Miradas Fugaces.

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Ambos se encontraban frente a frente, era la oportunidad perfecta para que la rubia supiera la verdad acerca de cómo el afamado presidente de Ilusiones Industriales había dado con su existencia.

–Verás, querida,– comenzó.– como bien sabrás soy un hombre de mucho poder aquí en Domino. Poseo conexiones y contactos que cubren la mayor parte de esta ciudad, así que muy probablemente alguna persona desconocida a ti con la que converses en la calle o en el súper, será algún subordinado mío.

La chica emitió un sonido de asombro tan notable que al mismo tiempo hizo que el peliplata carcajeara un poco. De tal manera, qje al mismo tiempo ella sintió una descarga de nervios correr a lo largo de su columna vertebral, eso quería decir que la tenía tremendamente vigilada día, tarde y noche, en cualquier lugar y a cualquier hora de la jornada.

–Te imaginarás ya qué significa eso.– habló coqueto.

–No puedo imaginarme quien te ha dado mí dirección, nombre completo y los detalles de mis pasatiempos.– su rostro denotaba un gesto pensativo tratando de rememorar quien podría haber sido el causante.

–De igual manera, debido a tu fama, ya conocía de quien se trataba que eras y lo que hacías. Impresionaste mí sentido del oído con tu magia musical y además, el sonido de tu hermosa voz cantando en el idioma romance más hermoso fue una total odisea.– tomó las manos de la chica.

La rubia enseguida recordó la vez en la que había sido invitada a Radio Domino en el cual le habían realizado una entrevista y al final de ésta, le pidieron atenta y cordialmente cantar su canción favorita.

–No sabía que tú...

–Querida, llevo puesto mí preciado ojo marrón en ti desde hace ya buen tiempo, incluso desde mucho antes que nos conociéramos.– sonrió.– Así que aproveché aquel evento al cual te invité por primera vez para transmitir tu música. Te miré y vaya que por todos los cielos te mirabas demasiado irreal para pertenecer a este mundo. Eres una belleza en su totalidad.

La chica sonreía insensata ante cada una de las palabras que el hombre recitaba delante de ella y con aún su mano posada en la palma del hombre, sintió distraídamente un dulce y ligero beso posarse sobre su delicada mano.

–Señorita Tn___.– habló Pegasus elegantemente.– Me gustaría saber si le interesaría asistir a una cena en la residencia Von Schroeder justo este domingo entrante.

Exactamente, una cena en la residencia de Zigfried, la rubia mujer sintió como su semblante cambiaba tan radical, el hombre de cabello rosado era quien había tratado de 'pretenderla' para entretenerse por un rato durante los eventos en el castillo de Pegasus, y podemos decir que él buscaba entretenimiento pues cada vez que entablaba una conversación con ella, redundantemente resultaba que debía retirarse por obligación para poder hablar con otros poderosos empresarios o accionistas.

–¿Sólo yo...?– preguntó tímida.

–Querida, claro que tus amigos asistirán,– adulatoriamente habló.– Yugi Muto está invitado junto con su mejor amigo, Joey Wheeler. El joven Kaiba y su pequeño hermano serán bienvenidos de igual manera, la hermosa Mai Valentine recibirá la invitación también ¿te parecería asistir, ah?– sonrió tan confianzudamente que hasta pareciera que el apuesto hombre hablaba con su propio reflejo frente a un espejo practicando oratoria.

Polos Opuestos. (Kaiba y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora