Allí estaba el, sentado en una silla solo,al lado de la barra, con la mirada fija. En un instante me pareció que su mirada estaba permanente en mi.¡Y no me equivoqué! ¡No paraba de mirarme!
Aunque estaba acostumbrada a que todas las
miradas estuvieran en mi al entrar en un lugar y no le daba importancia, su mirada me incomodaba, me hacía sentir algo extraña.Tenía una mirada segura, ojos verdes claros y profundos, una mirada que cualquier chica se hubiera perdido en ella. El cabello color negro, el típico peinado rebelde. Piel pálida bronceada, que hacía un contraste tan atractivo con su cabello oscuro. Un aire de chico malo guaperas. Uff lo admito, era muy atractivo, ¡parece un vampiro guapísimo!
Yo intentaba disimular para que el no se diera cuenta que había notado que me miraba. Aunque para el no era de importancia si lo veía que me miraba o no, porque su mirada seguia intacta en mi. Creo que es lo que pretendía, que yo me diera cuenta que su mirada estába en mi.
- Lavinia, ¿que quieres cenar? -me pregunta Victor mientras miraba la carta del restaurante.
-Ufff, nose, creo que me pediré esta pechuga de pollo, con queso y ensalada. - Le respondo yo, momento en el que señalo el dibujo de la carta que tenia en la mesa.
- Mm, igual yo. -Responde el mirandome está vez y dejando la carta a un lado.
Mientras yo seguía hablando con Victor, el chico misterioso seguía allí sentado con su mirada fijamente mirandome.Parecia el típico mujeriego que les volvía locas a todas con tan solo echarles una mirada de esas, caerían rendidas a sus pies. Bahhh, ¿Que se cree? ¿Que soy cómo las demás? ¿Que al verlo ya caería a sus pies? ¡este no sabe quien soy yo! ¡Que IMBECIL, mirándome de esa manera con la intensión de ligarme! -Pienso yo mientras me acaricio el cuello con una mirada intensa fija en él.
Yo tampoco podía dejar de mirar ese rincón dónde el se encontraba.
Y no soy de mirar, pero ese chico llamaba mucho la atención y era imposible no mirarlo. A pesar de parecer un super arrogante, aún así no podía evitar lo verlo.
Rafael
Al verla entrar supe que no era del pueblo. Una chica muy elegante y fina para ser de pueblo. No se me hacía nada familiar su rostro.
Debo admitir que robaba cualquier mirada de cualquier hombre que estaba en el local, incluso las miradas de las chicas. Y reconozco que incluso la mía un poco, bueno un poco bastante.-Oye, ¿sabes quien es? Me preguntó mi compañero de trabajo Alex que trabajaba conmigo en ese restaurante.
- No, ¿tu la conoces??? Pregunté yo confuso.
- Todo el mundo la conoce, desde que ha llegado aquí todos estan locos por ella. Es Labinia Monte, la hija de Los Monte. Viven en el extranjero. Es hermosa, pero dicen que es muy engreída. Así que chabalin no le llegas.
- Ah, tiene pinta de ser una engreida, consentida y todo eso, en fin, quien sabe. Le respondí yo sin dejar de mirarla.
- Bueno chabalin, voy a seguir con la tarea. Que a mi el jefe me echa si no me ve moviendome, tu tienes mucha suerte. Me respondió el dandome una palmada en la espalda alejandose.
¿Quien será ese chico que la acompaña? Seguro su novio. La forma en la que la mira, estará muy enamorado de ella. Seguro el típico rico que la consienta.
No soporto a las chicas engreídas. Piensan que con su belleza ya pueden ser engreidas con todo el mundo y que se haga lo que ellas quieren
. Tiene esa pinta, de ser una mandona, de que se haga lo que ella quiere.
Dios, jamás me fijaría en una chica como ella.
ESTÁS LEYENDO
Amor prohibido [TERMINADA]
Romance- Eres un imbecil!!! -Y tu una consentida!! - Desaparece de mi vida idiota!!!!! - Admite que no podrías vivir sin mi. - Ufff, te odio!!!! - Yo más! Rafael&Labinia Dicen que del odio al amor hay un solo paso. Será eso cierto? Porque se odian tanto?? ...