantenía de la misma estatura que ella.

–¡Finalmente estás aquí!– exclamó, con miles de lágrimas de emoción que desbordaban de sus ojos como rocíos de los pétalos de una flor.– ¡Ha sido tanto, tanto tiempo...!

–¡Yo lo sé, mí pequeña!– abrió sus ojos.– ¡...o no tan pequeña!

–¡Vaya que el acento se ha adherido a tus cuerdas vocales con fuerza! ¿Es tan bonito allá como lo cuentan?

–No.– respondió.– Es mágico, Th__.– sonrió.– ¿Si me invitas a pasar y te cuento todo...?

–Sabes que es tu hogar, Almendrita, y que no volverás a irte jamás.

–Estoy aquí para quedarme.– sus ojos sollozaron con silencio regalando dos lágrimas de afecto.

* * *

La ahora albina y sus amistades se encontraban realmente felices gracias al reencuentro reciente entre el grupo de amigos. Pasando un buen rato en el hogar de Tristán acompañados de tan solo unas botellas de cerveza y refresco junto a unos cuantos paquetes de botanas el grupo de amigos disfrutaba célebre la llegada de su apreciada amistad quien se había marchado al Viejo Continente para emprender una aventura nueva en busca de respuestas, hallazgos, conocimientos y sabiduría.

–¡Órale, Almendra! ¡Tú sí que cambiaste de pies a cabeza!– exclamó el rubio con sus ojos tan abiertos observándola de arriba hacia abajo.

–¡Deja de acosarla así, Joey! ¿No ves que nuestra amiga apenas va llegando?

–Lo siento, Tea, pero debes admitir que la chica embelleció aún más.

–¡Hum! ¡No es razón para dirigirte hacia ella de esa manera! ¿Sabías?

–¡Calmen, chicos!– apaciguó el adorable chico se cabellera trícolor.– Almendrita tiene mucho por contarnos, claro, si es que ella lo desea.

–Seguro que sí, Yugi.– esbozó una sonrisa cálida ignorando los impertinentes comentarios de Joey y aquella pequeña disputa que sostenía con Tea.– Realmente yo me siento muy feliz y contenta de poder volver a verlos y saber que nuestro grupo aún sigue más unido que nunca.

–Nos cuidamos entre todos, Alme, hasta Atem te ha extrañado tanto y me ha preguntado acerca de tu bienestar.

–Oye, Almendra.– habló Tristán de manera curiosa.– ¿Aún tienes contigo la sortija del milenio?

–La porto conmigo en todo momento, Tristán.– respondió, con un ligero toque de nostalgia.– Incluso si de dormir o tomar la ducha se trata, de mí cuello no sale. Realmente admiro aquella lealtad que sostuvo en aquel último momento.

–Estoy realmente seguro que Bakura se siente muy orgulloso de ti dónde quiera que se encuentre, Alme.

–Así es, Yugi. Además, Bakura siempre estuvo tan enamorado de ti.– replicó la castaña dando un trago a su bebida.

–Si existe alguna reencarnación destinada hacia mi, espero poder coincidir al lado del alma de Ryou en ése entonces.– apretó el dije con su mano izquierda.– Realmente no me molestaría en lo absoluto que sucediera.

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⏰ Última actualización: May 17, 2018 ⏰

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